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Esta pareja salvó su granja de patos y su casa gracias a los NFT y a la solidaridad de los inversores

  • Consiguieron recaudar 120.000 dólares
  • Crearon Dastardly Ducks, una colección de 10.000 patos de dibujos animados
Thorne Melcher y Mandy Musselwhite

elEconomista.es

Thorne Melcher y Mandy Musselwhite son las propietarias de una casa en las afueras de Atlanta y de una pequeña granja donde crían patos y gansos. No obstante, estas propiedades podrían haber dejado de ser suyas de no ser porque se sumaron a la febril moda de los NFT. Esta pareja es la protagonista de una historia que relata como una colección de patitos digitales y seis horas sirvieron para salvar a su familia de la quiebra.

Cuando Melcher perdió su trabajo como ingeniera de software, Musselwhite, que es una joven artista, se vio obligada a vender todas sus obras para poder recaudar algo de dinero que sirviese para pagar las hipotecas y alimentar a sus pequeños animales.

Sin embargo, la pareja ingreso bien poco por estas ventas, por lo que el peligro de perder una propiedad de 300.000 dólares en la que habían invertido los ahorros de toda una vida se hacía más vigente.

La pareja se enfrentaba a una deuda de 35.000 dólares

Melcher y Musselwhite debían 35.587 dólares en pagos atrasados de la hipoteca, además de los gastos en abogados. La pareja tenía que entregar un cheque por este valor antes del pasado jueves o, de lo contrario, se enfrentarían a una comparecencia ante un tribunal.

No obstante, las cuentas particulares de la familia registraban un saldo negativo de 4,11 dólares y de tan solo 1 dólar, respectivamente.

Este fue el momento en el que ambas decidieron crear Dastardly Ducks, una colección de 10.000 tokens no fungibles (NFT) de patos de dibujos animados, que se vendían a 15 dólares cada uno.

La pareja lanzó estas obras de arte digitales el miércoles, poco tiempo antes de que se pudiera llevar a cabo la ejecución hipotecaria. Para sorpresa de la familia, la colección se agotó en menos de seis horas, llegando a recaudar 120.000 dólares, más que suficiente para saldar sus deudas.

"Salvamos nuestra granja vendiendo patitos de dibujos animados. Fue como un sueño", le dijo Melcher a CNBC.

La pareja no era para nada conocida en el mundo de los NFT. De hecho, era la primera vez que trabajaban en este sector. Sin embargo, la solidaridad de muchos simpatizantes con su causa les valió para vender toda la colección.

Ni siquiera tenían dinero para pagar el contrato inteligente de los NFT

La historia se vuelve más conmovedora cuando se atiende a que la pareja ni siquiera tenía dinero para comprar la comida de sus animales de granja, por lo que mucho menos poseían la capacidad financiera para pagar el contrato inteligente de la colección.

Tuvo que ser un amigo de la familia el que se ofreciese a cubrir los gastos del lanzamiento, y es que cada transacción de Ethereum, la plataforma en la que vendieron Dastardly Ducks, requiere energía computacional para completarse, por lo que a los usuarios se les cobra una tarifa para ejecutar sus transacciones. Además, cuando las operaciones incluyen NFT, los precios de ejecución son más altos, ya que requieren más energía.

La pareja perfecta: diseñadora de software y artista

Cabe destacar que todo esto no hubiese sido posible de no haberse dado la suerte de que ambas eran la fusión perfecta para lleva a cabo este proyecto, Melcher era diseñadora de software y Musselwhite era artista.

Además, ambas habían recibido bastante información sobre el potencial impacto que tiene en el medio ambiente la creación de NFT, por lo que Melcher decidió acuñar paquetes de 12 Dastardly Ducks, lo que requiere menos energía que hacerlo uno por uno. Esto también sirvió para atraer la atención de los inversores.

"Para resolver los problemas ambientales, no podemos pretender que las nuevas innovaciones tecnológicas desaparezcan. Debemos aprender a usarlos de manera responsable", dijo la ingeniera.