Angelina Jolie cumple 37 años

Cuando Angelina Jolie sople hoy las 37 velas de su tarta de cumpleaños, ¿qué más podría desear que le falte a su vida? Tiene éxito, salud, belleza y, ante todo, una familia numerosa y multicultural que la adora. El primero de todos, su prometido, Brad Pitt.

Éste momento ha sido el cúlmen del último año de trabajo de Angelina Jolie, a caballo entre sus sesiones de dirección cinematográfica de la película 'En tierra de sangre y miel' y las visitas como Embajadora de Buena Voluntad de las Naciones Unidas, con las que coopera sobre todo para impulsar el movimiento de conciencia social que difunde ACNUR. Y eso que sólo acabamos de estrenar el verano y aún quedan la mitad de meses llenos de viajes y rodajes. Sin ir más lejos, según notitarde.com, la actriz que en su día dio vida a Lara Croft y que realizó sus pinitos como directora volverá a cambiarse de piel para protagonizar ante las cámaras 'Maleficent', un remake de la película infantil La Bella Durmiente. Sacar a relucir el lado oscuro de los viejos cuentos de los Hermanos Grimm y echarle un poco de sal a la versión azucarada de Disney está de moda. Pero, ¿qué pensarán los hijos de Brangelina ante el nuevo rol de su madre?

No obstante, no todo fue un camino de rosas y felicidad para Angelina. De pequeña tuvo que superar el divorcio de sus padres, Marcheline Bertrand y John Voight, con el que ha mantenido una relación agridulce desde entonces, hasta el punto de cambiar su apellido. Después de una juventud de tonteo con depresiones y soledades, y de varios capítulos de amores con finales en los que no se comían perdices (y que protagonizó con una saga de actores como Johnny Lee Miller o Billy Bob Thornton) finalmente parece haber puesto punto y final ha este vavivén de corazones y se dispone a volar del brazo de Brad Pitt. El actor, que hace años que se atrevió a lanzarse a la piscina con ella cuando surgió el flechazo en 'Señor y señora Smith' (lo que ocasionó la ruptura de su matrimonio con Jennifer Aniston), por fin se decidió recientemente a sumergirse de lleno, arrodillarse y pedirle que se casara con él.