Las noticias inmobiliarias hicieron tambalearse al Ibex 35. Resultó, como temíamos, ser un patrón consolidativo el harami de las dos últimas jornadas.
Situación de corto plazo:
El miedo parece que llega al mercado y eso se lee bien en la aceleración del movimiento bajista. Con todo, ni se alcanzaban ayer niveles de soporte clave, que no empiezan antes de los 10.750 puntos, ni parece que tengamos un volumen suficientemente elevado como para hablar de abdicación.
Desde la ruptura de los 13.000 puntos con los que Bolságora abandonó el barco del Ibex para trading - tras haberse subido en los 13.400 -, el volumen se ha mantenido sensiblemente elevado; siendo un elemento que ha reforzado la credibilidad de la caída y que nos dice que esta es una tendencia bajista con todas las de la ley.
El volumen decrece en algunas fases de la recuperación y se expande en algunas del descenso. Ha ayudado a la hora de tomarse en serio la pérdida de los 13.000 puntos, pero para que éste nos ayude a detectar un eventual suelo temporal deberíamos ver un incremento adicional del mismo en las próximas jornadas, a ser posible cerca de la base del canal bajista experimental que marcamos en el gráfico adjunto, cosa que no sucedió ayer. Sin ello, puede que ya se perciba el miedo, pero quedan dudas de que éste sea auténticamente suficiente.
Situación tendencial:
La pérdida de los mínimos anuales reafirma al índice en su situación bajista. No parece que pueda existir una recuperación fuerte sin que los precios se muevan antes hacia los 10.500/10.750 puntos. A medio/largo plazo, el objetivo de caída del Ibex 35 está en los 9.000 puntos. Parece difícil ver al índice por encima de los 12.500 puntos sin que se haya conseguido ese objetivo.