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Lakuntza, un asador de hoy con la honestidad del pasado

    Restaurante Lakuntza <i> Imagen: Archivo</i>


    Cocina vasco-navarra y soberbias raciones calientes en su nuevo gastrobar. Los tiempos adelantan que es una barbaridad. Eso decía la zarzuela y eso mismo piensan numerosos dueños de restaurantes que, con gran éxito en tiempos pretéritos, ven como se llega al viejo lema: "Renovarse o morir".

    Los tiempos adelantan que es una barbaridad. Eso decía la zarzuela y eso mismo piensan numerosos dueños de restaurantes que, con gran éxito en tiempos pretéritos, ven como se llega al viejo lema: "Renovarse o morir".

    Así lo han entendido en el antiguo Imanol -de Miguel Ansorena- para, con nuevos y diligentes socios, cambiar el espacio y adaptarlo a los tiempos que corren. Y, como primera medida, cambiar el nombre por Lakuntza, un vocablo que en vasco significa "entre amigos".

    Además de la redecoración total del restaurante, nueva zona informal con barra y mesas donde disfrutar de una atractiva carta de pinchos y raciones. Y ésta última imponente, ya que no sólo se limitan a fríos bocados, como ese delicioso queso manchego en aceite. El chef Mario Hernández está al pie del cañón para ofrecer huevos rotos con chistorra, callos o mollejas a la plancha, entre otras muchas opciones. Todo en un horario ininterrumpido de 13 a 24 horas. El lugar es perfecto donde recalar y comer algo, tomar una copa con todas las garantías cuando cae la tarde o una cena desenfadada.

    En el fondo, la filosofía del restaurante sigue siendo la de siempre, aquella que le hizo ganarse a pulso una fiel clientela: buena materia prima y lucimiento del producto como gran prioridad. Algo aplicable en este caso, tanto al gastrobar como a sus dos comedores, ya más formales, con mesas vestidas al uso y comandados por Soraya Santiesteban como directora, junto a Paz Gámez y Valentín Ruiz, ahora todos socios.

    Estamos ante una cocina vasco-navarra de mercado, plasmada en una oferta que responde cabalmente a las expectativas del cliente de asadores, con gloriosos platos de nuestro recetario elaborados escrupulosamente.

    Muy buenas carnes a la parrilla de carbón de encina, pescados salvajes y verduras naturales llegadas diariamente de Navarra. Déjense llevar por un alegre juego nostálgico para probar sus anchoas a la bermeana, con ajitos y guindilla, o la jugosa tortilla de bacalao; como segundos, grandes clásicos, como la merluza en salsa de cocochas o el jugoso rape. Eso, sin olvidar unas estupendas carnes hechas a la parrilla con carbón de encina: chuletón, entrecot?

    Entre los postres, otro revival, como el arroz con leche, bien ligado y en su punto justo de dulzor. Poseen tres menús, desde 25 euros, con amplias opciones para elegir. La carta de vinos se instala también en el clasicismo con predominio de Rioja y Ribera del Duero, junto a algunas alternativas de otras comarcas, en una acertada selección de etiquetas.