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Alegato al buen mostacho
Los señores, por norma general, tenemos menos opciones estéticas con nuestro cabello. Corto o largo, alguna mecha discreta y poco más. No pasa lo mismo con el bello facial, que puede ser un gran aliado y convertir una cara pasable en un rostro con personalidad y estilo. Hoy, señores, toca defender el bigote y animaos a que este verano luzcáis uno encima de vuestro labios.
La Wikipedia explica que el bigote es el pelo que crece en la región de la cara comprendida entre el límite inferior de la nariz y el labio superior. Los pelos son netamente conspicuos en los hombres adultos como también lo suele ser la barba. Interesante.
No menos es saber que desde el Neolítico, y ya han pasado unos años, los varones se afeitaban y que la primera representación artística de un caballero con mostacho es la del mayordomo Keti, que vivió en Egipto durante la dinastía VI (tercer milenio aC).
No son precisamente mayordomos los que a día de hoy han puesto en boca de todo el mundo un buen bigote. Los famosos lucen sendos mostachos que dan a su imagen un toque de hombría y virilidad, a la par que elegancia. Cambios sobre su imagen habitual, completamente rasurados, que nos sorprenden y, en muchas ocasiones, creemos que ganan enteros, como en el caso de George Clooney, Orlando Bloom, Jude Law o Ewan McGregor.
Algunos de los bigotes más célebres de las estrellas son el platino e hiperlargo de Hulk Hogan, el icónico y casi reivindicativo de Freddy Mercury, el übersexual de Tom Selleck o el que volvió locas a las mujeres de los años 30, el de Clark Gable, que alcanzó con su personaje en Rhett Butler de 'Lo que el viento se llevó' su máximo esplendor.
No habrá viento que se lleve la tendencia de dejarte el bigote a la medida que mejor vaya con tu rostro, porque no todas las caras aceptan uno: analiza el grosor de tus labios, el tamaño de tu boca la forma de tus mejillas... e intenta recortar el bigote como mejor te veas.
Hay bigotes mosqueteros, que deben ser delgados afeitando el vello que sale bajo la nariz y dejando tan sólo el del labio superior. Los hay revolucionarios: amplios, gruesos y que sobrepasan las comisuras de los labios. Es un buen camuflaje para los hombres de boca chica.
Para los seguidores de Aznar o Bernd Schuster, bigote corto, más angosto que las comisuras de los labios para bocas bastante grandes. Tiene que recortarse a diario, para que no pierda la forma. Y los bigote 'boso', un bigote muy cortito que se le conoce también como pelusilla y que suele aparecer en los primeros años de la juventud, aunque algunos lampiños se deben conformar con él durante toda su vida.
Pobre de ellos que nunca podrán lucir un señor bigote.