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Así es como puedes pagar menos IBI e IRPF con tu vivienda
- La figura del asesor fiscal puede ser fundamental para los no diestros
- Algunas deducciones se obtienen por ejemplo alquilando a jóvenes
- Es necesario controlar los ingresos y gastos relacionados con la propiedad
elEconomista.es
Madrid,
En España, quienes son propietarios de una vivienda deben abonar ciertos tributos al Estado. Pero no son los únicos: impuestos por la compra, por la venta o incluso al heredarla o donarlo se suman a la lista. Uno de ellos es el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), el cual es local y grava las viviendas de manera anual.
El Instituto de Estudios Fiscales (IEF) indica que la cantidad de tributos a los que se someten los propietarios españoles podría ser excesiva. Pero el centro especializado indica que esto se debe principalmente a una gestión fiscal ineficiente, así como a la falta de conocimiento sobre los beneficios fiscales y las posibles deducciones.
Cómo calcular los tributos que pagas
El primer paso siempre será entender y saber a ciencia cierta qué cantidades se pagan, para después comprobar si es posible reducir el dinero tributado. Es por esto que algo muy recomendable es contactar con un asesor fiscal, pues el mismo será experto en la legislación española en este sentido, y ayudará a su cliente a obtener oportunidades de ahorro.
Dicho esto, en España se pueden dividir los impuestos a la vivienda en dos clases: IBI e Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Este último tiene que ver con el capital ingresado por el alquiler de una vivienda, y el otro con el valor catastral de la misma.
¿Cuáles son las deducciones?
Entonces, en España es posible obtener varias deducciones fiscales con respecto a la propiedad de vivienda. Conocerlas y aplicarlas optimiza la tributación. Algunas de ellas son el alquiler a jóvenes, la inversión en vivienda habitual y las obras para mejorar la eficiencia energética de la misma.
De nuevo, la figura del asesor fiscal puede ser de gran ayuda para aquellos poco conocedores del sistema impositivo español. Y esto no solo ayuda a navegar por la búsqueda de pagos menores, sino también por una declaración de la renta bien hecha y por un correcto cumplimiento de las obligaciones fiscales.
Cómo mejorar tratando los tributos
Así, una gran forma de mejorar con la gestión fiscal es mediante un registro continuo y detallado de los ingresos y gastos que provengan de las propiedades que uno posea. Como gastos destacan los costes de mantenimiento y reparación, o las facturas de servicios, mientras que los principales ingresos suelen venir del alquiler.
Informarse sobre las obligaciones en este ámbito es algo necesario para saber si uno paga demasiado por tributos a la vivienda, y también para conocer posibles vías de optimización fiscal. En un largo plazo, una gestión eficiente ayuda a la persona a ahorrar mucho dinero.