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La presencialidad es importante: hay cosas que solo pasan en el aula

  • ESIC continúa con el propósito de transformar personas para un mundo mejor
  • La institución ha vivido una evolución natural en la que han experimentado un crecimiento institucional, internacional y territorial
Eduardo Gómez Martín, presidente de ESIC.

Noelia García

Las instituciones de enseñanza están demostrando su capacidad de adaptación e innovación durante estos últimos años. En educación superior, ESIC, Escuela de Marketing & Business, cuentan con aulas inteligentes y sistemas inmersivos. La institución de Educación Superior fundada en 1965 contribuye a la formación de las personas capacitándolas en conocimientos, en competencias y sensibilizándolas en valores para responder a los desafíos actuales del mundo de la empresa en todos los niveles. Hablamos con Eduardo Gómez, presidente de ESIC, sobre cuáles son las claves del futuro a nivel formativo, y cómo se han tenido que adaptar para responder a los retos en entornos de incertidumbre, como el actual.

¿Cuáles son las claves profesionales de futuro?

Dominar a la perfección una disciplina no es ya lo único que se busca en un candidato. Creemos que los conceptos académicos son importantes para el desarrollo y el aprendizaje, pero las soft skills, que de soft no tienen nada, han ganado protagonismo en el mundo laboral. 

Ahora se buscan líderes y profesionales que tengan capacidad de adaptación y flexibilidad ante los cambios, que practiquen el pensamiento lateral o tengan gran capacidad de resiliencia.  

Además, estamos ante entornos cada vez más cambiantes. Creo que la capacidad de aprender a aprender va a ser una de las más buscadas. Esta capacidad engloba, por ejemplo, cómo evolucionar en escenarios de constante cambio, o cómo discernir entre todo aquello que llega a nosotros a través de diferentes plataformas, permitiéndonos adquirir conocimientos útiles para afrontar los desafíos. Adaptarse a diferentes contextos es una habilidad indispensable para el futuro. 

El 70% de los empleos que ocuparán nuestros hijos no están inventados. ¿Cómo se gestiona esta incertidumbre para formar a nuestros jóvenes? ¿Qué deben hacer las instituciones educativas? 

Sin duda es uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos las instituciones educativas. Sin embargo, si pensamos en cómo ha evolucionado el mercado laboral hasta hora, podemos ver que muchos de esos nuevos empleos complementan los anteriores, los que ya conocíamos. 

En los próximos años debemos estar preparados para abordar problemas muy grandes en el mundo, por lo que es importante cambiar la forma en que tomamos decisiones y conseguimos información en el futuro. En este sentido, hemos de dotar al alumnado no solo de esa capacidad de aprender a aprender, sino también  de esa formación continua que les permitirá no solo encontrar un empleo, sino mantenerlo. Además, que sean capaces de afrontar el mundo complejo sabiendo anticiparse y teniendo siempre previsión estratégica será de gran ayuda para adaptarse a un mercado laboral cambiante. 

Los conocimientos son importantes, pero lo que necesita sobre todo el mundo son personas que sepan trabajar y cooperar juntas, mirando un mismo horizonte y en favor de todos. Las profesiones cambiarán y evolucionarán, el desarrollo tecnológico hará que sean muchas máquinas o algoritmos los que trabajen por nosotros, pero hay algo que nunca podrán sustituir: la esencia del ser humano. En esta esencia, en sacar lo mejor de lo que cada uno llevamos dentro, es en lo que nos centramos en ESIC. 

¿Qué medidas son necesarias para reducir la brecha digital en el alumnado y el fracaso escolar? ¿Cuáles son las últimas tendencias en Educación? 

El acompañamiento, la escucha y el trato cercano tienen un papel clave en reducir la brecha digital y el fracaso escolar. El alumnado tiene que sentir que el proceso educativo es cosa de dos, que él es sujeto activo de su formación y que tiene la confianza suficiente para levantar la mano y pedir ayuda al profesorado siempre que sea necesario. En ocasiones, el fracaso académico no viene provocado tanto por una falta de estudio sino por problemas socio emocionales que repercuten de manera directa en su rendimiento. 

El acompañamiento, la escucha y el trato cercano tienen un papel clave en reducir la brecha digita

En este sentido, en ESIC estamos reforzando el papel de la Unidad de Atención a la Diversidad en la que se ofrece una atención personalizada al alumnado de ESIC. En ella, por petición del estudiante, se elabora un plan de actuación individualizado en el que se plasman las recomendaciones a tener en cuenta por el profesorado con supervisión constante por parte de los tutores. Lo cierto es que el alumnado valora esta unidad de forma muy positiva, por el trato individual, la confidencialidad y la ayuda prestada para que puedan seguir con normalidad su plan de estudios.  

¿Qué importancia tienen las metodologías de aprendizaje (experimentos, trabajo por proyectos, etc.)? ¿Podremos dejar los métodos de memorización a un lado y centrarnos en una educación más personalizada? 

Siempre hemos tenido muy claro que el centro de todo son las personas y, en nuestro caso, nuestro alumnado. Nuestro propósito es transformar personas para crear un mundo mejor y ese es el legado que nos gustaría dejar para el futuro. Creemos por descontado, que los conceptos académicos son importantes para el desarrollo y el aprendizaje, pero no lo único en lo que se sustentan.  

En este sentido, nos hemos adaptado desde hace tiempo a la nueva situación formativa que necesita nuestro alumnado. El desarrollo tecnológico de nuestro método ha sido siempre un must, tanto como herramienta para el profesorado como como materia de estudio en sí.  

Pero nuestro foco principal ha estado siempre en las personas, en el alumnado, a quien aportamos las herramientas, conocimientos y capacidades necesarias para que, en el futuro, él mismo pueda enfrentarse a cualquier cambio que demande nuestra sociedad o su profesión y, sobre todo, para que lo haga desde una óptica de liderazgo equitativa, humana y enfocada a hacer del mundo un lugar mejor. 

Los tigres asiáticos despuntan por metodologías memorísticas y de ahí sus buenas posiciones en los rankings internacionales, pero, a posteriori, su alumnado carece de ciertas competencias muy necesarias en estos momentos ¿Se puede llegar a tener un sistema mixto que pueda ofrecer al alumno un proceso formativo que lo ubique por encima de la media en PISA, por ejemplo, y que otorgue soft skills? 

Sí, claro; no todo es blanco o negro. Las sociedades se mueven en los matices. Estamos viviendo un momento clave muy bonito para aquellos a los que nos apasiona la Educación porque si nos paramos a pensar, es ahora cuando este sector está sufriendo la transformación que ya pasaron otros anteriormente. Cuando pensamos en la enseñanza, la imagen que se nos viene a la cabeza no es tan distinta de la que vivieron los primeros estudiantes del mundo, los escribas sumerios hace más de 5000 años: un docente, un aula, mesas, sillas, una lección magistral, tareas para perfeccionar el aprendizaje... Pero lo vivido desde el año 2020 nos está llevando a plantearnos cómo enseñamos y cómo aprendemos.  

Diría que, entre las revoluciones que está viviendo y va a vivir el mundo educativo, la más importante de todas es poner al alumnado en el centro, ser conscientes de sus necesidades y construir en base a ello. Como comentaba antes, hacerle partícipe de su aprendizaje, que se implique en el mismo y tome el timón, siempre acompañado por un docente. Además, respecto a las soft skills, es importante señalar que para el desarrollo humano, el hecho de potenciar la presencialidad es algo importante. Hay cosas que solo pasan en el aula, como esa relación entre profesorado y alumnado, la que se forja entre compañeros de clase... Eso hace que crezcan como profesionales y como personas, que aprendan cuestiones que no están a dos golpes de click en internet.  

El ritmo de adopción de nuevas tecnologías por parte de la sociedad y la empresa es cada vez más vertiginoso. Sin embargo, los tiempos académicos y formativos son otros. ¿Cómo consigue la institución reducir o aminorar esta brecha? 

El alumnado que tenemos ahora en las aulas, en su mayoría, son nativos digitales. Esto, según se mire, puede ser una gran suerte o un problema a solventar porque en muchas ocasiones lo que ellos entienden por digitalización no es tal. Saber montar un TikTok y volverlo viral es digital; sí, pero eso es solo una pequeña parte de lo que implica la digitalización. Por eso, para que conozcan las bondades y los peligros que conlleva la tecnología, para abrirles los ojos a otras tecnologías que posiblemente desconozcan (por ejemplo, ¿qué tecnología es esa que nos permite poner un producto en una caja de supermercado, sin escanearlo, y que la máquina reconozca qué producto es?), hemos creado un espacio que denominamos LABTECH. 

Este laboratorio se creó no como un museo, sino como un espacio de trabajo. Queremos que el alumnado vaya, toque, ensaye, se equivoque y acierte. En resumen, que se familiaricen con la tecnología y la hagan suya. Solo así podrán aplicarla a sus studycase empresarial y a su futuro laboral. De nuevo, es la formación y el acompañamiento lo que permite reducir o aminorar esas brechas que pueden llegar a darse en el aula. 

¿Qué profesiones serán las más demandadas? 

Podríamos hacer un listado enumerando muchas de ellas, casi todas centradas en lo tecnológico (data scientist, especialista en Big Data, experto en UX, especialistas en ciberseguridad o inteligencia artificial, especialistas en e-commerce...) pero me gustaría centrarme en dos áreas con mucha demanda que van a cambiar radicalmente en los próximos años.  

Por un lado, una parte muy significativa de los retos que surgen en las organizaciones están relacionados con las personas, la gestión de talento y cómo esto impacta en la cultura de la organización, porque se ha demostrado que la gestión del talento impacta en el rendimiento y en la eficacia de las organizaciones. Responder a preguntas como "¿Tenemos las personas adecuadas en los roles clave?, ¿Existe una alineación entre las políticas de personas con el plan estratégico?, ¿Estamos promoviendo el clima y el compromiso necesario para hacer frente a los retos?" ganan importancia, por lo que veremos un cambio en la gestión de talento y personas/ cultura, o como se denominaba antes, Recursos Humanos.  

Por otro lado, las empresas han comprendido que el marketing es una herramienta fundamental para comunicar el valor diferencial de sus marcas y productos en un mercado saturado, y nosotros queremos colocar a los profesionales del marketing en el centro de este proceso. Esta disciplina ha hecho evidente que no basta con tener una buena idea de negocio, sino que es crucial conocer en profundidad las necesidades del cliente para así poder atender con éxito sus demandas. Es por ello que el marketing, y todas las profesiones relacionadas con él, tendrá todavía un mayor protagonismo en las empresas del futuro.  

¿Qué valores, conocimientos, destrezas o habilidades deberían tener los estudiantes al finalizar su etapa formativa para poder hablar de un sistema educativo adecuado? 

No concibo un buen profesional que no sea responsable socialmente hablando. Por eso, todos nuestros programas cuentan con asignaturas transversales que abordan la filosofía y la ética, porque queremos enseñarles a hacer "business by ESIC". Es decir, que "hacer negocios" no es solo que una empresa gane dinero, sino también que aporte valor a todos sus stakeholders, la sociedad en la que opera y al mundo

No concibo un buen profesional que no sea responsable socialmente hablando

Respecto a valores, conocimientos, destrezas o habilidades, ¡son infinitos! Son todas aquellas características que nos hacen humanos y nos separan de las máquinas: razonamiento, resolución de problemas, inteligencia emocional, liderazgo, influencia social, pensamiento crítico y analítico, creatividad e iniciativa, innovación... 

¿Cómo están fomentando la relación empresa/universidad para adaptar la educación a los requerimientos de la industria? 

Entre las claves que diferencian a ESIC frente a otras instituciones educativas, destaca la cercanía que tenemos al mundo de la empresa, algo que nos permite tener agilidad a la hora de responder a sus demandas. Nuestro claustro cuenta con profesionales en activo que conocen de primera mano cuáles son las necesidades del tejido empresarial, y nos ayudan a trasladarlas al aula y preparar a nuestro alumnado ante los desafíos reales que se encontrará cuando accedan al mercado laboral. Si las instituciones educativas no queremos convertirnos en fábricas de parados, esta relación no es una opción, sino una obligación.  

Creo que este tipo de sinergias son muy positivas para el mundo empresarial, en lo que se refiere a su competitividad, en todo lo referente a investigación que realizamos desde ESIC. Tanto la investigación académica que realiza nuestro profesorado como los estudios presentados por ICEMD-Instituto de la Innovación de ESIC poseen interesantes conclusiones e insights para las organizaciones, un conocimiento que ayuda a ser más conscientes del entorno en el que operan, algo fundamental a la hora de tomar decisiones empresariales.