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La Tomatina: de trifulca vecinal a fiesta internacional
- Este famoso evento se celebra el último miércoles de cada agosto
- Esta edición se emitirá en las televisiones de Corea del Sur y Australia
Ángel Martínez Medina
Madrid,
El tomate es uno de esos alimentos indispensables en nuestra dieta diaria gracias a todos los beneficios que nos aporta. También es conocido, producido y exportado a través de una gran cantidad de países. Y además, es el centro del debate sobre si es una fruta o una verdura, una controversia que ya perdura desde el siglo XIX y que nació en los tribunales de Justicia estadounidenses. Por si fuera poco, el tomate es el protagonista de una de las fiestas más importantes y conocidas del panorama nacional. Se trata de la famosa Tomatina que se celebra en Buñol el último miércoles de cada agosto como el evento principal de las festividades de este municipio. Esta fiesta convierte las calles de Buñol en toda una batalla donde los participantes se arrojan los tomates unos a otros durante una hora.
Este evento tiene su origen en la Plaza del Pueblo de Buñol. Un miércoles de agosto del año 1945 un joven se vio envuelto en una trifulca y comenzó a tirar todo lo que encontraba a su paso. Dio la casualidad que se topó con un puesto de verduras y el altercado pasó a ser una batalla de tomatazos entre varios jóvenes hasta que actuaron las fuerzas de orden público. Un año después, el altercado se repitió de forma voluntaria poniendo los cimientos de una fiesta internacional.
No obstante, lo que de verdad conocemos como La Tomatina data de 1957, como afirma el primer teniente de alcalde de la ciudad y responsable de la organización de la fiesta, Rafael Pérez. "La Tomatina se consiguió peleando en una época en la que estaban prohibidas las manifestaciones", explica. El pueblo de Buñol celebró el multitudinario entierro del tomate, una protesta en la que los propios vecinos portaron un ataúd con un gran tomate dentro.
Tras varias décadas de celebraciones, esta fiesta se ha convertido en un evento mundial. La internacionalización de La Tomatina tiene dos princpiales puntos de inflexión. Como cuenta Rafael Pérez, "el primer boom de la fiesta se produce gracias al reportaje de Javier Basilio, emitido en Televisión Española en 1983". Esta pieza llegó a todos los rincones del país y fue la antesala del segundo boom que tuvo lugar una vez que La Tomatina "fuera declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2002", afirma Pérez.
Gracias a todos estos procesos y a su singularidad, esta festividad llega a todos los continentes. "Viene gente de todo el mundo, desde Alemania e Inglaterra, hasta China, Japón, Corea del Sur o Australia, superando en número a los españoles'', afirma el teniente de alcalde. Además, este año se le ha otorgado acreditación a más de ochenta medios de comunicación, incluso el New York Times pretende grabar su propio reportaje. Rafael Pérez confirma que "esta edición será emitida en Corea del Sur en streaming, en directo y también, a través de la televisión australiana".
Este grado de repercusión mundial ha llevado a La Tomatina a ser representada en varios soportes audiovisuales. Por ejemplo, ha sido recreada en la película Solo se vive una vez de Bollywood, la industria Namco incluyó un escenario en el que imitaba la fiesta en su videojuego de lucha Tekken 6 y la factoría Disney la introdujo en uno de sus cortos, llamado Al rojo vivo. Además, el eco de La Tomatina ha hecho que varios países celebren sus réplicas como ocurre en Argentina, Colombia, China o Corea del Sur.
No obstante, toda esta masificación también ha tenido episodios negativos. La edición de 2012 alcanzó los 50.000 asistentes y como afirma Pérez, "fue todo un caos". "La organización se desbordó, todo estaba congestionado y fue una experiencia horrible para todos", explica. A partir de ese mal recuerdo, el Ayuntamiento decidió limitar el acceso a 22.000 entradas. "Esta medida consigue dignificar la fiesta y aumentar la comodidad", cuenta Rafael Pérez.
Pero todos estos éxitos no serían posibles sin una adecuada planificación. La Tomatina comienza a prepararse entre los meses de enero y febrero y ahí es cuando empieza a coger forma. Para esta edición se utizarán 145 toneladas de tomates, según los datos oficiales del Ayuntamiento de Buñol. "Los costes de esta fiesta han ido aumentando gracias a su constante crecimiento y ahora mismo ascienden a unos 140.000 euros", como afirma Rafael Pérez.