El preconcurso de Alestis y el gato de Schrödinger
- La opacidad es el mejor calificativo para Alestis cara a la industria andaluza.
La empresa ha entrado en un limbo que tiene en un brete a múltiples proveedores andaluces. El nuevo consejo está lleno de gente que no se juega nada.
Los detractores de la física cuántica argumentaban que la interpretación de la función de estado de un sistema en términos de probabilidades tenía que ser errónea. Ponían el ejemplo de un sistema que activase un mecanismo que soltaba un veneno que aniquilaría a un gato encerrado en una caja. Como el sistema estaba en varios estados a la vez, la física no podía responder a una pregunta sencilla: ¿Está muerto el gato? Según las ecuaciones el gato está en un estado híbrido entre vivo y muerto, hasta que alguien destape la caja.
Alestis, voluntariamente, ha entrado en un estado híbrido, no se sabe si está viva o muerta hasta que alguien no "destape La Caixa".
El buque insignia de los señores gestores de la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia, que siempre les traía buenas noticias, ha chocado con su iceberg: "El mundo real de los negocios". Y no aprenden, siguen en sus trece con un consejo de administración compuesto de figurines, gente que valía en su día y que hace años que no está en el ajo, desentrenados cuya actitud es la del descanso del guerrero. Gente que no se juega nada. ¿Los empresarios andaluces? Nadie les ha propuesto ayudar en la gestión.
Nadie en la consejería habla de la roncha que Alestis ha dejado en la industria auxiliar, nadie les pregunta: ¿cómo te afecta? ¿Qué puedo hacer por ti? Nadie hace la pregunta del millón: ¿cuánto se le debe a las empresas vascas y cuánto a las andaluzas? Opacidad es el mejor adjetivo para Alestis.
Cuando se le pregunta a los empresarios andaluces (los que han probado de sobra su capacidad en el sector desde hace más de veinte años) que si gestionarían Alestis, las respuestas son obvias: "Sin duda, pero no quiero saber nada de la consejería, hay que tener manos libres para redimensionar la plantilla, que la Junta quiere acabar con el paro en Cádiz a base de meter gente en Alestis".
Y es que por colocar a los de Delphi, la Junta está poniendo en peligro los miles de empleos creados establemente por la industria auxiliar. Por colocarlos, se les exige a los nuevos empresarios de la Bahía de Cádiz que contraten a los de Delphi o no podrán cobrar subvenciones. Y no lo digo yo, se lo pone por escrito el director de la agencia Idea. De forma que no solo perjudican a Alestis, sino a toda otra empresa que pida subvenciones en la Bahía y con un 50 por ciento de sarcasmo y un 50 por ciento de cinismo declaran: "Esa condición ha sido pactada libremente con los empresarios".