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Comienza la semana: ¿El rescate de IndyMac es la capitulación?

Bolságora
14/07/2008 - 2:41

El paralelismo con la quiebra de Bear Stearns es evidente, pero hace falta mucho rebote para confiar en un suelo del mercado. Este fin de semana pasó lo que tenía que pasar: cayó el primer banco comercial en EEUU víctima de la crisis de crédito, IndyMac, el quinto banco del país y el segundo hipotecario, que fue nacionalizado. Se trata de la primera quiebra bancaria desde Continental Illinois en... 1984.

Además, Bernanke tuvo que abrir el viernes la ventana de descuento a las hipotecadas semipúblicas Fannie Mae y Freddie Mac para que obtengan toda la liquidez necesaria para evitar la quiebra.

A priori, se trata de noticias tremendas, que culminan el enorme sufrimiento del sector financiero en los últimos meses. Y que, en consecuencia, deberían provocar el pánico absoluto en las bolsas mundiales esta semana, después del desastre de la pasada (sobre todo en Europa). Sin embargo, los comentarios este fin de semana en EEUU no eran tan apocalípticos como cabía esperar. De hecho, es muy posible que esta semana (incluso en la misma sesión de hoy) vivamos un fuerte rebote.

La razón para esta tranquilidad es el evidente paralelismo de la situación actual con la quiebra y posterior rescate del banco de inversión Bear Stearns en marzo: se trata de una quiebra de una importante institución financiera precedida de un duro desplome del mercado -en especial de dicho sector- en medio de un panorama desolador y con un pesimismo extremo entre los inversores. Y, como recordarán, el rescate de Bear Stearns por JP Morgan con la mediación de la Fed marcó un suelo del mercado y una remontada del 12% en el Dow Jones (y del 13% en el Ibex).

Así pues, ahora podría ocurrir lo mismo y lo ocurrido este fin de semana marcaría la capitulación bajista, es decir, el momento en que se rinden los alcistas ante el derrumbe del entorno y el mercado alcanza su suelo. Y nos aprestaríamos a vivir una importante recuperación que puede restañar -siquiera en parte- las heridas por las que se desangran los inversores e incluso permitir una jugosa ganancia a los más agresivos.

Ahora bien, no lo den por seguro. Aunque las condiciones son ideales para que esto ocurra, la semana pasada no tuvimos un desplome que pueda calificarse de capitulación en EEUU. En Europa sí, sobre todo en el Ibex, con la caída a plomo del viernes. Pero el asunto de IndyMac es norteamericano, no español. Así que todavía faltaría el acto final de la tragedia, el batacazo definitivo antes de la recuperación.

Por otro lado, aunque el sector financiero es una de las grandes preocupaciones del mercado, no es la única. De hecho, hasta la semana pasada parecía que la única era el petróleo... y no olviden que el viernes alcanzó un increíble récord de 147 dólares. Y luego está la economía y el escenario de estanflación, mucho más claro ahora que en marzo. Esta semana tendremos datos importantísimos que, en caso de decepcionar, pueden abortar cualquier recuperación. Las estrellas serán el IPC y las actas de la Fed (miércoles), y las ventas minoristas (martes).

Pero no serán los únicos, porque la semana parece un campo minado. Completarán la agenda los precios de producción, el índice Empire State, los inventarios (martes), la producción industrial, el índice de precios de vivienda (miércoles), las viviendas iniciadas y el índice de la Fed de Filadelfia (jueves).

Con todos estos obstáculos, hace falta que el hipotético rebote sea muy fuerte para poder empezar a confiar en un suelo del mercado. Por otro lado, tampoco olviden que un rebote a corto plazo, aunque sea del 12%, no implica que el mercado vuelva a la tendencia alcista: tras el suelo de marzo, las bolsas hicieron techo en mayo y se derrumbaron hasta perforar por mucho los mínimos marcados con el rescate de Bear Stearns.

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