Mir Educativo: La oferta de másteres de Secundaria no garantiza un estándar de excelencia
- El Estado ha optado por un procedimiento cómodo.
Noelia García
Educación quiere que el próximo curso escolar 2019-2020, el MIR educativo esté en vigor. Quiere impulsar un programa de formación práctica tutorizada de dos años. Una vez superada la formación inicial (Grado y Máster de profesorado), quiere establecer una primera prueba selectiva que evalúe los conocimientos de la especialidad, así como otros aspectos relacionados con la organización curricular y escolar, la gestión de centros educativos, y la administración y la legislación educativa. Hoy, los alumnos de Educación cuentan con un prácticum que incluye un periodo de prácticas que, en algunas ocasiones, no cumple sus objetivos por falta de tutores o seguimiento de esa labor. El ejercicio de la docencia está regulado como, arquitectura o medicina. Actualmente, se necesita obtener una titulación (grado universitario) y la superación de un proceso de capacitación adicional teórico-práctico (máster).
Los partidarios del MIR apuestan por un equilibrio entre experiencia docente y formación académica, y reforzar el proceso de selección previa y el periodo de prácticas de los aspirantes.
Nuevo modelo de selección
Según el informe realizado por la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela, Los porqués del MIR Educativo, este nuevo modelo de selección/formación inicial del profesorado contribuiría, de un modo efectivo, a promover desde la educación una igualdad real de oportunidades en el tramo inicial. En materia de regulación de la profesión, el Estado ha optado por un procedimiento cómodo que supone, de hecho, la delegación en la institución universitaria de algunas de sus competencias. Sin embargo, tanto en la formación de maestros como en las enseñanzas correspondientes al máster de Secundaria, la calidad de la oferta de las universidades públicas y privadas es tan heterogénea que no garantiza, en modo alguno, unos estándares comunes en lo relativo al alto nivel exigible a la formación profesional inicial de los docentes. Eso no sucede en el acceso a la profesión médica especializada que preserva su carácter nacional. Además, indica que una selección previa incrementa, por sí misma, la calidad de la formación de los candidatos a través de la exigencia. El informe destaca que recupera para el Estado el ejercicio efectivo de una de sus competencias básicas, aporta eficacia y eficiencia de acceso, fortalece el reconocimiento social de la profesión y asegura una formación inicial acorde con las nuevas exigencias de la profesión docente en este momento.
Ciudadanos apuesta por la selección de los mejores aspirantes en base a la excelencia académica y motivacional necesaria para ejercer la profesión. Un examen nacional, con un numerus clausus, tanto en centros públicos como privados. Los aprobados tendrían que hacer una prueba teórico-práctica, el Docente Interino Residente (DIR). Esta propuesta suprime el máster de un año que habilita para la profesión.
Por su parte, el PSOE no quiere una prueba a nivel nacional, pero sí que se hagan exámenes (habilidades y competencias o, incluso, vocación) antes de empezar la universidad, tanto en el grado como en el máster. Asimismo, un año de prácticas con tutores y un seguimiento real.
Por su parte, los sindicatos de Enseñanza de CCOO y UGT critican la implantación, pues creen que será una forma de abaratar el empleo y podría suponer más despidos de interinos. Abogan por una reformar integral del desarrollo de la carrera profesional, en el marco de un Estatuto del Personal Docente del siglo XXI que regule toda la profesión.