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Los Starbucks españoles de Liz Muller

    Exterior de Starbucks en la calle Fuencarral de Madrid.


    Si hace unos días hablábamos sobre dos Starbucks de diseño especial en dos lugares del mundo como Japón o Amsterdam, esta vez miramos "nuestro propio ombligo" y descubrimos dos Starbucks en Madrid y Barcelona, que estamos seguros de que no conocías.

    La "cultura del café en vaso de cartón" está muy arraigada en la juventud española, por eso Liz Muller, directora del departamento de diseño de Starbucks, ha elegido a las dos ciudades más importantes de nuestro país para renovar el espíritu "starbucksniano" y diseñar dos cafeterías muy especiales. Muller quiso inspirarse en el espíritu de cada ciudad y lo plasmó en el diseño de cada local. Una forma de homenajear a la ciudad donde se sitúa el Starbucks y crear una conexión especial entre barceloneses y en el caso de Madrid, madrileños.


    Viajamos primero a la ciudad condal, a la calle Canaletas 109. En este local tan especial tienen protagonismo los azulejos, decorados con distintos motivos entre los que destacan los dragones, tan típicos en las casas tradicionales catalanas. Además, el interior juega con el exterior, ya que el muro de piedra y ladrillo es el original, para preservar el espíritu del edificio. Una mezcla de cafetería de tradición condal que se funde con los colores tierra propios del café, creando un ambiente natural que poco tiene que ver a una franquicia. Un espacio muy personal que te trasladará a otra época, pero tomándote tu frapuccino de mocca blanco con canela de siempre. Una gran puerta de hierro te da la bienvenida, y una estructura de madera dividida en pequeñas bóvedas te acoge en la barra mientras esperas tu delicioso café.

    En Madrid nos trasladamos, dentro de la extravagante calle de Fuencarral 117, a una panadería de barrio. Esos locales que llamaban la atención por sus deliciosos bollos mostrados tras un cristal que hacían la boca agua con solo mirarlos. Ese espíritu lo han querido trasladar a Starbucks y este ha sido el resultado. Es uno de los pocos locales donde podemos disfrutar de una variada elección de bollería recién horneada para acompañar nuestro café. Liz Muller pensó en un lugar de reunión y unión -quizás inspirándose en esta peculiar calle donde gente de todos los países y los estilos lucen extravagantes estilismos se mezclan mientras pasean por esta concurrida via-. De ahí que una larga mesa comunal de madera reciclada presida el local. Otra de las novedades es la máquina Marzocco, una cafetera artesanal donde prepararte tu café. Una buena manera de conocer gente simplemente preguntando que frapuccino está tomando, o si prefiere el té al café. ¿Por qué no trasladar el acto de tomar una bebida caliente en un momento más especial? Quién sabe que persona se sentará a tu lado...

    Una forma de mezclar el diseño ecológico y la innovación, trasladándonos el futuro de Starbucks a un país donde el chocolate con churros está tan arraigado, pero que es perfectamente compatible con un frapuccino de lima y coco acompañado de un buen muffin de chocolate. Si me invitas a un café, ya sabes donde quedamos.