Andalucía

Gallardo deja la gestión del grupo extremeño tras 38 años al frente

  • Es el mayor grupo empresarial de Extremadura, con 700 millones en ventas
  • En 2012 lanzó una reestructuración financiera y empresarial ya terminada
Alfonso Gallardo, fundador y primer accionista del grupo extremeño.


Alfonso Gallardo (que en este 2015 cumplirá 83 años) ha cedido desde el pasado 1 de enero la gestión del grupo que él creó hace ahora 38 años en manos de uno de sus colaboradores de confianza, Francisco Javier Sánchez (40 años y nacido en Almendralejo, Badajoz).

Sánchez es consejero del grupo industrial extremeño desde 2012 y está ligado a la empresa desde dos años antes. Grupo Alfonso Gallardo es la primera compañía de Extremadura con ingresos de 700 millones y 1.500 empleados directos (que se elevan a 3.000 incluyendo los indirectos).

Así lo anunció ayer la empresa con sede en Jerez de los Caballeros (Badajoz) en un comunicado en el que resaltaba el relevante papel que jugó Sánchez, economista y auditor, en el proceso de reordenación financiera, industrial y laboral del grupo que culminó en verano pasado tras dos años. La pieza clave fue el acuerdo con el fondo estadounidense KKR por el que refinanciaba la deuda -ya refinanciada previamente en 2012 con 18 entidades lideradas por BBVA-, asumía dos activos no ligados a su negocio siderúrgico (una cementera y la papelera Papresa) y permitía al grupo reducir su pasivo en 500 millones hasta 323 millones a largo plazo.

Sánchez ascendió en el grupo tras la salida de Juan Sillero, primer directivo de Gallardo durante décadas, en enero de 2012.

La compañía sufre desde el inicio de la crisis la caída de la demanda de los que eran sus productos básicos: productos de hierro y acero para la construcción, cemento o papel para la prensa. El grupo, nacido de la actividad inicial de Gallardo como pequeño empresario del sector de la chatarra, llegó a acumular cuando se inició el plan de reestructuración una deuda de 1.500 millones de euros, en gran parte provocada por la inversión para duplicar la capacidad de su principal fábrica, la siderurgia de Jerez. También por las compras de una acería, durante la época de bonanza, en Alemania que acabó vendiendo en 2012 a la brasileña CSN. O de plantas en País Vasco y Getafe, que han sufrido reestructuraciones de personal para poder seguir abiertas.

Pero sin duda el proyecto empresarial en el que empleó más energías, y que le hizo conocido en el conjunto de España, fue el de construir una refinería en Los Santos de Maimona (Badajoz), que lanzó en 2004. La dificultad del mismo, la oposición de ecologistas y del sector petrolero español, la llegada de la crisis y la debilidad financiera de Gallardo y, finalmente, la Declaración de Impacto Ambiental negativa del Gobierno central en 2012, dieron al traste con la iniciativa.

Sánchez tendrá como consejero delegado el reto de rentabilizar la estructura que mantiene el grupo, centrada en su negocio siderúrgico clásico, cumplir las obligaciones con los financiadores y continuar con la modernización de las estructuras productivas y de gestión.