A juzgar por la evolución bursátil del fabricante automovilístico galo, que pierde cerca del 2,4% a estas horas, al mercado no parece cuadrarle la posibilidad de que entre en el capital de General Motors (GM) para consumar una 'santa alianza' en la que también participaría la firma japonesa Nissan, que ya es 'socia' de Renault. Y es que en principio, según se dice por el mercado, el supuesto acuerdo no tendría sentido geográfico porque la firma francesa ya tiene acceso a EEUU través de Nissan. Por su parte, Goldman Sachs opina también que no existe mucha lógica en la operación porque Renault está embarcada en una gran reestructuración y GM le quitaría recursos. En cuanto a Nissan, tampoco le ven sentido porque la marca nipona ha triunfado en EEUU por oponerse a los grandes de Detroit, y ahora no tendría sentido convertirse en uno de ellos.