La banca paga 6.600 millones por sus depósitos en 2016, el 40% menos
- Los bancos perdieron la mitad de los ingresos por créditos en cinco años
Lourdes Miyar
La banca ha pagado por sus depósitos a empresas y familias un total de 6.593 millones de euros durante 2016. Es la primera vez que la cifra es inferior a 10.000 millones y supone una drástica reducción del 40,29% sobre lo abonado a los clientes el año anterior, cuando alcanzó los 11.042 millones.
Los bajos tipos de interés son los responsables de este recorte. Las entidades cada vez pagan menos por cuentas y depósitos, y empresas y familias abandonan los productos a plazo al no compensar tener el dinero no disponible durante un periodo de tiempo en el que apenas va a rentar.
Según los datos del Banco de España, el tipo que pagan de media bancos, cajas y cooperativas de crédito a los hogares por los depósitos a plazo de su cartera es de 0,30%. Las nuevas operaciones, que recogen la tendencia negativa de los tipos, se pagan de media un 0,11% a cierre de 2016. Mientras las cuentas corrientes tienen una remuneración del 0,06%.
En enero, los últimos datos disponibles, se muestra como los tipos siguen su recorrido a la baja: las cuentas corrientes se remuneran de media un 0,05% para las familias y un 0,10% en las nuevas operaciones de depósitos a plazo.
Esa evolución ha provocado que en los últimos años se produzca un trasvase de los depósitos a plazo a cuentas corrientes, con apenas coste para la banca, y otros productos de ahorro, como los fondos de inversión. Esta tendencia se ha mantenido también durante el año pasado.
Según los datos del supervisor, a cierre de 2016 el saldo de las cuentas a la vista de los hogares alcanzaba los 514.327 millones, un 17,7% más que a final de 2015. Los depósitos a plazo, sin embargo, cerraban el año con un volumen de 235.778 millones, lo que supone un recorte del 12%. Este comportamiento se repite en empresas, cuyas cuentas corrientes han subido un 18%, hasta los 170.154 millones mientras el volumen de los depósitos a plazo baja en casi un 30%, al pasar de 192.392 millones a 135.223 millones.
La cifra pagada a empresas y familias en 2016 por los intereses que generan los depósitos es apenas un 22% de lo que las entidades abonaban cinco años atrás, cuando sobrepasaba los 30.000 millones de euros. Si se compara con 2104, la reducción ha sido del 62% en sólo dos ejercicios.
Dada la diferencia entre el tipo medio pagado en el total de la cartera de depósitos y el que se aplica en las nuevas operaciones, la banca puede disponer aún de algunos trimestres para abaratar la factura por los depósitos de sus clientes, si bien el suelo está ya muy cerca.
El ahorro para la banca en 2016, de unos 4.450 millones de euros, le ha permitido compensar los menores ingresos por los intereses cobrados a hogares y empresas por los préstamos recibidos.
Durante 2016, las entidades financieras han recibido 23.561 millones de euros por la cartera crediticia al sector privado residente. Supone un recorte del 14,8% respecto a lo ingresado doce meses atrás, y 4.100 millones euros en números absolutos.
Estos menores ingresos, como en el caso de los depósitos, se debe a los tipos de interés históricamente bajos y a un menor volumen de la cartera crediticia, ya que las nuevas operaciones aún son menores que las amortizaciones.
A cierre de 2016, la cartera de préstamos de las entidades de depósito por su negocio en España alcanzaba 1,222 billones de euros, lo que supone un descenso del 4,09% respecto al ejercicio anterior. Las hipotecas, con un saldo de 643.454 millones a cierre de año presentan un descenso algo mayor, del 4,45%.
Mientras, los tipos aplicados son cada vez menores. A cierre de año el tipo medio aplicado por el sector en las nuevas operaciones de crédito a la vivienda se situaba en 1,91%, siete puntos básicos menos que en 2015. En empresas, las nuevas concesiones de crédito se hacen a un tipo medio del 2%, 37 puntos básicos menos que doce meses antes.
Tal y como sucede en los depósitos la evolución de los ingresos por créditos es la tendencia de los últimos años y una de las principales razones por la que la banca no consigue unos niveles aceptables de rentabilidad.
En 2011, bancos, cajas y cooperativas ingresaban 56.184 millones por los intereses de su cartera crediticia, más del doble de los que reciben actualmente. Por aquel entonces, el volumen de los créditos al sector privado residente era de 1,715 billones de euros, un 28,7% más grande que la actual, el euribor a un año se situaba alrededor del 2% (ahora está alrededor del -0,1%), y los tipos medios aplicados por la banca para las hipotecas superaban el 3%.
En este contexto, un cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo, que los expertos esperan para mediados o incluso ya en el primer trimestre de 2018, sería un balón de oxígeno para todo el sector europeo, que adolece del mismo mal que la banca doméstica: unos menores ingresos que presionan sus cuentas.
El margen de intereses de la banca en España sumó el año pasado 24.297 millones, un 8% menos que en 2015.