Arenas se queda compuesto y sin novia pese a llevar al PP a su techo electoral
- El apoyo se reduce en más de 400.000 votos respecto al 20N.
- El candidato pierde en su cuarto asalto y su continuidad en Andalucía, en duda.
- Pierde fuelle en el interior de la comunidad, que creía tener ganado.
La abstención en feudos clave como la Costa del Sol borra la ventaja de entre 7,2 y 9 puntos que los populares lograron el 22M y el 20N, respectivamente. Los 50 escalos son insuficientes para Gobernar.
Javier Arenas no pudo llevar ayer a buen puerto el cambio en Andalucía, leitmotiv de su campaña y de su argumentario desde hace años. El presidente del PP regional celebró ayer la victoria más agria del Partido Popular en Andalucía después de 30 años en los que el PSOE fue el partido más votado ininterrumpidamente. El PP ganó con el mejor resultado nunca logrado -50 escaños, desde los 47 de hace cuatro años- pero sin convencer a una mayoría suficiente de andaluces de que es la opción de gobierno: los populares han perdido más de 400.000 votos respecto a la ventaja que tenían el pasado 20 de noviembre en las legislativas respecto a los socialistas. La diferencia respecto al PSOE se quedó en apenas 40.000 votos que se tradujeron en tres diputados más logrados en Huelva, Sevilla y Almería.
El también vicesecretario general del PP, sobre quien ayer se destaron todos los rumores acerca de su continuidad en la comunidad o su marcha a Madrid, mostró su satisfacción por que su partido haya ganado las elecciones andaluzas y prometió "diálogo" para garantizar "la estabilidad y la gobernabilidad" de la comunidad andaluza. "Hasta aquí hemos llegado. Hemos ganado las elecciones. Seremos el partido del diálogo. Es el momento en que Andalucía exige más diálogo y aquí estaremos desde el principio hasta el final para garantizar la estabilidad y la gobernabilidad de Andalucía".
Descontento
Arenas no ha conseguido atraer el gran caudal de descontento con la corrupción del caso de los ERE y el hartazgo de tres décadas de gobiernos socialistas, que provocó un aumento de la abstención de diez puntos respecto a 2008, hasta el 37,7 por ciento. La participación fue la segunda más baja desde 1990, las últimas elecciones que se celebraron en solitario en la comunidad.
El votante andaluz insatisfecho prefirió en gran medida no votar en lugar de hacerlo por el PP, que en relación a hace cuatro años gana algo más de dos puntos en porcentaje de voto, desde el 38,4 por ciento al 40,6. Queda esto de manifiesto con claridad meridiana en Málaga, tradicional grandero de votos para los populares, donde el porcentaje de votantes que no se acercó a las urnas creció en doce puntos, hasta el 41,9 por ciento. Este comportamiento perjudicó claramente sus opciones, ya que en esta provincia se mantuvo es status quo que deja al PP con 7 diputados por los 8 del PSOE.
A los populares, pese a la maratoniana campaña en la que han recorrido casi 6.000 kilómetros, les ha faltado fuelle en las localidades del interior de Sevilla (Dos Hermanas, Carmona o Alcalá de Guadaíra), Málaga o Jaén, que sí protagonizaron el vuelco político a su favor en la municipales y legislativas de 2011. El PP se queda pues con el mayor grupo parlamentario pero sin poder cambiar Andalucía.