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Rufino Calero, todo un veterano del mundo de la hostelería



    Era el año 1953, cuando el día de Santa Marta, patrona de la hostelería, Rufino Calero comenzó su larguísima trayectoria profesional. El fundador de Tryp tras 50 años al frente de la empresa decidió vendérsela a Sol Meliá y comenzar así una nueva aventura al mando de Vincci Hoteles.

    Se confiesa como un hombre muy dinámico al que siempre le ha gustado el deporte, especialmente el esquí. Aunque ha tenido que abandonarlo hace años por prescripción médica. Precisamente debido a este deporte sus amigos le apodan 'el topógrafo' ya que, según dice entre risas, "era el que más veces me caía".

    A la hora de vestir, prefiere la ropa sport para sentirse verdaderamente a gusto y confiesa que en su armario nunca falta "un buen equipo de caza", que junto al mundo del toro es otra de sus grandes pasiones.

    Reconoce que ir de compras le pone tremendamente nervioso y que cuando lo hace es porque no tiene más remedio, 'le obliga su esposa'.

    Es un hombre muy clásico que utiliza las nuevas tecnologías lo justo, ya que afirma que "las máquinas nos están apartando del esfuerzo, confiamos demasiado en ellas".

    Aficionado a la lectura, reconoce que uno de sus libros favoritos es 'La riña de gatos', de Eduardo Mendoza, ya que parte de la historia transcurre en un hotel que fue suyo, el Reina Victoria situado en la madrileña Plaza de Santa Ana.

    Rufino Calero es un gran amante del campo y del mundo del toro y reconoce que le encanta escaparse a su finca de Extremadura para desconectar y disfrutar en la naturaleza de sus toros y caballos.