Fujitsu propone a la banca el cajero que reconoce la mano
Antonio Lorenzo
En unos meses podría ser familiar entre los usuarios españoles de servicios financieros. Se trata de un cajero automático capaz de convertir la lectura de las huellas de la palma de la mano en un poderoso sistema de autenticación. El equipo, fabricado por la compañía japonesa Fujitsu, se distingue del resto de sus competidores por la facilidad de uso, eficacia y fiabilidad.
"No hay dos patrones de las venas de las manos iguales en el mundo, ni incluso entre gemelos ni entra la mano derecha o izquierda del mismo individuo", aseguran los responsables de una innovación que se lució la semana pasada en el Fujitsu Forum de Munich (Alemania).
El siguiente paso de la compañía tecnológica será convencer a las entidades bancarias de las ventajas de un método de reconocimiento biométrico sin contacto que, por lo pronto, ya ha seducido al grupo financiero brasileño Bradesco.
A grandes rasgos, la tecnología Palm Secure de Fujitsu permite identificar al usuario de forma correcta, rápida y con un coste de instalación inferior a otros métodos. En el sistema no sólo se han valorado sus reducidas dimensiones sino también las severas condiciones de intemperie en las que trabajará.
La iniciativa de Fujitsu está diseñada para cajeros bancarios callejeros, pero nada impide implantarlos en otros dispositivos, como controles de acceso, impresoras o dispositivos que dependientes de algún tipo de autenticación.
Según explican fuentes de Fujitsu, "la tecnología Palm Secure captura una imagen del tramado de las venas de la palma de la mano a través del reflejo de rayos casi-infrarrojos emitidos". "Las venas -añaden- son elementos internos del cuerpo humano y tienen gran abundancia de múltiples e infinitas características que las diferencian, por lo que asumir una falsa identidad falsificándolas es extremadamente difícil, teniendo en cuenta que la sangre ha de estar fluyendo para registrar la imagen". Entre otras virtudes, Fujitsu destaca que el mapa de las venas no cambia con el crecimiento, sino que se amplía con el mismo patrón.
Además, a través de una aplicación móvil, el usuario puede interactuar con el cajero y realizar las funciones básicas con su smartphone, lo que eleva la seguridad y privacidad.