Pymes y Emprendedores

Ikatz reinventa las tiendas de fotos y revive Fotoprix

    Valentín Basáñez junto a su socio y fundador de Ikatz, Juan Mendizábal; ambos son directores de la cadena de origen vasco. EE

    María Cupeiro

    Ambas marcas se integrarán bajo la denominación de Fotoprix a medio plazo alcanzando de manera conjunta una red de 150 establecimientos y relanzarán el plan de desarrollo.

    Renovarse o morir. Las tiendas de fotografía Ikatz aplicaron a rajatabla esta máxima desde mediados de los años 2000 para plantar cara a la llegada del mundo digital a la fotografía. Un desembarco que acabó "con aproximadamente el 80 por ciento de las tiendas de fotografía del país", apunta el socio director de Ikatz, Valentín Basáñez. "Nosotros decidimos apostar por los servicios basados en tecnología digital, no solamente revelar copias, luego decidimos abandonar la venta de cámaras y accesorios para centrarnos exclusivamente en los servicios e incorporamos una página web", explica Basáñez.

    Nacidos a finales de los años 70 en el País Vasco, Ikatz resistió la reconversión del mundo de la fotografía convirtiéndose en uno de los grandes operadores del sector tras la adquisición de Fotosistema en 2008 y la de Fotoprix el pasado año. Un camino que no ha sido sencillo: "Nos afectó mucho la crisis, porque implantamos inversiones que no fueron acompañadas por un aumento del consumo", señala Basáñez. De hecho, la empresa llegó a estar en preconcurso de acreedores en 2004. En aquellos años decidieron dar un paso más en su proceso de renovación: "Reinventamos el formato de tienda, manteniendo el tema de revelado, pero la dirigimos al mundo del regalo y la decoración", afirma.

    Superada la crisis, llegó el momento de crecer "para optimizar todas las inversiones en desarrollos tecnológicos", cuenta Basáñez. "Llevábamos años buscando vías de crecimiento rápido y apareció la oportunidad de Fotoprix". La cadena que, como el propio Basáñez señala, fue "la inventora de un sistema que popularizó y democratizo la fotografía". Fotoprix llegó a contar con una red de cerca de 100 tiendas y 400 empleados. En el momento de ser adquirida por Ikatz, en septiembre de 2017, la enseña se encontraba en proceso de liquidación. "Iba a desaparecer", cuenta Basáñez, "nosotros hicimos una oferta para mantener todas las tiendas que tenían operativas. Una red de 51 tiendas propias y 61 franquiciadas además de asumir los 166 empleados de los cerca de 200 que entonces tenía la empresa.

    A partir de ese momento, "estamos en un proceso de integración y de renovación de todo Fotoprix". Un desarrollo que se marca en cuatro líneas: la remodelación de los sistemas informáticos, la renovación de los puntos de venta, el rebranding y la apertura de tiendas que en su día fueron emblemáticas para Fotoprix, como la de La Vaguada en Madrid. Todo ello con una inversión de 2,5 millones de euros entre nueva maquinaria y reconversión de la red.

    En la actualidad, la red de Fotoprix y de Ikatz opera cada una con su propia marca pero "es muy posible que a medio plazo se integren todas bajo el paraguas de Fotoprix", adelanta el socio director de Ikatz. Ambas marcas suman de manera conjunta una red de 150 establecimientos. Asegura Basáñez que la facturación de las tiendas de Fotoprix, que es el segundo operador del país en álbumes digitales, ha aumentado ya entre un 10 y un 15 por ciento desde que adquirieron la firma y muchas de ellas sin realizar aún la remodelación, "solo con los cambios de la política comercial" . Ahora mismo están en un proceso de retomar el contacto con todos los franquiciados de Fotoprix para trasmitirles el nuevo proyecto y si quieren seguir manteniendo la marca "tendrán que seguir nuestro plan", concluye.

    El móvil y los jóvenes, nuevos aliados para los negocios de fotografía

    Lejos de una amenaza, para Ikatz el móvil es una oportunidad. "Ahora los clientes tienen sus fotos en el teléfono, con lo cual la venta por impulso es mucho más fácil que antes cuando había que rebuscar en una tarjeta de memoria o en un ordenador", explica Basáñez. Otro impulso a las tiendas lo dan los jóvenes, "dan mucho valor a la impresión física, pueden manejar muchas fotografías pero se acostumbran a imprimir su recuerdo más valioso en algún soporte físico como tazas, cojines…; eso nos ha traído una gran cantidad de clientes que antes no teníamos".