A debate
Cuidado con los fondtesoro: a pesar de su 'seguridad' no todos evitan los descensos
Hemos lanzado una nota ofreciéndole un depósito a tres meses a los clientes para que se vayan de vacaciones tranquilos y se olviden de todo hasta la vuelta del verano". Así de claro se explica Alicia Jiménez, directora de análisis de SelfTrade, cuando se le pregunta por lo difíciles que están los mercados. Sobre todo, cuando incluso entre los activos más conservadores, los llamados fondtesoro, muchos productos han entrado en negativo en lo que va de 2008, tras los fuertes descensos que la mayoría han sufrido en el último mes.
¿Pero qué son exáctamente? Según se explica en la página web del Tesoro Público, se trata de "una modalidad especial de fondos de inversión que invierten gran parte de su patrimonio en valores del Tesoro". Como se explica didácticamente en esta página, "suponen para el inversor una forma indirecta de tener los mismos en cartera".
También se dice que las gestoras que quieren lanzar productos con el apellido Fondtesoro deben asegurarse que las comisiones sean bajas, el mínimo de inversión inferior a los 300 euros e invertir un porcentaje muy alto de la cartera en deuda pública.
¿"Inversión segura"? No siempre
Hasta ahora nada que objetar, pero a la explicación oficial del producto se le puede sacar una pega: no advierte de los riesgos de estos productos, a los que cataloga de "inversión segura", ya que hay riesgo de pérdidas dependiendo del tipo que se elija.
Hay tres variedades de fondtesoro: los de corto plazo, los de largo plazo y los plus. En los primeros apenas hay riesgo, ya que invierten en depósitos con una duración inferior a 12 meses, que no tienen sensibilidad a los cambios en los tipos de interés. Pero en los segundos y los terceros sí.
Los de largo plazo sufren más cuando ocurre lo de las últimas semanas: que Trichet, el presidente del Banco Central Europeo, deje caer por sorpresa que podría subir los tipos de interés por las presiones inflacionistas. Una noticia que acentuó la tendencia al alza que ya exhibían los rendimientos de los bonos desde el 17 de marzo, cuando la Reserva Federal apoyó el rescate de Bear Stearns y amplió las medidas para aportar liquidez.
Los inversores entendieron entonces que los bancos centrales no iban a permitir quiebras de grandes entidades y se lanzaron a comprar bonos corporativos, dejando el vuelo hacia la calidad desarrollado hasta entonces. Como consecuencia, en sólo un trimestre, la rentabilidad del bono a dos años ha pasado del 3,2% (señal de que el mercado esperaba bajadas de los tipos de interés oficiales, que ahora se encuentran en el 4%) hasta el 4,78% actual.
El lastre de los tipos
Esto supone todo un castigo para los fondtesoro a largo plazo, ya que cae el precio de los bonos que tienen en cartera (su valor cae porque el interés que pagan es menor al que darían las nuevas emisiones, debido a que los tipos están más altos).
Así, el que más cae en 2008, el Caixa Catalunya Fondtesoro Largo Plazo, con un retroceso del 3,35% hasta el pasado 16 de junio, pertenece a esta modalidad. Este fondo tenía a cierre de mayo más de un 75% de la cartera en bonos con una duración de entre 3 y 5 años, según su ficha mensual, lo que refleja una fuerte sensibilidad a los movimientos de tipos.
Entre la tercera variedad de fondepósitos, los plus, también hay daños. De hecho, quizá pocos ahorradores sepan que estos productos pueden invertir hasta un 30% en valores del Ibex 35, donde es muy difícil encontrar valores que se salven de la quema bajista. Un buen ejemplo es el AC Fondtesoro Plus, que pierde un 3,15% en 2008. A cierre del primer trimestre este fondo tenía un 13% de la cartera en bolsa.