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Manuel Reigosa, rector de la UVigo: "Tenemos que utilizar gallego y castellano como fuente de atracción de estudiantes de Iberoamérica"


    Carmen García
    Madrid,

    Manuel Reigosa ha sido elegido el pasado 23 de abril con más de 2.480 votos con un respaldo mayoritatorio de los estudiantes. Además, ha sido el aspirante más votado tanto por los docentes como por el personal de administración y servicios. Bajo el lema de "A universidade das persoas", este catedrático ha basado su programa en la necesidad de invertir más en los protagonistas de la institución.

    Se ha convertido en el sexto rector de la universidad de Vigo tras haber ganado con un 57,55 de los votos. ¿Le sorprendió el resultado?

    Muchísimo, la verdad. No solo me sorprendió ganar, sino que también el resultado final que obtuvimos. Para ser sincero yo ya contaba con trabajar otros cuatro años más en la oposición de una manera mucho más organizada

    ¿Con qué mensaje se presentó a las elecciones?

    Fundamentalmente con un mensaje de cambio, es decir, de cambio de políticas. Hasta ahora, lo peor de la crisis ha hecho sufrir bastante a las personas, hemos perdido personal tanto en administración y servicios como en profesorado. Además, todavía hay personal que está sin estabilizar desde hace años, hay promociones que están limitadas y nosotros pensamos que hay que recortar de otros sitios dentro del presupuesto. Esta fue nuestra línea principal de presentación, además, creemos que durante estos últimos años ha habido muy poco diálogo, muy poca negociación y queremos cambiar esto tanto en los órganos de Gobierno como en los de representación.

    ¿Cuáles son los pilares fundamentales de su programa para los próximos cuatro años?

    Queremos darles el protagonismo que se merecen a aquellos órganos como el claustro o los consellos de campus, queremos negociar con la representación sindical una nueva relación de puestos de trabajo y contar con una oferta de empleo que sea adecuada para las necesidades de la institución y programar la universidad del futuro, especialmente en cuanto a los cuadros de personal docente e investigador, que ahora mismo están un poco bajo mínimos y con un envejecimiento de la plantilla bastante notable. Es importante atraer talento joven que nos permita volver a relanzar el impulso inicial que tuvo la Universidad de Vigo que nos llevó a estar entre las 500 mejores universidades del mundo.

    ¿Qué se propone cambiar en los 100 primeros días de su mandato?

    Esperamos que en el primer claustro y en el primer Consello de Goberno se note este cambio de talante que nosotros proponemos y esto va a llevar el que negociemos tanto con la oposición como con las fuerzas que se presentan al claustro cuestiones que para nosotros son clave y que, además, hay que dejarlas establecidas permanentemente en el tiempo y que sean conocidas como por ejemplo, los criterios para la promoción del personal, que llevamos en el programa y que ya hemos empezado a negociar con la que ahora va a ser la oposición. También queremos empezar a manejar unas comisiones que proponíamos dentro de la campaña para que diseñen la nueva relación de puestos de trabajo. En esas comisiones invitaremos a participar a la comunidad universitaria y muy especialmente queremos que esté presente la oposición.

    Además, hay muchas cosas que queremos negociar con la administración autonómica y las perspectivas en principio son buenas. Los primeros contactos que hemos tenido han respondido favorablemente y creemos que hay bastante campo de actuación para apoyar esa universidad de las personas.

    En relación a las medidas de los colectivos más representativos como estudiantes, PDI, PAS, ¿destacaría alguna en concreto que va a suponer una novedad?

    Yo creo que en todos los casos nuestra línea es siempre la misma. En el PDI, apostamos por dar una oportunidad de promoción a los distintos colectivos de profesores asociados, hasta profesores titulares que están acreditados y que llevan tiempo esperando por una promoción efectiva. En el caso del PAS, ya hemos hablado de organizar de una manera mucho más racional todo el trabajo que tienen. En cuanto a los estudiantes, hemos apostado en apoyarles para que participen en los órganos de Gobierno, pero también en las delegaciones de estudiantes, del recién creado Consello do Estudiantado y también vamos a apoyar mucho el trabajo que se hace de asociacionismo, que consideramos que hasta ahora han tenido un apoyo bastante flojo de la universidad y creemos que son una excelente embajada para nosotros.

    ¿Tiene pensado tomar alguna medida en lo que a internacionalización se refiere?

    Por supuesto, seguiremos apoyando la importancia que tiene impartir clases en inglés porque esto nos permite atraer estudiantes de distintos países, prácticamente de toda Europa y de Asia. Sin embargo, creemos que nosotros tenemos que utilizar gallego y castellano como fuente de atracción de estudiantes de Iberoamérica, por lo que vamos a hacer unas apuestas por la internacionalización real que obligarán a que algunas titulaciones se puedan impartir de forma no solo presencial sino también de manera semipresencial y totalmente virtualizadas. Esta es una apuesta que tienen las mejores universidades del mundo, las anglosajonas evidentemente usan el inglés, pero creo que nosotros debemos mirar hacia Iberoamérica, hacia Portugal, para atraer estudiantes a nuestras titulaciones. Creemos que es urgente captar más alumnos y más en un contexto en el que la caída de la natalidad en Galicia es bastante notable y se empieza a notar ya en las aulas. Entonces, internacionalizaremos como se estaba haciendo hasta ahora a través del inglés, pero también queremos aprovechar la fortaleza del castellano y del gallego para atraer alumnos de otras latitudes.

    Tras las últimas publicaciones que dan a conocer la brecha de género que existe en las carreras científicas, ¿va a tomar alguna medida para intentar reducirla?

    Sí, creemos que esa brecha hay que empezar antes a fomentar que se caiga. En nuestro caso, llevamos una serie de medidas que tienen que ver con trabajo en enseñanzas medias en las que presentamos las tecnologías. Es obvio que hay mucho que hacer y lo tenemos que hacer entre todos. También llevamos muchas medidas de igualdad, que aunque muchos piensen que en una institución pública como la universidad no hay problemas de género, sí que los hay y esperamos también ser una universidad puntera en ese campo.

    Sobre la polémica de los másteres y de como están siendo gestionados, ¿cuál es su opinión al respeto? ¿Cómo tiene la Universidad de Vigo los másteres planteados?

    Yo creo que todavía hay bastante trabajo que hacer porque en la implantación del sistema de Bolonia en España, se empezó la casa por el tejado. Empezamos teniendo másteres cuando todavía no había grados y los que entraban en esos másteres eran licenciados. Ahora mismo hay un pequeño batiburrillo, unos que son profesionalizantes, otros que no lo son. Creo que hace falta una ordenación, pero desde luego tengo que decir que los másteres de la Universidad de Vigo, al igual que el resto de universidades gallegas, son serios. A veces cuando ocurre algo así muy llamativo, se puede llegar a pensar que en otras universidades hay lo mismo. Pienso que lo que surgió ahora es una anomalía, estoy seguro que la Universidad Rey Juan Carlos lo arreglará y desde luego, insisto en que aquí los másteres son muy serios. Todo el trabajo que se hace y se evalúa se lleva a cabo a través de actas, cambiar una nota no es algo sencillo, al contrario, hay bastante control sobre ello. Sí que es cierto que nos gustaría que la oferta de másteres fuera un poco mayor, pero bueno estamos contentos en general con la oferta que tenemos.

    ¿Qué opinión le sugiere que pueda llegar a implantarse el sistema 3+2?

    Yo siempre he pensado que el sistema español comete un error en el 4+1. Es cierto que hay muchas razones por las que se cometió ese error pero no tiene ninguna lógica que busquemos un sistema a través del cual los estudiantes se puedan mover libremente de un país a otro y que haya mucha más compatibilidad de estudios, pero que estemos rodeados por países que tengan esquemas de 3+2 y nosotros 4+1. Es decir, un estudiante que acabe aquí su grado y que quiera hacer un máster en Francia, en Portugal, en Italia, se va a encontrar que los másteres son de dos años y esto lo ha hecho bastante incompatible. Creo que también tenemos que hacer un esfuerzo algo mayor a nivel del país para que más estudiantes cuando terminen su grado, continúen estudios de posgrado y másteres. De esta forma, el grado proporcionará unas necesidades básicas para el empleo, pero, evidentemente, la formación se completará con el máster+grado. En este sentido, nosotros ya hemos apostado por levantar la bandera de que el coste efectivo del máster sea semejante al del grado porque entendemos que hay que incentivar que los estudiantes españoles continúen su formación hasta el final.