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La automoción echa el freno: las empresas toman medidas por la caída de producción y ventas

  • Stellantis anuncia un ERTE para 4.200 trabajadores que prevé aplicar a partir del día 1 de diciembre
  • El sector siente cierto temor ante posibles afecciones en el resto del sector de la automoción
  • En España, hasta el momento, la situación no es tan crítica como en otros países europeos
Stellantis ha planteado un ERTE para 4.200 trabajadores en la planta de Figueruelas (Zaragoza). | Foto: Europa Press.

Eva Sereno
Zaragoza,

Incertidumbre, inquietud y a la expectativa. Así define el sector de la automoción la situación actual que se está viviendo ante la caída de las ventas de coches, especialmente los eléctricos, que no terminan de despuntar en el mercado.

Esto ha llevado a que las empresas fabricantes tengan que reducir producción y, en consecuencia, adoptar medidas que afectan a la plantilla. En España, la situación actualmente no es tan preocupante como en otros países como Alemania ni se están aplicando de forma generalizada hasta el momento medidas drásticas como está sucediendo en algunas marcas de automoción como el anuncio de cierre de plantas de Volkswagen.

Sin embargo, este mejor punto de partida de las plantas españolas, por su mayor competitividad lo que deriva en una mejor justificación de los resultados empresariales, no impide que en el sector se sienta incertidumbre y un cierto temor de cara a los dos próximos años. Un período que es clave en la transición hacia una flota electrificada de coches en las calles y carreteras.

De hecho, ya se han tomado algunas medidas y ha habido algunas afecciones en el sector del automóvil en Aragón, que cuenta con cerca de 300 empresas y que emplea a alrededor de 30.000 trabajadores. El paso que más incertidumbre genera es el expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) anunciado por Stellantis en la planta de Figueruelas, en Zaragoza, que prevé empezar a aplicar ya el próximo día 1 de diciembre y hasta el 31 de diciembre de 2025. Se justifica por causas organizativas y productivas.

Esta medida, ya anunciada a los representantes de los trabajadores, se plantea para 4.200 empleados de los casi 5.000 que trabajan en esta factoría en Zaragoza actualmente. Quedan excluidos, según los primeros planteamientos, los que estén con contrato relevo.

La noticia ha causado inquietud porque anteriormente esta planta de Stellantis ya había anunciado la supresión del turno de noche también a partir del día 1 de diciembre por la caída de producción, en gran parte, propiciada porque esta factoría ha dejado de ensamblar el Opel Crosland y el Citroën C3 Aircross. Ahora, mantiene en su portfolio el Opel Corsa, el Lancia Ypsilon y el Peugeot 208.

Inicialmente, este ERTE -dirección y sindicatos se reunirán este jueves día 14 de noviembre para comenzar las negociaciones-, comprende un máximo de 35 jornadas en 2024-2025, con 80 días máximo de afección individual.

El anuncio de este expediente se mira con expectación en el resto del sector por las posibles consecuencias que puede tener en la industria auxiliar y de componentes. "El ERTE no ha desencadenado otros ERTE, pero sí estamos a la expectativa de ver cómo reacciona la situación del sector que está muy revuelta. No sabemos si vendrán más problemas", afirma Sergio Sancho de FICA UGT Aragón, a elEconomista

Sea como sea, todavía quedan dos años complicados, hasta 2027 aproximadamente y hasta que llegue la plataforma STLA small de coches eléctricos a Stellantis Figueruelas –la compañía tiene una cuota de mercado en Europa del 18% hasta agosto y del 13% en eléctricos-, para la nueva generación eléctrica del Opel Corsa y el Peugeot 208 y, se prevé, que también para el DS3, aunque no hay todavía conformación oficial.

Impacto en el sector auxiliar

Las consecuencias en el sector de la automoción de este ERE en Stellantis son a día de hoy difíciles de calcular porque muchas empresas –la mayoría-, ya no dependen en exclusiva de la producción para la planta de Stellentis en Figueruelas. Son multiproducto, trabajando para distintas compañías fabricantes.

Además, últimamente, se han producido también otros movimientos en el sector. Por un lado, las denominadas empresas constructoras en el sector del automóvil han internalizado algunas producciones de componentes y piezas, dejando así de contar con proveedores externos.

A su vez se observa otro fenómeno: elegir proveedores low cost para abaratar el coche eléctrico, produciéndose movimiento hacia esas plantas más económicas que están en otros países.

Y, aunque el ERTE de Stellantis no ha generado un impacto en el sector de momento, la automoción sí ha visto cómo últimamente se registraban afecciones. Los casos más llamativos han sido lo cierres de las plantas de Airtex y Bosal, ambas en Zaragoza, así como el expediente de Faurecia.

Además, Ti Automotive, en la localidad zaragozana de Tauste, también presentó recientemente un expediente con afecciones sobre unos 60 empleados por la pérdida de pedidos al bajar la producción de los fabricantes de automoción. No obstante, en este caso, desde CCOO Aragón se considera que detrás hay un caso de deslocalización de una parte de la producción hacia Marruecos. Precisamente, en esta empresa, se volverán a retomar las negociaciones este miércoles, día 13 de noviembre.

Causas de las medidas en la automoción

En general, en el sector se esperan nuevas medidas por la confluencia de varios factores. Uno de los principales es la caída de ventas o el hecho de que no despunten las compras de coches eléctricos. Los últimos datos del mes de octubre apuntan a un descenso de las matriculaciones en el caso de Aragón del 26,44%. Un porcentaje que baja hasta el 22,59% en el caso de la caída de las matriculaciones de enero a octubre de este año, según Anfac, Faconauto y Ganvam.

Este descenso viene motivado por la falta de unión entre oferta de coches eléctricos e interés de los compradores, que no terminan de ver clara la ventaja de un vehículo eléctrico, principalmente por la autonomía y la falta de puntos de carga al no cumplirse los objetivos de formar esta red para el repostaje.

Sin embargo, no es el único factor. La transición hacia el vehículo eléctrico va más allá de la caída de ventas en Europa. También tiene que ver con la competitividad y la competencia con otros países como China y sus modelos. "Vemos caídas de ventas generadas por políticas precipitadas porque no somos igual de competitivos y no todos tenemos las mismas normas. Aquí las medidas son más exigentes. Estamos de acuerdo en la transición, pero debe ser justa y no dejar fuera a las personas", afirma Sergio Sancho.

Observar la situación

Ante este contexto de transición y su posible impacto en estos dos años, se ha puesto en marcha en la comunidad aragonesa el Observatorio de la Automoción en el que hay presencia de los principales agentes sociales y económicos como el Cluster de la Automoción de Aragón, así como la Diputación General de Aragón.

El objetivo es analizar la situación y ver las amenazas, aparte de estudiar cómo abordarlas. De momento, las primeras conclusiones se espera que estén a finales de este año. Este documento se quiere entregar a las autoridades e, incluso, hacerlo llegar al Ministerio de Industria.