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El país europeo sin mosquitos ni McDonald's pero donde era legal matar vascos hasta 2015


Elena Garagui

En la gran mayoría de los códigos penales, y no hablamos del 100% por no pillarnos los dedos, matar está penado con años de cárcel y en algunos casos, dependiendo de los agravantes, hasta con la cadena perpetua o incluso la pena de muerte. Las sociedades han ido evolucionando y existe un claro consenso de lo que está bien y lo que está mal, y matar es una de esas cosas que no tiene justificación. Al menos para todo el mundo menos para un país europeo en donde, hasta hace menos de 10 años, aún se podría cometer este crimen contra un determinado grupo: los vascos.

Pero que Islandia permitiera tal horror no significa que se haya llevado a la práctica, al menos no en los últimos 300 años, pues la medida está vigente desde 1615 y durante los primeros años sí que se cometieron crímenes de este tipo, aunque todo tiene su explicación.

A la caza de ballenas

Durante los siglos XVI y XVII los marineros vascos se asemejaban más a los tradicionales descubridores del Imperio Español que a simples trabajadores de la mar. Se dice que, antes de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano, los vascos ya habían estado allí, como también se cree de los vikingos liderados por Leif Erikson, casualmente de origen islandés.

Según algunas publicaciones como National Geographic, los vascos tenían contacto con algunas tribus del norte de América, antes de que la Niña, la Pinta y la Santa María amerizaran en la isla de La Española. En el artículo 'Ballenero vascos en la Islandia del s.XVII', publicado por la Revista Internacional de los Estudios Vas (RIEV), incluso confirmaban que los nombres de dichas tribus eran los Beothuk, en Terranova, y los Inuit, de Labrador, y que de esa unión con la población vasca nació algo parecido a proto-idioma que mezclaba las lenguas amerindias con el euskera.

Y de la misma manera que eran asiduos a navegar y pescar por el Atlántico también lo hacían por los mares del norte y de Noruega, ya que durante esa época la industria ballenera generó tal boom en la zona cantábrica que las poblaciones del norte salían en busca del mamífero tanto por el norte, llegando tanto a Islandia, como también hacia el oeste en Terranova. Para el sector era muy importante hacerse con la carne de ballena (aunque en concreto en España no tuvo demasiado éxito) y sobre todo la grasa, que sin oler ni deprender humo se utilizaba para el alumbrado.

A la caza de vascos

Y tras esta primera toma de contacto, aquí el origen de la ley islandesa que hasta 2015 permitía matar vascos. Resulta que, en 1615 y durante la época anual de pesca en verano, los balleneros vascos habían partido hacía el norte, algunos llegando a Islandia y otros virando hacia Noruega. No era la primera vez que los vascos visitaban Islandia y hasta entonces la convivencia era pacífico: una relación comercial donde los españoles vendía sus productos obtenidos de la caza de ballenas.

Sin embargo, ese año les pilló un fuerte temporal de regreso que les obligó a refugiarse en la isla durante algunas semanas, ya que les era imposible llegar a costas españolas por el estado de sus buques y la climatología tan adversa.

Región de Vestfiroir, Islandia

La población local no vio con buenos ojos la decisión de los vascos y en seguida comenzaron los conflictos entre islandeses y extranjeros. Los enfrentamientos, conocidos como 'la matanza de los españoles', fueron especialmente cruentos en la región de Vestfiroir, donde hasta 32 españoles fueron asesinados tras recibir acusaciones de altercados, robos y culpables de distintas fechorías. Uno de los factores determinante para los crímenes allí ocurridos fue la crisis de la escasez de víveres que atravesaba en ese momento el país y que, por supuesto, se acrecentó con la llegada de los extranjeros.

Sin vigencia actual

Las investigaciones históricas, las excavaciones arqueológicas y los documentos lingüísticos demuestran que a lo largo del siglo XVII la presencia de vascos en la isla fue "muy relevante, y que el intercambio entre vascos e islandeses fue muy fructífero, tanto en términos comerciales como culturales.", aunque en el s. XVII Islandia aún estaba bajo dominio danés.

Como la isla no se independizó hasta 1918, fue el entonces el rey de Dinamarca el que estableció una ley en defensa de los locales en la que estaba permitido matar vascos y otros foráneos que perturbaran la calma local.

Si bien es cierto que dese ese momento no se produjeron más crímenes, la ley estuvo vigente hasta hace tan solo 10 años, cuando se celebró un congreso académico en la Biblioteca Nacional de Reykjavik coincidiendo con el aniversario del IV centenario de la 'matanza de los españoles'.

Placa homenaje a la 'matanza de los españoles'

En el mismo acto, y tras revocar la norma vigente desde 1615, se descubrirá una placa colocada en una piedra frente al Museo de la Brujería de Holmavik "en memoria de 32 balleneros vascos quienes la víspera de la festividad de San Mateo, el 21 de septiembre perdieron sus naves a causa del hielo y la tempestad y luego fueron matados".