La sangría del paro no cesa
- La subida experimentada es también importante si hacemos una comparativa histórica: la cifra de desempleo alcanza ahora la cota más alta desde el comienzo de la crisis, llegando casi a doblar el dato de enero de 2008.
El paro ha vuelto a subir en noviembre y el deterioro del mercado laboral sigue agravándose. Con estos malos datos de desempleo nos retrotraemos al inicio de la crisis. Ya es difícil encontrar calificativos para referirnos a las nuevas cifras de paro.
Lo malo es que no se atisban señales esperanzadoras del final del túnel. El nuevo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha sido realista al admitir que lo que viene es muy difícil. El lider del PP, que lleva dos semanas de absoluto mutismo, ha mostrado recientemente su convencimiento de que todos juntos saldremos adelante. Pero la realidad es tozuda. Los datos del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) referidos al desempleo en la provincia de Málaga son terribles para los malagueños. Esta nueva subida refleja la urgencia de priorizar las medidas orientadas a la generación y el mantenimiento del empleo en nuestro país, ya que la delicada situación en que se encuentran familias, pymes y autónomos se hace insostenible.
Los datos son claros y demoledores. En noviembre de 2011, y según el Servicio Andaluz de Empleo (SAE), el número de personas en situación de desempleo en la provincia de Málaga es de 194.804. El dato supone un aumento de 5.557 personas respecto a octubre de 2011. El sector que más ha contribuido a este incremento es servicios, en consonancia con el final de la estación turística, que debido al buen tiempo este año se ha visto ampliada. El contexto es de subida general en los ámbitos andaluz (982.477 desempleados) y nacional (4.420.462 parados).
La subida experimentada es también importante si hacemos una comparativa histórica: la cifra de desempleo alcanza ahora la cota más alta desde el comienzo de la crisis, llegando casi a doblar el dato de enero de 2008. A la vista de los datos, la patronal ha reiterado su preocupación por la situación general de la economía española, confiando en que el nuevo Gobierno emprenda las iniciativas necesarias para la reactivación del tejido productivo, posibilitando en el medio y largo plazo la recuperación económica del país.
Entre estas medidas, los empresarios consideran que son prioritarias la facilitación del acceso de las empresas al crédito, la corrección de la morosidad pública, el ajuste de la fiscalidad empresarial a las condiciones que impone el contexto que nos rodea y la reforma del mercado de trabajo a través de la reducción del número de contratos y otras iniciativas que aporten seguridad al entorno laboral.