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El mejor escaparate ya no está a pie de calle, sino en el teléfono móvil

    Imagen de Getty.


    Es época de rebajas, y con ello el pequeño comercio se afana en engalanar sus escaparates con los carteles más llamativos anunciando los mejores descuentos. El objetivo no es otro que llamar la atención de quien pasea por la acera para que se acerque a él y, una vez reclamada su atención, se fije en los productos y precios que se ofrecen.

    Y es que, según afirman en la Escuela Superior de Escaparatismo de Barcelona, saber gestionar un escaparate puede aumentar el número de personas que entran en un establecimiento en un 30%.

    Ésta es la manera analógica, o convencional, de llamar la atención del potencial cliente e invitarle a que entre en la tienda y conozca los productos. Sin embargo, de poco sirve para competir con los grandes almacenes, que pueden articular campañas publicitarias con las que hacer llegar sus descuentos y promociones al gran público. Pero, ¿y si por un euro al día fuese posible tener una visibilidad mayor que la que ofrece el espacio del escaparate, y además competir al mismo nivel que las grandes cadenas de distribución? Gracias a la proliferación de los teléfonos móviles inteligentes, los conocidos como smartphones, se puede.

    Las nuevas tecnologías ofrecen al comerciante nuevas, y asequibles, posibilidades de hacer llegar a los consumidores sus artículos, descuentos y novedades. Términos como redes sociales, geolocalización, geotagging o realidad aumentada lo hacen posible; términos que, "en la práctica permiten al pequeño comercio competir con las grandes multinacionales", explica Joaquim Ramis, presidente de CP Proximity. "Y no son excesivamente costosas de aplicar ni en dinero ni en tiempo".

    Promociones de bolsillo

    ¿En qué consisten estas posibilidades? La primera ventaja tiene que ver con la notoriedad o la publicidad del establecimiento. Todo el mundo conoce dónde se encuentra un gran almacén en su ciudad. Pero no todo el mundo sabe dónde está esa pequeña tienda que tiene camisas más baratas, o que ofrece fruta con sello ecológico y a buen precio... hasta ahora.

    Por ejemplo: dos personas se encuentran en la calle y deciden buscar un bar donde tomar unas tapas mientras charlan. Pueden recorrer la acera, buscando un establecimiento que sea de su agrado. Ésa es la vía analógica del escaparate tradicional. Pero también pueden sacar el teléfono móvil del bolsillo, activar una sencilla aplicación y obtener información de cuáles son los locales cercanos, con información de qué tipo de comida y bebida sirven en ellos e incluso el precio (ver foto).

    Clientes a la carta

    El escaparate, en este caso, ya no está junto a la fachada del local, sino de manera virtual. "Esto es útil para localizar restaurantes vegetarianos, por ejemplo", prosigue Ramis. Pero también para publicitar ofertas y promociones. Un ejemplo es Tooio, una aplicación para smartphones creada por una empresa española que permite al usuario localizar establecimientos comerciales.

    ¿Cómo funciona? El usuario se descarga el programa en su teléfono móvil y, cuando necesite buscar un comercio, o simplemente quiera conocer qué ofertas y descuentos hay cerca de la calle donde se encuentra, la activa. A través de la geolocalización le aparecerán en la pantalla los establecimientos más cercanos, con información tanto de su ubicación exacta como de lo que en ellos puede encontrar. Estos establecimientos incluso pueden programar ofertas que le lleguen a quien esté viendo la pantalla, como 2x1, descuentos o platos del día... desde un euro por día y oferta. Esta herramienta también permite fidelizar clientes. "Si un cliente tuyo pasa cerca del establecimiento existe la posibilidad de hacerle ofertas personalizadas". "Las posibilidades son enormes, y en función de lo que quieras hacer será más caro o más barato", cuenta Joaquim Ramis, "pero en general no supone un coste muy elevado".

    Telepizza ha comenzado a hacerlo con una aplicación de la red social FourSquare, que permite saber dónde está el restaurante más cercano e incluso encargar un pedido para pasar a recogerlo después, a un precio más ajustado.

    iPhone y Android

    Un dato que ilustra las posibilidades reales y tangibles que tiene apostar por estas aplicaciones es que desde las Cámaras de Comercio se organizan jornadas destinadas a explicar a los empresarios sus ventajas. Así, la Cámara de Comercio de Madrid celebró recientemente un desayuno informativo titulado Realidad aumentada: la tecnología del futuro ya está aquí. En él, diversos expertos del sector explicaron cómo puede utilizarse para que los clientes reciban detalles del producto, o incluso crear probadores virtuales. "A través de una cámara web", explicaba uno de los ponentes, "una persona puede ver cómo le quedarían las prendas de una tienda online".

    "Es el futuro", incide Ramis, "pero de momento es también algo limitado, porque el gran problema es que haya un parque de móviles con esta tecnología". Se trata de teléfonos como el iPhone, los equipados con el sistema operativo Android o los Windows Phone. No todo el mundo cuenta con estos dispositivos, aunque un informe de Informa Telecom & Media apunta que, durante 2011, el 25 por ciento de los teléfonos móviles que se vendan serán smartphones.

    Y es que el escaparate cada vez depende menos de maniquís y adornos. El futuro está en el móvil.