Saber estar (1/5): una competencia esencial

Publicado por en Cambio personal, Ciencia y Management, Saber estar, Ultraconciencia.

Aunque suene exagerado, los conocimientos técnicos se han convertido prácticamente en commodities. Es decir, hoy día son mercancías casi indiferenciadas. El mercado compra y vende todos los días servicios de ingeniería, abogacía, medicina o finanzas. En parte por la afortunada popularización del conocimiento, salvo un grupo muy reducido de profesionales altísimamente especializados, cada vez más la excelencia en el puesto de trabajo no deriva del conocimiento técnico, sino de las habilidades transversales.

Hoy día las competencias que conducen al éxito son, en apariencia, sencillas: comunicar bien, mantener un comportamiento ético, relacionarse adecuadamente, cumplir los compromisos, y así sucesivamente. Y ocupando un lugar destacado dentro de esas competencias se encuentra una que podríamos llamar “saber estar”. Quizá de las más importantes y tal vez de las más difíciles.

Saber estar significa poseer la capacidad de observación y adaptación suficientes para llevar a cabo las acciones pertinentes en cada momento. Sin pasarse de la raya, y sin quedarse corto. Proponiendo sin invadir. Vendiendo sin acosar. Escuchando sin interrumpir. Implica representar a la propia empresa y a sus valores por encima de los propios sin que suene hueco o impostado. Saber estar es sinónimo de demostrar confianza y de hacerse merecedor de la confianza de los demás. Es obrar en cada momento como se debe obrar. Nada más. Nada menos.

En un mundo en el que el conocimiento está al alcance de cualquiera, bien en los medios sociales o bien en la propia empresa, los profesionales que destacan son los que saben estar.

2 comentarios a “Saber estar (1/5): una competencia esencial”

  1. Juan Fernando

    Como diría Víctor Kuppërs: “Ole, Ole, y Ole” Jesús Alcoba González, muy buen artículo. Claro, breve y conciso. Totalmente de acuerdo, incluido el “Nada más, Nada Menos”, porque es la esencia y ahí estriba la dificultad y la habilidad de la competencia.

    Muchas gracias por compartir.

    Felíz día.

    Un abrazo

    J.F.

    Reply
  2. Jesus Alcoba

    Me alegra que te haya gustado! Efectivamente, una competencia aparentemente simple, pero en realidad difícil. Buen día!

    Reply

Deja un comentario

  • Nombre (obligatorio)
  • (no será publicado) Email (obligatorio, no será publicado)
  • Website

Escribe tu comentario aquí...

XHTML: Puedes usar estos tags: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

De conformidad con la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, le informamos de que sus datos serán incorporados a un fichero propiedad de EDITORIAL ECOPRENSA, S.A. (en adelante, El Economista) con la finalidad de gestionar su utilización de los blogs. Usted puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición dirigiéndose por escrito a El Economista. C/ Condesa de Venadito, 1- 3º 28027 Madrid. elEconomista podrá limitar, total o parcialmente, el acceso a sus servicios a determinados Usuarios, así como cancelar, suspender, bloquear o eliminar determinado tipo de contenidos si tuviese conocimiento efectivo de que la actividad o información almacenada y/o difundida es ilícita o de que lesiona bienes o derechos de un tercero. No obstante, elEconomista no tiene obligación de controlar la utilización que los Usuarios hacen de los servicios y, por consiguiente, no garantiza que los Usuarios hagan un uso diligente y/o prudente de los mismos. Tampoco tiene la obligación de verificar y no verifica la identidad de los Usuarios, ni la veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de los datos que los Usuarios proporcionan sobre sí mismos. elEconomista excluye cualquier responsabilidad por los daños y perjuicios de toda naturaleza que pudieran deberse a la utilización de los servicios y de los contenidos por parte de los usuarios o que puedan deberse a la ilicitud, carácter lesivo, falta de veracidad, vigencia, exhaustividad y/o autenticidad de la información que los usuarios proporcionan a otros usuarios acerca de sí mismos y, en particular, por los daños y perjuicios de toda naturaleza que puedan deberse a la suplantación de la personalidad de un tercero efectuada por un usuario en cualquier clase de comunicación realizada a través del portal.