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El bikini de la Primera Dama gala supera la censura mediática
Todos somos humanos, y acorde a nuestra genética natural tenemos nuestros pequeños y grandes defectos física y moralmente. Incluso las y los espectaculares modelos que nos deleitan los ojos desde las portadas de las revistas tienen sus pequeños complejos corporales que los encargados de edición fotográfica se apresuran a borrar con la socorrida varita del Photoshop. Todos somos imperfectos, aunque nos disgusta más o menos que nos lo recuerden.
Quizás por eso a Valerie Trierwelier, la mujer del Presidente galo, no le gusta que la sorprendan cuando se pasea por la playa ligerita de ropa, y dedicó gran parte de su descanso vacacional a evitar las miradas indiscretas de los paparazzi que la seguían furtivamente. Finalmente, ha sido la publicación VSD la primera en conseguir y editar las insantáneas de la Primera Dama Francesa y su marido, François Hollande aparcando las riendas del gobierno y disfrutando de un merecido descanso en la Costa Azul. Una estampa muy familiar de la pareja acompaña el título 'Normal hasta el traje de baño', donde él viste un bañador de pata color azul y ella un discreto bikini negro de dos piezas.
A pesar de las "presiones amistosas" que admiten haber recibido el Editor Jefe Adjunto de la publicación y sus compañeros de las revistas Liberation, Voici o Grazia, las instantáneas de una de las parejas del panorama francés más perseguidas por los fotógrafos han visto la luz, aunque con dos semanas de retraso.
Cabe esperar la reacción de los protagonistas cuando las descubran y distinguir en qué está motivada: ¿exceso de timidez o celo por su derecho a la intimidad?