En el significado de las palabras hay embebidos mensajes invisibles que nuestro cerebro capta sin que nos demos cuenta, y al unir unos con otros somos capaces de representarnos una cadena de significados que se conecta con nuestro estado de ánimo. Así, no es lo mismo hablar de guerra, injusticia, dolor o muerte que de amor, felicidad, armonía o paz.
Uno de los significados ocultos de la palabra esperanza tiene que ver con el futuro. Hesse escribió que Siddhartha solo sabía pensar, ayunar y esperar. Francamente, no es poco. Esa espera que significa esperanza nos proyecta hacia el futuro, colorea nuestro estado de ánimo y nos predispone para la acción.
Por eso hoy consideramos que la esperanza es una de los pilares del liderazgo, porque es sinónimo de proyecto y de sueño por alcanzar. Sin esperanza la visión pierde su papel de movilizar hacia un equipo hacia adelante, hacia lo que quiere ser. Una empresa que solo tiene misión ahondará en el detalle de sus procesos y podrá ser excelente en la operación, pero acabará por ser presa de sus propias rutinas y concreciones, y un día despertará obsoleta y anquilosada.
La esperanza es lo que nos mueve.