Nueva York trató ayer de prolongar la alegría de la semana pasada, retomada el viernes. Pero, después de una apertura alcista, los índices se vinieron abajo y acabaron en negativo, en lo que los analistas llaman una vuelta bajista ('reversal') en un día. Se trata de un signo de debilidad que augura mayores descensos a corto plazo.
No obstante, las caídas fueron muy moderadas: del 0,44% para el Dow Jones y del 0,53% para el S&P 500. El dinero que salía de los índices tradicionales buscó acomodo en el Nasdaq, que sólo recortó el 0,12%.
Aunque el movimiento no es alentador para los alcistas, la tendencia alcista sigue mandando y no deja de ser normal cierta corrección después de una subida como la que provocó la bajada de tipos de la Fed hace una semana. Máxime cuando hay grandes incertidumbres sobre los próximos datos económicos -hoy conoceremos dos muy importantes, la confianza del consumidor y la venta de viviendas usadas- y mucho temor a que aparezcan más malas noticias sobre la crisis de crédito.
Este temor se plasmó ayer en caídas generalizadas entre los gigantes financieros. Además, General Motors pagó con una caída del 0,6% la convocatoria de una huelga en todas sus plantas de EEUU tras el fracaso de las negociaciones con los trabajadores, y American Airlines se desplomó el 14,4% por culpa de un 'profit warning'. En el lado positivo, Microsoft subió el 1,5% por las grandes expectativas generadas por su juego 'Halo 3' para Xbox.
En otros mercados, el dólar tocó un nuevo mínimo histórico frente al euro, que llegó hasta 1,4130 dólares aunque cerró en 1,4083. El que se tomó un respiro fue el petróleo, después de que pasara el temor a una nueva tormenta tropical; pero el respiro fue muy ligero, de 67 centavos hasta 80,95 dólares. Los bonos invirtieron la tendencia de los últimos días y subieron en precio, con lo que su rentabilidad cayó al 4,62%.