"Nuestro mayor éxito sería gastar todo nuestro dinero en I+D+i"
- "Las empresas siguen aportando con la seguridad de que la Junta también lo hace".
- "Ser Centro Tecnológico Avanzado es el camino para no depender de terceros".
- "Somos conservadores y tenemos una caja con 40 millones ahora mismo".
Joaquín Moya, presidente de la Corporación Tecnológica de Andalucía desde su creación hace casi ocho años, explica el futuro de la fundación tras despejar su situación financiera hasta 2020 tras la última aportación pública de la Junta.
La Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA), que aglutina a 145 empresas, universidades y entes de investigación líderes en España en sus respectivos sectores, enfila con tranquilidad en el flanco financiero el desarrollo de su labor hasta 2020. La fundación privada que impulsa la I+D+i en la comunidad ha destinado desde su creación, hace casi ocho años, 116 millones a respaldar 443 proyectos que han generado una inversión agregada de 364 millones.
P. Los 20 millones otorgados por la Junta de Andalucía, ¿qué suponen para la Corporación y a qué corresponden?
R. El éxito de esta fundación es gastar el dinero. Siempre hemos dicho que nuestro mayor éxito sería que, al final del proceso, nuestro patrimonio fuera 0. Hay que recordar cómo se financia la fundación CTA. Entre 2005 y 2009, la Junta de Andalucía aportó 44 millones y las empresas privadas otro tanto. El patrimonio de la fundación ha sido siempre mayoritariamente privado, somos una fundación privada, porque la aportación final de la Junta fue de 47 y las empresas superaron los 70 millones. Antes del final del periodo, en 2008, plantee al patronato varias opciones: plantear que la fundación tuviera una vida infinita (un going concern, en términos empresariales); o plantear una duración limitada, y se decide que se extienda el funcionamiento de la fundación hasta 2020. En los cálculos económicos para llegar a ese año se requiere que la Junta aporte 40 millones y las empresas, unos 50 millones.
Aquí hay que tener en cuenta que las subvenciones anuales que concede la fundación a los proyectos que presentan las empresas, que rondan los 14 o 15 millones anuales, en un 75 por ciento se corresponden con préstamos a interés 0 que los consorcios que los reciben tienen que devolver en 13 años. Es decir, parte del dinero vuelve a la Corporación para seguir financiando proyectos.
En enero de 2009, el expresidentes Manuel Chaves anuncia que hay un compromiso con la CTA para aportar esos 40 millones. La diferencia es que la Junta lo iba a haber aportado en cuatro años, y las empresas, en diez. En 2010 aportan algo más de 10 millones, pero en 2011 y 2012 no han aportado fondos. Faltan pues 30 millones. Ahora nos están aportando 20 de esos 30, procedentes de fondos europeos que llegan a Andalucía a través de un convenio entre la Junta y el antiguo Ministerio de Ciencia firmado en 2010.
P. ¿Cómo de importante es esta aportación entonces?
R. Es fundamental para la pervivencia de la CTA hasta 2020, porque las empresas quieren seguir aportando con la seguridad de que la administración también lo hace. Hicimos además un test de estrés interno, que refrendamos con las empresas, que certificaba esa necesidad de los fondos de la Junta y que enviamos a la consejería de Economía. Mientras, las empresas han seguido aportando, no han dejado de hacerlo nunca, pero querían tener la certeza de que el Gobierno andaluz iba a cumplir su compromiso. Tenemos ahora la vida razonablemente asegurada a un nivel de financiación de proyectos que ronda los 15 millones al año. A partir de 2020, quedará una cartera de deuda pendiente de pago por parte de las empresas que, en 2017 o 2018, habrá que decidir si se utiliza para seguir funcionando o no. Los dueños de la fundación, por decirlo así, son sus patronos y ellos tendrán que decidir.
P. ¿Tranquilidad entonces para los próximos siete años? Sois entonces una rara avis en estos tiempos...
R. A no ser que todas las empresas quiebre, que no es algo probable, pues sí. Hemos tenido algún miembro que ha suspendido pagos, otros que se han fusionado, pero nada fuera de cierta normalidad. Todas las empresas están comprometidas, nunca han dejado de estarlo. La contabilidad de esta casa es muy conservadora y hemos dotado todas las situaciones conocidas, y también contamos con una reserva por lo que pueda suceder. Este año 2012 nos ha sobrado dinero de esa provisión y en el ejercicio actual volveremos a dotar. El dinero es de las empresas y nosotros somos unos meros administradores.
Independencia financiera
P. También os habéis constituido en Centro Tecnológico Avanzado desde hace unos años.
R. Efectivamente, y esto es muy importante. Porque todo el escenario que describía antes se basa en que la Corporación no genere ingresos, sino que viva de las aportaciones de la Junta, las empresas y de la devolución del 75 por ciento de las subvenciones. Pero yo ya propuse hace dos o tres años que esa figura de los Centros de Tecnología Avanzados era muy positiva para lograr el la generación de ingresos para no tener que depender de terceros a partir de 2018 o 2020. Así quedaba asegurada su pervivencia sin tener que pedir fondos a nadie más. Me gustaría crear un centro de transferencia de conocimiento. Y que esa transferencia sea pagada.
P. ¿Qué modelo tienes en mente?
R. Como fui alumno, el modelo que me gusta es el del MIT estadounidense. Pero no la parte docente, sino la de generación de conocimiento. El MIT se ha construido desde hace más de un siglo, pero, ¿por qué no empezar aquí especializándose en un par de áreas y generar entre 8 y 10 millones de euros al año? Hay que acudir también a fondos europeos, nacionales. Y siempre en innovación, que es en lo que estamos. En 2012, hemos generado más de 700.000 euros por esta vía, para este año hay previsto en torno a 1,2 millones. Y para 2016, que sean en torno a 5 millones. También hay que recordar que nosotros tenemos que pagar nuestros gastos de funcionamiento, porque antes los abonaba la consejería, pero ya no. Y aunque somos muy cautos pues no hemos crecido en personal, y no nos hemos vuelto locos, con algunas bajadas de sueldos importantes este año. Quizá en 2018, con la generación de ingresos y las devoluciones, se podrá decir que en cinco años ya no hace falta que se aporten más fondos. Aunque eso debe decidirlo quien esté en mi lugar en ese momento.
P. ¿Cómo habéis mantenido a las empresas dentro de la Corporación durante esos dos años en los que la Junta no aportó los fondos previstos?
R. Porque las empresas creen en la CTA y nosotros hemos hecho siempre lo que habíamos dicho. Además, yo tenía además un compromiso formal del consejero de que esos fondos iban a llegar. Y un compromiso del presidente de la Junta, y yo me creo los compromisos de los presidentes. Y un decreto firmado en el que se asignaban unos fondos para Andalucía para CTA. Además, tenemos una situación financiera muy sólida, con unos 40 millones en caja. Y una cartera de deuda de más de 30 millones. Incluso sin que hubiera llegado esta aportación de 20 millones ahora en enero, teníamos capacidad de aguantar por nosotros mismos hasta 2017. No estoy financieramente intranquilo, y tampoco ninguna de las empresas. No estamos abrumados por la caja y siempre digo a las empresas: tenemos dinero, de los pocos que podemos decir esto, presenten proyectos. El problema no era por tanto que el dinero de la Junta estuviera más o menos seguro de que llegaría, sino que lo hiciera efectivamente como ha ocurrido.
P. ¿Cómo se escuchan tus mensajes en los estamentos políticos o empresariales con los que tratas? Porque sois una isla dentro de la situación económica?
R. Lo primero y fundamental es que nosotros no somos nada si las empresa no siguen trayendo proyecto. No dinero, proyectos. Y el hecho cierto es que las empresas, si bien es cierto que han reducido el número, siguen apostando por CTA. Y ello pese a que nosotros sólo financiamos en torno a un tercio del coste del proyecto y las empresas tiene que sumar el resto. Es complicado efectivamente en esta coyuntura encontrar esa financiación, pero es que las empresas creen de verdad en la innovación.
P. Entonces, ¿no te sientes como un extraterrestre?
R. Me siento afortunado. Primero, porque algo en lo que creo se está llevando a cabo, que es hacer un esfuerzo tremendo en innovación, tanto en España como en Andalucía. Andalucía es además la que más en serio se ha tomado la apuesta por la innovación, me cuenten lo que me cuenten y pese que algunos se lo tomen a cachondeo cuando lo cuento en el resto de España. Segundo, porque podemos hacer una transición a una estrategia de generación de ingresos con tranquilidad, sin estar abrumados por la situación de caja. Aunque no siempre es malo que te abrume la necesidad de salir a vender. Y, tercero, porque las empresas y la administración siguen creyendo en esto.
Innovación en Andalucía
P. Los datos de I+D en Andalucía muestran una caída del gasto total, pero más del público que del privado. ¿Qué lectura haces?
R. Primero, pienso que Andalucía ha hecho un esfuerzo que en realidad ha hecho poca gente. Y las empresas andaluzas, especialmente. Y, a la luz de los cinco años de crisis que llevamos, pienso que las empresas realmente creen en esto porque si no ya lo hubieran dejado. En segundo lugar, el camino a la innovación es de ser consistente. Es importante que el esfuerzo no desaparezca, se puede reducir, pero sin desaparecer. En tercer lugar, y eso se dice permanentemente en Cotec, es que quien ha tirado del carro es la administración pública y quien debería tirar es la empresa privada.
Aunque la situación fiscal es tal, que la administración le está complicando mucho la vida a las empresas a la hora de invertir en I+D. Hay intransigencia administrativa desde el punto de vista fiscal.
Y, además, nos pongamos como nos pongamos, España sigue sin entender las aportaciones a fundaciones desde el punto de vista fiscal.
P. ¿Por qué?
R. Te pongo mi caso. Si yo contribuyo a la Corporación Tecnológica, y no fuera una fundación, sería un gasto deducible. Pero como lo es, solamente me lo deduzco si obtengo beneficios. Esto no es ayudar a las fundaciones. Muchas empresas preferirían que les hiciéramos una factura, porque aportar a una fundación es más caro. Se lo he dicho a todos los ministros, al Rey en Cotec, que esto no puede seguir siendo así. No podemos tratar tan mal las aportaciones a las fundaciones. Simplemente que no esté peor tratada la aportación a una fundación que un gasto deducible para una empresa. Lo lógico es que estuviera incluso incentivada, pero al menos que no esté peor tratada.
P. Las empresas andaluzas, ¿cómo se toman la innovación en relación al resto de España?
R. Lo que ha cambiado mucho es la actitud de las empresas hacia la innovación. En una gran parte, nuestra actitud es la misma que la de quienes están en lo más alto: País Vasco, Navarra, Cataluña y Madrid. Lo que no tenemos es historia detrás, empresas industriales, que han sido uno de los motores de la innovación. Aunque en aviación, energías renovables y agroindustria sí estamos bastante avanzados. Todos entienden que su futuro pasa por la innovación, aunque quizá en otras zonas de España hay más costumbre de acudir a ferias internacionales, universidades, para innovar.
P. Otro de los objetivos clave de la CTA desde su creación fue ayudar a canalizar fondos europeos para innovación hacia Andalucía. Cara al nuevo presupuesto comunitario que entra en vigor en 2014, ¿alguna novedad por vuestra parte?
R. Hemos logrado que el 80 por ciento de las empresas que han logrado financiación del Fondo Tecnológico de la UE para España, en la parte que correspondía a Andalucía, fueran de la CTA. Pero, como somos fundación privada, no podemos optar directamente a captar fondos y a gestionarlos. Ayudamos a todas nuestras empresas, y a quien nos lo pida también, sinceramente, a lograr esos fondos montando consorcios.
Aunque como centro tecnológico avanzado sí iremos a captar fondos para nosotros y para nuestras empresas.
P. Otro de vuestros objetivos es incorporar cada vez a más pymes, ¿lo conseguís?
Tenemos a 44 grandes empresas, pero de las últimas 80 que se han incorporado, entre 60 y 70 son pymes. Me gustaría que hubiera más, aunque la situación tampoco ayuda. Ocurre que tenemos empresas con que son start-ups que tienen difícil subsistir porque no hay financiación. Empresas medianas a nivel andaluz, en gran parte se han incorporado. Me gustaría que todas las grandes, de cualquier sector, estuvieran aquí, pero eso es poco realista porque tenemos que aportarle poco. Nuestra labor es aportar a los pequeños y medianos a salir, crecer, colaborar e invertir. A las grandes les podemos ayudar en otras cosas, como en encontrarles proyectos en cooperación. En este año haremos dos o tres miembros numerarios, y confío en que 10 o 12 incorporaciones de colaboradores que sean pymes en su mayoría.
P. Llevas casi ocho años en el cargo, ¿hasta cuándo te ves aquí?
R. Considero que la Corporación Tecnológica de Andalucía es un proyecto muy importante para la comunidad y yo estoy a su disposición. En algún momento tendré que marcharme porque yo soy empresario y mis empresas requieren atención, pero éste no es el momento adecuado para irme. Lo haré cuando se considere que es el momento oportuno. No tengo ningún periodo de tiempo fijado para mi mandato al frente de la CTA. Me nombra y me cesa la consejería de Economía. Pero mi continuidad aquí, por la buena relación que tengo con la Junta, creo que está más en mi tejado. Y en algún momento se tendrá que resolver.