La Reserva Federal mantuvo los tipos pero emitió un comunicado totalmente confuso en el que deja en el aire si, después de la pausa actual, volverá a subir los tipos o los bajará. Y los economistas cada vez están más divididos a este respecto.
Ante tantas dudas sobre el escenario, Wall Street debería haberse inclinado por la prudencia, haber corregido un poco, tan sólo una toma de beneficios...
Ni por esas. El mercado está tan fuerte que no hay incertidumbre capaz de frenarlo (veremos qué pasa si las incertidumbres se hacen realidad, pero para eso falta). Así que volvió a subir. Poco, es cierto, pero el mero hecho de subir en este entorno y después del rally acumulado no deja de evidenciar una fortaleza impresionante.
El Dow Jones se anotó un ligero 0,06% hasta 12.134,68 (nuevo máximo histórico, como todos los días). Esta vez, los demás índices lo hicieron mejor: el S&P subió el 0,35% y el Nasdaq, el 0,5%.
Aparte de la reunión de la Fed, ayer se publicó una nueva caída de las ventas y de los precios de la vivienda usada. Pero eso tampoco preocupa al mercado. Como tampoco le inquietan los malos resultados de algunos pesos pesados, como Boeing (que bajó el 3,3%) y General Motors (-4,1%). En el lado positivo, hay que situar a Altria, que reaccionó a sus cuentas con un alza del 2,9%, y a DaimlerChrysler, con un 4,5%. Pero el gran triunfador del día fue Amazon, que se disparó el 12% después de que sus resultados desataran una oleada de cierre de posiciones bajistas.
El comunicado de la Fed fue interpretado por los demás mercados como un alejamiento de los temores a más subidas de tipos. Los bonos subieron en precio y su rentabilidad bajó al 4,82%, y el dólar recortó frente al euro, que alcanzó los 1.2610 dólares. El euro tuvo el apoyo además de un IFO alemán mejor de lo esperado. El petróleo, por último, subió con fuerza hasta 61,40 dólares tras una inesperada caída de los inventarios en EEUU.