Nuevo día de ganancias, que acercan ya al índice a la primera zona de gran resistencia, delimitada por el segundo de los tres huecos bajistas dejados en el desplome de finales de febrero y la primera resistencia horizontal, por los 14.410 y los 13.360 puntos respectivamente.
Situación de corto plazo:
Con algo más de volumen, la jornada fue de ayer fue de continuidad en el rally alcista que venimos viviendo desde el pasado miércoles, aunque al cierre se dejó una vela de hombre colgado que señala resistencia a corto plazo; algo que, por otro lado, es de esperar tras un atracón alcista como el vivido desde los 13.600 puntos, sin receso de ninguna clase.
El debate entre los dos posibles escenarios de corto/medio plazo, uno para ruptura alcista en doble suelo sobre zona clave, de perfil netamente alcista, y otro bajista, el de fallo en zona de resistencia para recaída y confirmación de pauta de cabeza y hombros (gato muerto) sigue sobre la mesa. En principio, y tal y como hacíamos sobre los 13.600 puntos augurando al menos un movimiento hacia los 14.000/14.400 puntos tras el fallo de ruptura bajista, hay considerar que siendo la tendencia de medio plazo alcista mientras no se demuestre lo contrario (para lo que hay que perder los 13.550 puntos), siempre debe concederse al menos algo más de probabilidad a la victoria de ésta, al lado alcista, que al oso.
Situación tendencial:
Empieza a difuminarse el cambio de tendencia y va creciendo la sensación de que las velas bajistas mensuales desplegadas en febrero, pese a toda su violencia y volumen negociado, pueden ser finalmente un simple alto en el camino en un movimiento lateral de cierta intensidad. Una corrección más en tiempo que en profundidad. Como hemos venido comentando, sólo la pérdida de la zona de los 13.550 puntos (por confirmación de figura de vuelta en cabeza y hombros) sería nítidamente bajista en tendencia. Mientras eso no suceda, en la tendencia de fondo, el toro sigue mandando. Eso sí, si llegase a suceder, huya.