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Pablo González, TRIVU: "Queremos impulsar una nueva generación joven unida bajo una misma forma de afrontar la vida con proactividad"

  • El 68,2% de los encuestados considera que la universidad no les prepara
  • "No somos una agencia de colocación ni nos dedicamos a pescar talentos"
  • "Somos un puente entre las compañías y los retos que estas tienen"
Pablo González Ruiz de la Torre, CEO y fundador del ecosistema internacional de talento joven TRIVU

Noelia García
Madrid,

Pablo González Ruiz de la Torre, CEO y fundador del ecosistema internacional de talento joven TRIVU, compañía que creó con tan solo 19 años, nos cuenta que son un puente entre las compañías y los retos que estas tienen y el talento y las capacidades que tienen.

Según el estudio "Percepciones y expectativas sobre educación y trabajo. ¿En qué punto estamos?", en el que analiza si las compañías están preparadas para seguir siendo competitivas en un mercado cada vez más cambiante, así como para acoger a los perfiles necesarios para que se produzca esta transformación, se destaca que los jóvenes estudiantes y recién graduados no se sienten capacitados para entrar en el mundo laboral, algo que también perciben, y en mayor medida, los responsables de RRHH de grandes compañías. Además, el 68,2% de los encuestados por TRIVU considera que la universidad no les prepara para el mundo laboral actual. Y que el 60% de los perfiles ejecutivo cree que su compañía no atrae al talento joven dada su escasa preparación digital.

Trivu es el ecosistema global que impulsa oportunidades para conectar, activar y potenciar talento joven con el objetivo de generar impacto real. Tiene una mentalidad joven y ayuda a organizaciones públicas y privadas a resolver sus retos de Transformación Digital y Cultural. Para ello, cuenta con una metodología de Open Talent gracias a la cual es capaz de crear equipos de trabajo 'pop-up' (de usuarios finales y expertos), para poder conectar el mejor talento del mercado con las necesidades y retos concretos de cada organización a la que ayuda.

"Diseñamos y construimos eventos con un formato y un contenido radicalmente diferente, con el objetivo de poder activar el talento y el potencial"

Pablo indica que "dividimos Trivu en tres ejes. La primera parte la forman todas las comunidades con las que trabajamos a nivel de talentos. Estas comunidades están formadas por todo tipo de perfiles, es decir, personas con todo tipo de caracteríticas. Aquí trabajamos con estudiantes, emprendedores, profesionales, con muchas empresas y organizaciones, universidades y escuelas de negocio, etc. Lo que hacemos es generar comunidades con ellos para, de alguna forma, dinamizar y llegar a mucha más gente. La segunda parte es la parte de las experiencias, en donde diseñamos y construimos eventos con un formato y un contenido radicalmente diferente, con el objetivo de poder activar el talento y el potencial de todas esas comunidades. Y, por último, tenemos la parte de retos, en donde tras haber conectado todo el talento, pretendemos potenciarlo y retarlo mediante retos que lanzamos con compañías".

¿Sois una agencia de colocación?

No somos una agencia de colocación ni nos dedicamos a pescar talentos, lo que hacemos es dinamizar ecosistemas de talento y hacer partícipes a las empresas para que ayudándolas en ese proceso de entender cómo el talento se comporta hoy en día, puedan hacerlo de forma autónoma. Es decir, queremos ser un partner de transformación, que actúe generando oportunidades reales para que el talento se conecte, se active y se potencie, por un lado, y por el otro que se capaz de acompañar a las empresas en su proceso de transformación generando proyectos que nacen de retos concretos que tienen de transformación y generando equipos líquidos de talento que dinamizamos para poder ayudar a las compañías. Al final somos un puente entre las compañías y los retos que estas tienen y el talento y las capacidades que tienen.

Entonces, ahora el reclutamiento a través de headhunting, ¿ya no sirve?

Sí que sirven pero para determinados tipos de perfiles, como los altos puestos de dirección, que es una selección mucho más minuciosa y precisa, pero sí que es cierto que el mundo del empleo está cambiando y nosotros lo que intentamos hacer es aprovechar, en el buen sentido, este nuevo paradigma hacia el que vamos, que se resume en mucho más trabajo colaborativo y ayudar a las compañías a que a ese talento al que no llegan lo puedan hacer a través de proyectos que nosotros construimos. No considero que el headhunting vaya a desaparecer por ahora, pero sí el modelo tradicional de pescar talento sin sentido.

"Cada vez hay más una masa crítica de gente que apuesta por el emprendimiento y la innovación, porque realmente quiere adaptarse a los nuevos tiempos"

Los expertos indican que la generación de los Millenials ya no buscan un trabajo tradicional, ya no están mucho tiempo en la empresa, buscan un salario determinado, buscan flexibilidad, entornos mucho más flexibles, horizontales, etc. Pero, ¿realmente esto es cierto?

Nosotros hemos llevado a cabo dos o tres estudios este año. Uno de ellos estaba más enfocado a qué es lo que la gente joven busca. A nivel cultural en España observamos que está muy polarizado, es decir, cada vez hay más una masa crítica de gente que apuesta por el emprendimiento y la innovación, porque realmente quiere adaptarse a los nuevos tiempos. Personas que no por un tema de dónde vienen ni en qué colegio han estudiado, pero han ido por ese camino, aún así sigue habiendo una gran parte de la sociedad joven actual en España que sigue prefiriendo lo tradicional. En este contexto, confluyen una misma generación con dos paradigmas muy diferenciados, pero la realidad es que el mundo al que vamos es uno. Es decir, hacia donde vamos es un mundo más conectado, más colaborativo, mucho más cortografista en todos los sentidos, y eso sí o sí va a cambiar el mundo del empleo. Yo no creo que sea tanto un tema de qué es lo que tú quieras o no quieras hacer, sino de cómo está cambiando el mundo y cómo tú puedas enfocarlo para poder adaptarte.

La realidad es que estamos viendo que los tipos de contrato están cambiando, la forma en la que la gente busca trabajo es diferente, que las compañías están cada vez más preocupadas porque no llegan al mejor talento, no en cantidad pero sí en calidad. Por calidad no me refiero a la formación más técnica, sino a las "softskills", que es esa capacidad de poder empatizar, de poder trabajar en equipo, de negociar, y esta formación es muy escasa y es lo que hace falta en un mundo como el de hoy, porque por mucha tecnología que haya, esto va de personas.

"Hay una parte de responsabilidad del sistema educativo que tiene que adaptarse"

¿Habéis pensado en Escuelas de negocio o universidades?

Tenemos una iniciativa que hemos lanzado que se llama "The Trive" y lo que estamos haciendo es identificar habilidades que creemos que son básicas para nuestra generación y lo hacemos en formato afterwork, es decir, convocamos a un grupo grande de jóvenes y vamos repitiendo cada mes dos o tres sesiones y dinamizamos para llegar a gente de este tipo. El problema es que hoy en día este tipo de formaciones no pueden ser impulsadas por la universidad tradicional.

¿Qué ocurre con la educación informal?

Efectivamente hay cosas que aprendes viviendo experiencias, entonces, si al final pretendemos que la gente salga de la universidad sin haber vivido lo que es la vida de verdad, difícilmente van a venir con habilidades. Tampoco podemos juzgar y criticar a la nueva generación, porque en ningún momento se les ha enseñado en el sistema educativo actual. Lo que diferencia a unos de otros es la inquietud. Yo por ejemplo he estudiado ADE en el IE, que es una universidad muy potente de negocios, y en la vida me han dado clase de ventas cuando al final, una vez que tú montas una empresa una de las partes fundamentales es la venta. Y no sólamente en el IE, sino que en ningún grado en ADE en España hay clase de ventas. El propio entorno internacional y de gente de todo tipo de perfiles te impulsa a desarrollar determinadas habilidades sociales que hacen que luego tú puedas llegar a ser bueno vendiendo. Es cierto que hay una parte de responsabilidad del sistema educativo que tiene que adaptarse, y hay una parte de inquietud propia del alumno.

Toda esa gente que está en la parte de la comunidad del talento, ¿tiene esa inquietud o la gente que viene, lo hace únicamente por probar?

Hay de todo, pero quien se apunta a Trivu un mínimo de inquietud tiene. Sí que es cierto que a la comunidad se puede apuntar cualquiera, es totalmente abierta y gratuita para cualquier persona en cualquier parte del mundo. No obstante, las oportunidades que vamos lanzando, ya sean eventos, retos con empresas, etc, los participantes se pueden apuntar y aquí filtramos los perfiles que participan, pero es totalmente abierta y libre a cualquier persona en cualquier parte.

¿Cómo agitas a las personas que no tienen inquietudes ni curiosidad para que despierten?

Algo que he aprendido en los últimos años es que todo estilo de vida es legítimo, en el sentido de que muchas veces los que nos autoconsideramos inquietos, tendemos a criticar o a juzgar a aquellos que vemos más "paraditos". Sí que es cierto que es una pena ver a gente de 24 años que ya habiendo estudiado algo ya ha cumplido sus objetivos, porque tú puedes cambiar el rumbo de tu vida en cualquier momento. Lo que solemos hacer aquí nosotros es en el primer eje, hacer eventos para activar el talento y la inquietud de las personas a la hora de afrontar su futuro profesional. El contenido que lanzamos en este evento es entender qué pasa en el mundo y qué puedes hacer tú de forma diferente para realmente perseguir tu pasión y hacer aquello que te gusta. La misión de Trivu es no cambiar a nadie, lo que queremos es sembrar la inquietud, la duda, la pregunta. El propósito es impulsar una nueva generación joven de actitud unida bajo una misma forma de afrontar la vida con esa proactividad, ese entusiasmo, esas ganas de comerse el mundo, para que realmente la transformación que estamos viviendo no se viva desde la agonía.

Sin embargo, la realidad que tenemos es que cada vez hay más gente que se apunta a las Oposiciones...

Según los estudios vemos que la cantidad de gente que quiere emprender, crece, pero no según lo previsto. También es cierto que aquí en España tenemos dos grandes problemas para las personas que quieran emprender que es el propio ambiente cultural, que sí, comos un país súper innovador, pero no se tiene en cuenta la cultura del esfuerzo ni se premia el que la gente pueda equivocarse y aprender de ello. No obstante, cuando no premiamos dos cosas que son básicas para la innovación, es difícil que la gente se lance a ello. Además, hay una parte contextual, que tiene que ver con la regulación y toda la parte legal, fiscal, etc, que hace que cualquiera que quiera emprender, a nada que vea lo que tiene que empezar a pagar y lo que tiene que ingresar para poder mantener cualquier cosa, hace que se te caiga todo al suelo. Por lo que es cierto que ni legal ni regulatoriamente se promueve y se fomenta que la gente emprenda, cuando vemos que este país se mantiene por las PYMES y por otro lado, la parte cultural que no tenemos.

¿No crees que durante los años de la crisis muchas universidades, incluso las escuelas de negocio, aceleradoras apostaron por el emprendimiento o se generó esta palabra para la masa de desempleados que había? Es decir, ¿llegó el emprendimiento por obligación no por una motivación real o inquietud de una persona?

Yo hice mi trabajo final de la carrera sobre esto, sobre la evolución del emprendimiento en los últimos 10 años, es decir, desde el año 2007 hasta el 2016, cuando ya salimos de la crisis y sí que es cierto que la parte de emprender por obligación o por necesidad era una de las razones por las cuales el emprendimiento había tenido tanto bombo en España, ya que en los últimos años se ha puesto muy de moda siguiendo el modelo de Estados Unidos y poco a poco emprender se ha ido haciendo un hueco en la sociedad actual. Hoy en día con las facilidades tecnológicas es mucho más fácil que emprender que hace veinte años. Si tenemos en cuenta este modelo en España, sí que es verdad que ha habido una parte de emprender por necesidad, pero este emprendimiento no es el que más éxito tiene, porque cuando uno emprende por necesidad, muchas veces hay cosas que de base no están claras. Por otra parte, se vende una cara del emprendimiento excesivamente positiva, como si todo el mundo pudiera ser millonario y triunfar, pero no es así. Yo no soy un defensor de la frase "si quieres, puedes", porque yo creo que si uno tiene la convicción de algo, lucha hasta el final, pero no necesariamente tienes que acabar donde tú quieres acabar, sino que al final la vida te va llevando por muchos sitios. Entonces, si tú estás convencido de algo, lucha, pero no pienses que si no estás en el punto en el que inicialmente te imaginaste, has fracasado, porque el proceso de aprendizaje y las experiencias que has vivido configuran un máster vital de por vida.

Además, hay muchas iniciativas que salen que se piensan que son pioneras, que son creativas, y realmente detrás no hay ningún estudio, ni análisis de mercado, es decir, no hay una investigación previa para ver si la idea va a cuajar y a prosperar. De hecho, hay muchas iniciativas que son similares: se lanzan al mercado a ver si triunfan y en tres años desaparecen...

Una cosa que hemos hecho bien en Trivu es que nosotros nunca hemos tenido ningún tipo de inversión externa, es decir, hemos crecido siempre cuando nos han contratado y hemos crecido en base a generar y vender valor. Esto nos ha permitido crecer al ritmo que podíamos crecer y lo hemos hecho de una forma muy sostenible, muy pautada y muy a base de no parar de trabajar.

¿Cómo ha sido el proceso de start up de Trivu?

Bueno nosotros teníamos el foco centrado en la gente joven y nos dimos cuenta de que estábamos dejando a mucha gente joven fuera y quisimos dar el salto a Trivu de cualquier persona en cualquier lugar que compartan esa actitud. Nos hemos hecho mayores pero sin dejar de ser jóvenes.

¿Cuáles son vuestras estrategias a corto plazo?

Ahora mismo estamos en un proceso interno de profesionalización de mejorar el equipo y la capacidad que tenemos de poder desarrollar proyectos cada vez más grandes, es decir, no perder la esencia que tenemos en Trivu, pero mejorar quiénes somos, cómo estamos y cómo trabajamos. También queremos mejorar los procesos sin perder la esencia fresca que tenemos pero sí para poder ser eficientes. Estamos en un proceso de diversificación a nivel sectorial y geográfico de crecer a más países. A día de hoy tenemos oficinas en Madrid y Barcelona, pero hemos hecho proyectos en países como Portugal, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia e incluso en Singapur y estamos creciendo cada vez más. Nosotros en la parte de retos, trabajamos tanto el mundo del negocio como en retos de talento de personas y en la parte de negocios hemos hecho proyectos, por ejemplo, con Aristocrazy, donde lo que hicimos fue trabajar con ellos para reinventar la experiencia de marca, sobretodo centrada en la nueva mujer millenial, es decir, cómo la mujer millenial de hoy en día consume joyería y lo que hicimos fue trabajar con muchas mujeres en España, primero entendiendo qué es lo que buscaban, y segundo, con expertas en diseño de interiores, de marketing, etc, para transformar tanto la experiencia en tienda, como toda la parte de consumo de joyería a nivel digital.

¿Entonces lo que hacéis antes es un análisis de experiencias previo con mujeres reales físico?

De todo, tenemos tanto metodología online como offline. En cada proyecto reto tenemos tres fases. La primera es de entender la empresa, es decir, entender dónde estamos y haciad dónde vamos, qué es lo que nos preocupa. Trabajos de una forma interactiva y muy potente y tratamos de entender dónde está el problema. A continuación trabajamos con expertos en nuestra comunidad para concretar soluciones y la última fase es la implementación de las mismas.

En Trivu estáis aproximadamente 20 personas fijas pero, ¿para hacer los retos contáis con más gente?

Efectivamente. El modelo es colaborativo, es decir, somos 20 del equipo Trivu, las empresas, y luego tenemos a miles de personas en todo el mundo que se suman a proyectos y los contratamos para que hagan funciones en concreto. Se trata de un trabajo por proyectos y cada vez vemos más mucha gente que quiere esto.

¿Cómo fue el proceso de crear Trivu?

Todo empieza en el año 2014 cuando yo tenía 18 años y acababa de empezar la universidad. Estuve viviendo en Londres y Canadá y cuando llego aquí me doy cuenta de la cantidad de oportunidades que hay y el mensaje negativo que está impregnado en las personas. Yo soy un defensor absoluto de lo mucho que vale este país, de todo el potencial que tenemos, a pesar de que hay cosas que hay que mejorar. En enero de 2015 montamos un evento y trajimos a 200 jóvenes de todo el mundo con 15 ponentes también jóvenes que eran ejemplos de cómo con esa edad no les limitó su juventud, sino todo lo contrario. Esto tuvo mucho impacto en la prensa y conseguimos sembrar en España la inquietud de empezar a hablar de todas las cosas buenas de esta generación. A raíz de esto empezamos y conseguimos que nos llamaran cada vez más compañías.

¿Cómo conseguís atraer a las dos bases: players y talento?

El talento lo atraemos a través de las redes sociales, básicamente a través de las tres bases que comentaba antes, es decir, la parte de las comunidades nos permite llegar a acuerdos con todo tipo de "talent pulls(?)", la parte de eventos nos permite llegar a mucha gente y la parte de retos igual. En definitiva, a base de comunidades, a base de acuerdos, de redes sociales, charlas, prensa, es una suma de todo.

Hablabas antes del tipo de profesional que ya no va a estar en el mismo entorno, en la misma empresa, en el mismo sector, tú con tu perfil flexible durante este tiempo, ¿dónde te quieres ver dentro de cuatro o cinco días?

Pues la verdad es que ni lo sé ni lo quiero saber, porque si me hubieran preguntado esto hace cuatro años en la vida me hubiera imaginado verme donde estoy y creo que es parte de lo emocionante de la vida. Tengo claro que quiero hacer algo que me guste, siendo feliz y estando tranquilo de donde estoy es donde quiero estar y con la gente que quiero estar.