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Hay otra forma de conseguir los ansiados abdominales
Cualquier monitor de gimnasio te lo confirmará: los hombres estamos obsesionados con conseguir el maldito six-pack. Venga a hacer abdominales sin parar, que ya no hacen nada, y es que como sucede con cualquier otro grupo muscular, tenemos que variar para conseguir los mejores resultados. Estos son algunos ejercicios que te ayudarán.
Comenzamos con los abdominales de remo. Es raro ver a alguien haciéndolos en las salas pero son bastante efectivos. Para ello, nos colocaremos de frente a la polea que agarraremos con una mano. Con la otra nos apoyaremos en el suelo y mantendremos el cuerpo recto y elevado. Los únicos puntos de apoyo serán los pies y la mano, consiguiendo que nuestro abdomen trabaje intensamente.
En las contracciones con polea necesitamos colocarnos de espaldas a la polea de rodillas en el suelo y sujetar el peso por detrás de la cabeza. Llevaremos el peso, a través de un agarre de soga, a los hombros. Toda la tensión recae en la parte abdominal si doblamos la espalda hacia adelante, de modo que sea el vientre el que soporte este movimiento y venza la carga que representa la polea.
Vamos un poco más allá: Crunch suspendido en el aire con una banda elástica. Suena muy espectacular pero es bastante simple. Colocas una banda elástica en una barra fija, y sobre la misma colocamos nuestros pies, apoyando los brazos en el suelo como si fuésemos a hacer flexiones. Y ahora, traes las piernas hacia el pecho de modo que nuestras rodillas casi toque con el esternón. La banda nos aporta resistencia y añade complejidad, pues al estar suspendidos tenemos que contraer todo el core.
Seguro que de éste has oído hablar antes, se llama patada de rana y es ciertamente efectivo. Nos colocamos en un banco horizontal con el trasero y con las manos. Las piernas se quedarán elevadas hacia delante y la espalda hacia atrás como formando una V con el cuerpo. Partiendo de esta postura lo que haremos será llevar las rodillas hacia el pecho y el tronco a tocar las rodillas y volver a estirarlas. Como si fueras una ranita.
Acabamos con una técnica donde introducimos un nuevo elemento: la rueda. Nos colocamos boca abajo con las rodillas apoyadas al suelo (o con las puntas de los pies para hacerlo más intenso). En esta postura y agarrando con ambas manos el eje de la rueda, lo que haremos será rodar hacia delante y hacia atrás la rueda de modo que sea el abdomen el que aguante toda la carga y nos ayude a realizar el movimiento.