MMARTINYCA cumple su primer reto solidario para el Sáhara
- La compañía ha formado parte de la aceleradora Lanzadera
EFE
La empresa de abarcas sostenibles MMARTINYCA, en colaboración con la compañía de neumáticos Bridgestone, ha conseguido cumplir el primer reto de su campaña solidaria para construir una pista de baloncesto en el desierto del Sáhara.
La empresa de calzado ha explicado en un comunicado que se han conseguido los primeros 120 neumáticos de los 1.500 esperados, a través de la participación ciudadana desde la plataforma de micromecenazgo 'Kickstarter'.
El apoyo ciudadano servirá para poner en marcha las máquinas con las que se empezarán a reciclar las ruedas para construir la única pista de baloncesto hecha con este material para niños y jóvenes en riesgo de exclusión en el desierto del Sáhara.
La campaña de MMARTINYCA, compañía que ha formado parte de Lanzadera, la aceleradora de empresas impulsada por Juan Roig, está ligada al acuerdo de colaboración que la empresa emergente española ha firmado con la multinacional Bridgestone para utilizar sus neumáticos fuera de uso y reciclarlos para la elaboración de una colección limitada de menorquinas.
Campaña en Kickstarter
La campaña se desarrolla a través de la plataforma Kickstarter con la idea de conseguir la mayor cantidad de neumáticos y lograr construir en el desierto del Sáhara la primera pista de baloncesto hecha con neumático reciclado en África, que no desaparezca con el tiempo, al estar hecha con un material tan resistente.
"He jugado al baloncesto más de veinte años y este deporte es, sin duda, una de mis guías clave de valores, felicidad y aprendizaje. Por ello, cuando creé la marca tenía claro que era un lujo elaborar un calzado que cuida el medio ambiente y que emplea mínimo ocho manos artesanas", ha explicado María Martínez, fundadora de la compañía.
Por cada par de menorquinas que los usuarios adquieran a través de la plataforma de micromecenazgo, se destinará una rueda para el proyecto hasta llegar a los 1.500 que son necesarios para construir una cancha de 300 metros cuadrados, aunque cabe la posibilidad de crear más si se obtienen los recursos suficientes.