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La bolsa corrige, pero esto no es mayo

Carlos Doblado para Bolságora
3/12/2006 - 23:48

Con el dólar nuevamente como gran protagonista, la renta variable se dejó llevar a la baja con una sensibilidad que algunos no recordaban. Pero la sangre no llegará al río esta vez.

Decía la semana pasada que tocaba descansar, y que si el Ibex caía 1.000 puntos seguía siendo tan alcista como si los subía. Se intuía el alto en el camino, que no por esperado y augurado por la mayoría (muchos cientos de puntos antes de que sucediese, por cierto) resulta ahora demasiado inquietante para muchos inversores a los que cuesta soportar el beneficio cuando es alto o, y esto es peor, a los que tienen pérdidas por haberse incorporado demasiado tarde al movimiento alcista como para gestionar su operativa con tranquilidad.

Bolságora tiene la costumbre de someterse a lo que el mercado dice, y no a lo que le gustaría que pasase ni a los deseos del sector. Por ello, cuando he visto una corrección con posibilidades estructurales no me han dolido prendas en virar ciento ochenta grados las expectativas de inversión y comerme mis propias palabras. La tendencia en la que se opera es de plazo menor al largo término para casi todo el mundo que se toma la bolsa en serio.

Operando, lo de donde dije digo, digo Diego está a la orden del día para cualquiera que pretenda sobrevivir moviéndose activamente dentro de esta jungla que es el mercado. Pero en esta ocasión no me parece que el descenso de la renta variable pueda hacer sangre de verdad, como pasó en mayo, de modo que no voy a alterar el discurso alcista.

Los motivos para considerar que la actual corrección nada tiene que ver con la de entonces son muchos. De hecho, salvo una volatilidad muy baja y el aumento del clima optimista nada es parecido.

¿Diferencias con mayo?

En lo que se refiere al contexto de la renta variable hay que señalar que no se están produciendo pautas bajistas análogas a las de mayo en gran cantidad de índices. Salvo el Eurostoxx (donde yo me inclino porque estamos en una bandera - abc - y no ante una figura de cabeza y hombros), y el Footsie inglés, ninguno de los principales índices parece deteriorado. Y es muy importante resaltar que, olvidando por un momento el Ibex35, la caída no se produce después de una subida suficiente, especialmente en tiempo, si se tiene en cuenta que la última crisis - la de mayo - está aún en la retina de muchos.

En mayo la inestabilidad fue especialmente agresiva en los segmentos más especulativos del mercado global, es decir los países emergentes y las materias primas. Japón no escapó a la criba. Pero curiosamente, esta semana hubo grandes subidas en Japón, y el MSCI Brics (principal benchmarck de renta variable de los mercados emergentes) habría subido ligeramente desde el 23 de noviembre, fecha en la que se inició el correctivo en curso.

Tampoco han aumentado las diferencias de tipos (spreads) entre los bonos emergentes y los bonos americanos, mientras que en la semana del 10 al 16 de mayo se elevaban en más de 50 puntos. O lo que es lo mismo, las primas de riesgo no se han inmutado.

Las materias primas vivieron un oscuro momento en mayo. De hecho es la parte del mercado global que se ha recuperado en menor medida junto a Japón desde entonces. Pero esta semana de fuerte castigo para la renta variable europea y norteamericana ha traído sensibles alzas en las materias primas (y en los sectores bursátiles asociados). Probablemente tras esto se encuentre el estupendo comportamiento relativo de los BRIC.

También es completamente distinto lo acontecido en la renta fija. Los tipos largos han caído, pero en ningún momento con intensidad propia de un vuelo hacia la calidad como el que vivíamos en mayo, cuando los inversores repatriaron su dinero de forma masiva hacia los bonos americanos y el dólar. El billete verde subió entonces, y sin embargo ahora se desploma. Y aunque el mercado parece tomárselo por el momento muy mal, para mi se trata de una excusa que le ha venido muy bien a la sobrecompra general para corregirse tras el rally de los últimos tiempos. Nada más.

Decir que el mercado no puede soportar una caída del dólar es desafiar el pasado reciente de la actual tendencia alcista de fondo en renta variable, que arrancó en 2003 con un euro en la paridad frente al dólar y a la que no preocupó en absoluto un rally hasta los 1,35.

En lo que respecta a la situación gráfica de los índices de renta variable, es cierto que en Europa ha habido cierto deterioro tras ser incapaz el Eurostoxx 50 de superar los 4.120 puntos, una zona de gran resistencia en el largo plazo, y que el Ibex ha cerrado con una fuerte vela negra el último hueco alcista semanal. Sí, el doji del que les hablaba la semana ha pasado factura, pero sigo pensando que no presagia un cambio de tendencia sino un alto en el camino.

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