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Un informe del caso de Lucía Vivar tumba la versión oficial: había una persona en la estación y no falleció por el golpe del tren

  • En una imagen difundida se puede apreciar que hay alguien escondido
  • La versión oficial no tiene en cuenta que hay una escalera para salir de la estación
  • De haber sido golpeada por el tren, la pequeña presentaría más heridas
Miriam Moya explica su informe en el programa 'Vamos a Ver'. <i>Foto: Archivo</i>.

elEconomista.es

El caso de Lucía Vivar podría dar un giro. La niña de tres años desapareció la noche del 26 de julio de 2017 en el bar La Estación de la localidad malagueña de Pizarra y su cuerpo apareció unas horas más tarde en las vías del tren con un traumatismo craneoencefálico que le provocó la muerte.

La versión oficial sostiene que la niña caminó por las vías más de cuatro kilómetros sola en la oscuridad, que fue golpeada en la cabeza por el primer tren de la mañana y sin que hubiera terceras personas implicadas en su desaparición. Sin embargo, un nuevo informe realizado por la perito judicial, Miriam Moya, pone en duda los hechos.

Así lo ha contado la propia perito en el programa 'Vamos a Ver' de Telecinco, donde ha desglosado los tres pilares fundamentales de su investigación. Por un lado, Moya ha apuntado que la Guardia Civil hizo una "animación" y no una "reconstrucción" de los hechos porque las condiciones lumínicas de la zona eran muy malas la noche de la desaparición, pero gracias a la inteligencia artificial han podido dar un paso más en el caso.

Según explica Miriam Moya, en los vídeos difundidos en la versión oficial se ve a la niña corriendo sola en la oscuridad, pero cuando llega a una caseta empieza a caminar más despacio y en ese momento se produce un destello que para nadie pasa desapercibido.

"Gracias a la ciencia forense y a la inteligencia artificial podemos determinar que se trata de una persona", apunta Moya, al tiempo que destaca que su figura es ancha porque se encuentra agachada para coger a la niña en brazos. "Esta persona está escondida detrás de la caseta porque conoce la zona y sabe que hay cámaras y está agachada porque la niña no eleva los brazos cuando llega al punto de encuentro", añade.

La perito pone el foco también en un segundo dato revelador que la investigación oficial obvió. Y es que a escasos 100 metros de donde se encuentran los padres en el bar La Estación hay una escalera que conecta directamente con una carretera. "No entiendo por qué la versión oficial solo atiende a que la niña caminó sola cuatro kilómetros por la vía porque tenemos esta escalera de escape que da a una carretera por la que puedes huir perfectamente" explica Moya.

¿Por qué la niña no se fue sola?

En las imágenes oficiales que se difundieron se puede apreciar cómo Lucía pasó corriendo delante de la cámara a las 23.35 horas y su padre hizo lo propio tan solo cinco minutos después. Miriam Moya ha conseguido calcular las velocidades de ambos en ese momento: Lucía pasó a a 4,39 km/h y su padre a 13,17 km/h. "Si la niña hubiera seguido corriendo en lugar de pararse en la caseta, su padre la habría alcanzado en tan solo un minuto" ha señalado la perito, para a continuación sentenciar que "la conclusión a la que llegamos es que hay un adulto que se llevó a la niña".

¿La mató el tren?

La experta también ha llegado a otra conclusión después de analizar el lugar y la forma en la que se produjo el accidente. Según explica Miriam Moya, en todo accidente por impacto siempre hay un desplazamiento del cuerpo y en este caso nos encontramos ante una pequeña de 11 kilos de peso, 95 centímetros de altura y un tren de 138 toneladas y media que circula a 80 km/h según la versión oficial. Sin embargo, el cuerpo solo tiene un traumatismo incompatible con la vida, el tren le viene de frente pero solo tiene un golpe en la parte posterior de la cabeza y su cuerpo está intacto.

"De haberse producido el impacto, el cuerpo se habría movido mínimo 42 metros y se habría golpeado por los bajos del tren y habría presentado heridas considerables. El estado en el que encontramos a Lucía en la escena deja ver que es imposible que le haya golpeado un tren y además no hay ADN de la niña en los bajos del tren ni en la catenaria" zanja la experta.