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Las calles más caras del mundo



    Hay un puñado de calles que concentran las tiendas más emblemáticas de las firmas más exclusivas. Son el escaparate del glamour y están en las zonas más elegantes de Londres, Nueva York, París, Milán y Tokio. Son las capitales de la moda, y los mejores diseñadores del mundo se instalan en ellas precisamente para confirmar que lo son.

    También son destino habitual de celebrities y fashion victims, que se mueven de tienda en tienda -siempre de lujo-, y con la privacidad que garantizan los barrios nobles. Y es que en esas calles, no se irán tropezando con turistas y curiosos. Están en el corazón de la ciudad y asombrosamente cerca del bullicio, pero quedan fuera de los circuitos turísticos habituales y de los directorios de las guías de viaje.

    Sloane Street, Madison Avenue, la Rue du Faubourg St. Honoré, Via Montenapoleone o Ginza. Pasear por ellas ya es un lujo. Son coto reservado a las marcas más exclusivas, y están todas las que tienen que estar: Chanel, Valentino, Cartier, Dior, Bulgari, Gucci, Hermés, Louis Vuitton.

    Via Montenapoleone, en Milán, con Via della Spiga y Sant'Andrea a izquierda y derecha se reparten más del 80 por ciento de las marcas de lujo de la ciudad. O Madison, en Nueva York, paralela a la Quinta Avenida y atravesada por la 57.

    Hay otras capitales del lujo, como Mónaco desde siempre y Shanghai, Moscú o Dubai desde ahora. Pero si una firma no tiene tienda en Sloane Street, Madison Avenue, la rue du Faubourg St. Honoré, Via Montenapoleone o Ginza, no merecen formar parte del firmamento del lujo. O no existen.

    Londres

    Sloane Street: epicentro del lujo. Es la calle que más firmas de lujo concentra: Valentino, Gucci, Dior, Dolce & Gabbana, Fendi, Prada, Louis Vuitton, Hermès. Todas. Y se intercalan con establecimientos de Montblanc, Lalique, Tiffany & Co, Graff o Jo Malone, con sus exclusivas fragancias, seña de identidad de la alta sociedad inglesa. Es una de las zonas más caras de Londres y tan exclusiva que los clientes asiduos a sus establecimientos de lujo reciben el nombre de slonies. Tiene el metro cuadrado de suelo más caro del mundo.

    Conocida como el boulevard de la elegancia, Sloane St es el punto de unión de dos de las zonas más nobles del centro de Londres, Chelsea y Belgravia, y el mejor escaparate londinense de la alta costura, alejada de las manadas de turistas y transitada por los jóvenes de la alta burguesía y la aristocracia, que van de compras, se relajan en sus clubes y toman el té en establecimientos tan elegantes como secretos.

    Hay otras zonas, sí, como Old Bond y New Bond St, pero cuando se localizan en el mapa, en pleno corazón turístico, entre Oxford St y Picadilly, se comprende por qué las estrellas y celebridades prefieren Sloane St, en el barrio de las embajadas y de las residencias de celebridades, desde Margaret Thatcher a Elle McPherson, pasando por Pablo de Grecia y Marie Chantal Miller. Puro glamour con toque aristocrático.

    Nueva York

    Madison Avenue: elegancia atemporal. La mayor concentración de tiendas de lujo del planeta está en la parte alta de Madison Avenue, entre las calles 57 y 85. Encierra la esencia de Nueva York, pero no se parece a las demás. Discurre en paralelo a la Quinta Avenida. Pero Madison representa la exclusividad, el refinamiento, la esencia del Upper East Side, el barrio de la clase alta por excelencia, con sus elegantes restaurantes, sus apartamentos de lujo y mansiones históricas, sus prestigiosas galerías de arte y sus más de cien establecimientos de primeras firmas de alta costura y moda. Y las joyerías más prestigiosas: Graff Diamonds, Chopard, Asprey, Baccarat, Bulgari y Tiffany & Co, a pesar de tener a la vuelta de la esquina, en la Quinta Avenida, su establecimiento más emblemático.

    Los grandes neones de la Quinta Avenida dan paso a luminosos elegantes y discretos que anuncian boutiques exclusivas. Las manadas de turistas desaparecen y caminan por sus aceras las mujeres más elegantes de la ciudad, y hombres con trajes impecables. Hasta las mascotas resultan altivas. Incluso desaparece el ruido de los taxis amarillos que suben y bajan por la Quinta. Es sustituido por el rugido potente y sordo de los coches deportivos apostados en tiendas, restaurantes, clubes. Como el Café Carlyle, el lugar donde habitualmente Woody Allen -vecino de la zona- toca el clarinete: la próxima actuación está prevista para el 27 de diciembre. Está en The Carlyle, a la altura de la calle 76, uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad, alojamiento favorito de Mick Jagger, Jack Nicholson o Leonardo DiCaprio en sus viajes a Nueva York. Era el lugar elegido por JFK y Marilyn Monroe para sus citas.

    Paris

    Rue du Faubourg St. Honoré. París es la capital del glamour y la sofisticación, por eso resulta más difícil que en otras ciudades elegir una calle entre las muchas que se han consagrado a la moda. Como la Avenue Georges V, paradigma del lujo, con tiendas de Hermès, Armani, Balenciaga, Gianfranco Ferré, Givenchy, Jean Paul Gaultier, Sonia Rykiel. Como la Place Vendôme, epicentro de las joyerías más prestigiosas -Cartier, Chaumet, Maubossin, Chopard, Bulgari, Piaget.- cuya forma octogonal inspiró a Coco Chanel la forma de sus frascos de perfume. O la Rue Royal, con tiendas de Dior, Chanel, Gucci o Issey Miyake. Y aún queda la Avenue Montaigne, uno de los tesoros mejor guardados de París. Está en el distrito más prestigioso, Élysée, donde viven los más ilustres de la ciudad, entre ellos el presidente de la República, Nicolas Sarkozy. En el 55 está el Palacio del Elíseo.

    La Rue du Faubourg St. Honoré corre en paralelo a los bulliciosos Campos Elíseos -en los que se pueden encontrar dos magníficos stores de Vuitton y Cartier-. Esta calle está repleta de suntuosas mansiones de la alta burguesía, además de embajadores y cónsules. Y continúa por la Rue Saint Honoré, prolongación natural de la calle y de sus establecimientos de moda. Para hacer un alto en el camino, el salón de té Dalloyau o el Spa Anne Sémonin, la alta costura de la cosmética, dentro del hotel de lujo Le Bristol. Muy cerca están las oficinas de Vogue, y no es difícil encontrarse por los alrededores con modelos que acuden a los castings. Muy chic.

    Milán

    Via Montenapoleone: la catedral de la moda. Milán ha conquistado por derecho propio la capitalidad de la moda, arrebatándoselo a Roma, y su Via Condotti. La Galleria Vittorio Emmanuel es el escaparate más lujoso y cosmopolita del lujo y el diseño. Pero el Quadrilatero della Moda es su corazón, cita obligada de los gurús del diseño. Está en Brera, muy cerca del Duomo, un barrio aristocrático famoso por sus galerías de arte y sus restaurantes de moda, residencia tradicional de la aristocracia, y ahora colonizadas por el lujo y la sofisticación.

    Montenapoleone es la arteria principal; Montenapo para los milaneses, una calle no muy grande, apenas una decena de manzanas. Los talleres de Versace ocupan cuatro plantas en esta calle. Están todos: Vuitton, Armani, Ferragamo, Ralph Lauren, Cartier, Bulgari, Dior, Prada, Valentino. O casi, porque las firmas que faltan están a la vuelta de la esquina, en Via Sant'Andrea, como Chanel, Hermès y Fendi; o en Via della Spiga, con tiendas de Dolce & Gabbana, Moschino, Cavalli o Prada.

    Las pequeñas dimensiones de la zona la han convertido en el showroom por excelencia de las celebridades, que pueden probarse lo último en diseño con total comodidad y privacidad. La zona es un espectáculo en sí misma, y hay que estar atentos a las nubes de fotógrafos que disparan sus flashes. Es muy posible que sigan a Victoria Beckham, que ha ido a visitar a su esposo. O a la actriz Rosario Dawson, que no se pierde una presentación de las nuevas colecciones de moda. O a la modelo Heidi Klum, otra asidua de la zona.

    Tokio

    Ginza: sobredosis de diseño. "Lugar donde la plata es acuñada" es el significado literal de Ginza. Pero debería actualizarse, porque se ha convertido en la milla de oro del lujo. Porque si la moda de los grandes es exclusiva, en Ginza se convierte en un sueño al alcance de muy pocos. De trazado inusualmente rectilíneo, es el barrio más turístico y occidentalizado de Tokio, símbolo de modernidad y sofisticación. Los gigantes de la moda han instalado aquí sus stores más lujosos. Es la única ciudad del mundo en la que se pueden encontrar las colecciones completas de las grandes firmas. Porque aquí todo se hace a lo grande, y no se contentan con instalar tienda: tienen su propio edificio. Los de Piaget, Dior -diseñado por Bofill-, Mikimoto, Tiffany o De Beers se han convertido en iconos de la ciudad. También el edificio de Renzo Piano para la Maison Hermès; el de Armani, de Fuskas; el de Gucci, diseño de James Carpenter; o el de Chanel, de Peter Marino. Uno de los más espectaculares es la Ginza Tower, sede de Bulgari, un rascacielos de cristal inspirado en un cofre de joyas, con una fachada de 56 metros de altura que incluye una tienda de 940 metros cuadrados, con lounge bar y restaurante propio. Es la mayor boutique de Bulgari en todo el mundo.

    La calle Chou-dori o Chou-Ku es la más elitista, y alberga las tiendas más caras del planeta. Ginza es un distrito del barrio Chuo y, a diferencia de las zonas más exclusivas de París, Londres o Nueva York, sus calles están tomadas por los turistas. Eso sí, la concentración humana es tal -en una ciudad con una densidad de población de 14.000 habitantes por kilómetro cuadrado- que hasta los famosos pasan desapercibidos por sus amplias avenidas.

    Barcelona

    Paseo de Gracia, escaparate cosmopolita. El Paseo de Gracia sigue conservando la esencia de las compras VIP y concentrando el segmento del lujo en Barcelona. El eje comercial de alto nivel se ha ido desplazando hacia la Diagonal en los últimos años. Pero Gracia sigue tirando. Y cada vez más. Gucci cerró su local en la Diagonal para instalarse en el Paseo de Gracia en 2006. Es el corazón noble de la ciudad y concentra por igual a la alta burguesía catalana como a los turistas de gran poder adquisitivo que llegan a la ciudad.

    Está en el Ensanche -l'Eixample en catalán-, en pleno centro, con su elegante y visionaria geometría. Tampoco ha podido hacerle sombra otra de las vías más elegantes de Barcelona, la Avenida Pau Casals, con sus tiendas de Rolex -la única propia de la firma en España-, Prada, Etro, Hermès, Louis Vuitton, Baby Dior. Y mucho menos Portal del Ángel, la calle comercial por excelencia -con el metro cuadrado más caro de España, con permiso de Serrano-. El paseo de Gracia es un escenario único por las edificaciones modernistas que salpican la amplia y elegante avenida. Como la Pedrera o casa Milà, en el número 92; y la Casa Batlló, en 43, de Gaudí. Hay más, la Casa Lleó i Morera, de Doménech i Montaner; la Matller, de Puig i Cadafalch; la Casa Miralles, de Sagnier. Un espectáculo, y un marco incomparable para las firmas internacionales más prestigiosas, boutiques exclusivas conviven con tiendas de sabor local no menos selectas. La última en llegar ha sido Tiffany, que inauguró su tienda -la segunda en España- el 30 de noviembre, en los bajos del Hotel Mandarín. La mítica joyería sube el listón del lujo en el paseo de Gracia (38-40) con un store de 360 metros cuadrados.

    Madrid

    Serrano, la nueva Milla de Oro. La calle Serrano acaba de estrenar look, más glamouroso y sofisticado, y se ha vestido de largo, tomando el relevo a la exclusiva Ortega y Gasset como punto de referencia del comercio de lujo. Nace en la Plaza de la Independencia, con la Puerta de Alcalá como entrada a la zona más noble de Madrid, el Barrio de Salamanca, y se prolonga hasta la moderna zona de las embajadas, con María de Molina como límite de la zona comercial. Tres kilómetros que concentran los mejores escaparates del país, referente del Madrid del siglo XXI. La conquista es reciente, porque Ortega y Gasset había sido el epicentro de las firmas de lujo. Christian Dior está en el número 6, Burberry en el 8. En el 10, donde estaba la boutique de Versace, está Escada. En el número 12, Hermès; Chanel y Dolce & Gabbana en el 14, en el 15 Jimmy Choo, en el 16 las boutiques de Armani y Valentino, en el 17 Louis Vuitton y Tod's.

    Y mientras la alta costura se apoderaba de ella, las grandes firmas de joyas iban ganando terreno en Serrano. Con la excepción de Tiffany & Co, que eligió Ortega y Gasset para instalar su primera tienda en España, en 2008. En Serrano está Durán Joyeros, en el 30; Carlos Jiménez, en el 44; Prodi, en el 54; la prestigiosa Joyería Suárez, (62 y 63); Tous Joyas en el 86. También las marcas de alta joyería internacionales, como Cartier, Bulgari, Wempe o Piaget. Loewe, la firma de lujo de referencia en España, siempre apostó por ella. Y también Manolo Blahnik, que instaló en Serrano una de las cuatro únicas tiendas propias que hay en el mundo, junto con las de Moscú, Londres y Nueva York.