A debate

Una plataforma francesa acerca la financiación participativa a estudiantes

  • La compañía permite a todos los perfiles el acceso a la educación de alto nivel
Quentin Willaume, Patrick Harrington y Marjolaine Blazy, fundadores de Student Backr.

Ana García, Natalia Rivas

Estudiar un grado, hacer un máster o irse de Erasmus, ya sea por estudios o por prácticas, son partes del currículum joven difíciles de completar debido, en muchas ocasiones, a su alto precio. Para intentar solucionar este problema, la plataforma francesa Student Backr ha desarrollado un método de financiación colectiva que ofrece una alternativa a los medios de subvención tradicionales.

Ubicados dentro del espacio de coworking The Shed Co, el objetivo de Student Backr es "ayudar a estudiantes a presentar mediante un proyecto sus necesidades de financiación" tal y como cuenta la socia y directora de operaciones, Marjolaine Blazy. "Tenemos una sensibilidad muy fuerte por la educación y por permitir llegar a un alto nivel independientemente de la situación familiar o personal". Mediante una foto, vídeo o texto, cualquier estudiante puede describir su proyecto de estudio y sus dificultades de financiación. A cambio, añade Blazy, "el usuario ofrece pequeños servicios, es decir, se compromete a hacer algo simbólico como agradecimiento al donador. Por ejemplo, un alumno de comunicación puede redactar una nota de prensa o uno de informática, puede ayudar con el diseño de una página web". Por otro lado, tal y como cuenta el responsable de comunicación y marketing, Quentin Willaume, "es fundamental que el importe de estos servicios o regalos no superen el valor de la donación recibida".

Niveles de financiación

En palabras de Willaume, "hay un primer círculo cercano de mecenas que son los amigos, en el segundo encontramos a personas conocidas y, por último, hay un tercer círculo con mayor dificultad de acceso, en el que se encuentran personas con las que hay que dialogar para conseguir su confianza". La clave de la economía colaborativa, tal y como cuenta Blazy, es "un vinculo de confianza entre individuales y el compromiso del estudiante a completar sus estudios, a lo que se une la importancia de la capacidad de trabajo, ya que un mes de campaña puede llevar dos o tres meses de preparación". Actualmente, la plataforma está disponible en inglés y en francés y el dinero puede recaudarse en euros, libras y dólares. La compañía, como afirma Blazy, monetiza a través de una comisión por cada importe recaudado. "Como nuestro principal motor son los estudiantes, sobre el 7 por ciento de comisión Student Backr se queda solo con el 4 por ciento, mientras que el 3 por ciento va a un organismo bancario que garantiza la seguridad de los datos bancarios".

En vistas al futuro, la plataforma está trabajando en su segunda versión técnica y su lanzamiento en español. Del mismo modo, "el próximo año, desarrollaremos el préstamo y los vínculos institucionales con universidades y empresas", concluye Blazy.

El programa consigue recaudar de 500 a 5.000 euros por usuario

Student Backr verifica los perfiles antes de que se anuncien en la plataforma, de tal manera que todos ellos sean verdaderamente estudiantes y necesiten el dinero. En solo un año de actividad, esta plataforma ha conseguido un total de 35.000 euros para financiar los proyectos de 600 usuarios. En general, una campaña consigue recaudar entre 500 y 5.000 eruos. Sin embargo, cuando se hace frente a donaciones de importes elevados -como el coste completo de un máster- la compañía aconseja hacer una división en dos fases.