Nelson Mandela no era un exlíder corriente. Su figura rozaba la leyenda. Y su muerte, como no podía ser de otra forma, provocó ayer reacciones de los cinco continentes, de líderes, mandatarios y organizaciones de toda condición.Desde el Papa Francisco, que pidió que su memoria inspire a las nuevas generaciones de sudafricanos a "anteponer el bien común y la justicia" a las aspiraciones políticas, hasta las FARC de Colombia y Bashar al Assad, que señalan a Mandela como ejemplo de revolucionario, los primeros, y de que su lucha recuerda a "los opresores y los agresores" que serán al final los "perdedores", como aseguró el presidente sirio. Conflicto y opresión remiten al expresidente sudafricano pero ante todo reconciliación. El primer ministro indio, Manmohan Singh, lo comparó ayer con Mahatma Gandhi y sirvió al secretario de Estado estadounidense John Kerry para instar a israelíes y palestinos a sellar la paz, aprovechando su gira por el convulsionado Oriente Próximo. El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo de él que era "un hombre de visión y un luchador por la libertad". Obama: no hay vida sin Mandela El presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que no podía imaginar su vida "sin el ejemplo de Mandela". Y desde el centro financiero de aquel país se rindió un homenaje con un minuto de silencio en el parqué de la Bolsa de Nueva York (NYSE), al tiempo que el Nasdaq exhibía una foto del exmandatario en el panel electrónico de su conocida sede. El primer ministro británico, David Cameron, que ordenó que la bandera de Downing Street ondease a media asta, lamentó que se ha ido "un héroe de nuestro tiempo". El presidente de China, Xi Jinping recordó que Mandela visitó el país en dos ocasiones y que "fue uno de los fundadores de las relaciones entre China y Sudáfrica". Para el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el fallecido Mandela "cambió el curso de la historia". Desde Bruselas se recordó que recibió el premio Nobel de la Paz y el Sajarov a la Libertad de Conciencia, otorgado por el Parlamento Europeo; "fue clave para transformar a Sudáfrica en la democracia que es hoy", dijo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Reacciones en el Congreso En nuestro país, la noticia fue digerida en plenas celebraciones por el aniversario de la Constitución. El propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, comentó a su llegada al Congreso que Mandela es un "ejemplo de dignidad humana". "Ha sido un ser humano libre toda su vida, incluso los 27 años que estuvo en la cárcel", destacó. Por su parte, el presidente del Congreso, Jesús Posada, quiso comenzar su discurso del acto institucional expresando su profundo pesar por el fallecimiento del político sudafricano y Premio Nobel de la Paz. Y el líder socialista Alfredo Pérez Rubalcaba dijo que "era un hombre valiente, que supo luchar por la dignidad y libertad de su pueblo y después reconciliar a su país". Para el presidente de la Generalitat Artur Mas, la gran aportación de Mandela fue la construcción de una nueva identidad nacional basada en el "perdón y la reconciliación", mientras que el Rey Juan Carlos destacó que su vida "fue un ejemplo de integridad y grandeza puestas al servicio de los demás". En Soccer City El animal político que fue Mandela también se sirvió del deporte para lograr sus objetivos y por eso también fue recordado ayer por el presidente de la FIFA, Joseph S. Blatter, que lo catalogó de "personalidad extraordinaria, probablemente uno de los mayores humanistas de este tiempo". Precisamente, su funeral de estado se celebrará el martes en el estadio Soccer City de Johannesburgo, según informó el presidente del país, Jacob Zuma, que indicó que Madiba será enterrado en su localidad natal, Qunu, en la región de Cabo Oriental, el 15 de diciembre, el último gran acto de las semana de conmemoraciones. Las banderas ondearon a media asta y las operaciones bursátiles se detuvieron durante cinco minutos en la bolsa de Johannesburgo, la más grande de África. El premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu rechazó los discursos pesimistas que auguran que la muerte de Nelson Mandela vaya a provocar el caos en el país y recordó su papel unificador.