Hace ya setenta años que Maslow publicó A theory of human motivation, un trabajo que siempre es bueno releer. Debido a que nuestra consideración básica de la Ciencia está fundamentalmente centrada en la producción de resultados, a menudo olvidamos que su difusión forma parte de la receta mágica de la generación de conocimiento, y que por tanto no solo hay que descubrir cosas importantes, sino también saber explicarlas. El artículo de Maslow sorprende por brillante y sencillo, aunque obviamente no tenga nada de simple.
A Maslow le ha pasado como a tantos otros, que su teoría ha sido elaborada y reelaborada tantas veces que para muchas personas la imagen que conservamos de este autor, que dijo cosas tan importantes como que la educación está ahí entre otros motivos para enseñar que la vida es preciosa, ha quedado reducida a una pirámide de colorines.
Pero en aquel trabajo seminal dijo algo trascendente, y es que las personas a menudo no encontramos descanso hasta que estamos haciendo aquello que realmente nos encaja. Una persona debe ser lo que puede ser, escribió.
La génesis de la más potente motivación que existe está en nosotros mismos.