Pymes y Emprendedores

Tengo una idea ¿y ahora qué? Guía práctica para empresas innovadoras

  • La financiación es el hueso más duro de roer
Ilustración de Belén Espejo.


Quien tiene una idea tiene un tesoro. Pero que nadie se llame a engaño, porque convertir una idea en un negocio rentable es una empresa titánica, al alcance de pocos, valientes y tozudos emprendedores. Incluso Bill Gates y Mark Zuckerberg sufrieron lo suyo para sacar adelante sus hoy millonarios negocios. Lo fundamental, dicen los expertos, es seguir unas pautas:

Sondear el mercado

Tenemos una idea que creemos original y válida. ¿Qué hacer? Lo primero, verificar su potencial tecnológico y de mercado, vigilar a la competencia, para lo que hay instrumentos como las alertas de Google o los informes de las Cámaras.

"Siempre es más caro pensar a posteriori que a priori", sentencia Ángel Colomina, director general de la Fundación Incyde (Cámaras de Comercio), que antes de cocinero fue fraile. Él mismo, antes de ocupar este cargo, creó dos empresas, que tuvo que cerrar.

¿Sólo o en compañía de otros?

Una empresa naciente debe medir bien su fuerza tecnológica y financiera, decidir si entra en consorcios, si busca socios, clústers, viveros, etc.

La experiencia de Eneso, creada en 2008 tras ganar un accésit spin-off de la Universidad de Málaga, es paradigmática. "Gracias al premio, logramos alojamiento gratuito en el Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (Cade) de Málaga. La formación que recibimos allí fue clave", explica Salvador Sancha, uno de los tres socios

El plan de negocio es crucial

Ángel Colomina, de Incyde, es rotundo: "No basta con la idea, hay que tener un plan de negocio bien armado". Es lo que hacen en Incyde: organizar programas individualizados, de 8 a 14 semanas, en los que 20-25 emprendedores aprenden, gratuitamente, a cuajar su plan de negocio. "También tenemos un vivero de pymes, donde pueden trabajar un año, prorrogable otro más, por menos de 200 euros al mes".

Que el plan de negocio es crucial lo refrenda Pedro Martínez, fundador de Dynamics Green. "Saber qué producto fabricar, a qué mercados ir, qué proveedores contratar y a qué costes, decide el éxito o el fracaso". Él lo aprendió en el Instituto de Empresa, durante el curso gratuito que ganó por méritos: "El curso que me dieron cuesta 16.000 euros, y vale cada céntimo".

Buscar y encontrar dinero

La financiación es el hueso más difícil de roer. En el caso de Eneso, la empresa se creó con inversiones de los socios, aunque después ha ganado premios con dotación económica, como el Bancaja 2011. Lo mismo cuenta el fundador de Dynamics Green: "Madrid I+D escogió mi proyecto, me formaron y así contacté con el Instituto de Empresa, pude arrancar...". Pero nada de dinero.

En el primer escalón están las ayudas autonómicas: Madrid I+D, Agencia Idea, Impiva, Cámaras y consejerías. En general, las ayudas cubren el 75 por ciento, sobre gastos realizados. El Programa Jeremie es una opción para quienes precisen microcréditos. Incyde y la agencia andaluza Idea los ofrecen.

Patentar la idea, echar a andar

Arrancar la empresa, incluso con financiación, es arduo. Hay que realizar "una buena gestión de riesgos y tener cintura para no estancarse", advierten en Eneso. Y una decisión clave es, ¿patentar o no patentar? Tanto Dynamics Green como Eneso han patentado, pese a que es caro y complicado. Registrar la marca sale más barato.

Comercialización

¿Vender el producto a otros que lo comercialicen, o venderlo nosotros? La mayoría escoge lo segundo.

Dos casos de éxito

"Mejor firmar cheques que recibirlos". Es lo que le decía su padre a Pedro Martínez, ingeniero informático y fundador de Dynamics Green, la empresa que tiene la patente de los cultivos verticales, que ha blindado "al módico precio de 10.000 euros, contando los 3.000 de constitución de la empresa". Martínez tiene claro que la financiación estrangula al pequeño empresario: "Es muy difícil, casi imposible, conseguir subvenciones. Además, para acceder a un préstamo, hay que tener CIF, luego te piden las cuentas de un año y claro, ¿qué números presenta una pyme que empieza? Las SGR, para darte 100.000 euros, te exigen que tengas 20.000 euros en el banco. Y no hablemos de las consultoras que gestionan subvenciones ante el Cdti y similares". Martínez pagó 1.000 euros a una que no le consiguió ni un euro. Por eso, ahora busca dinero en Bruselas.

A pesar de los pesares, tiene fe en su empresa y en su producto: un prototipo de cultivos verticales, que sueña con vender a gran escala en regiones como Almería, donde hay unas 20.000 hectáreas de cultivo y 6.000 de invernadero.

Los tres fundadores de Eneso Tecnología tienen una trayectoria similar. La pyme arrancó como Spin-Off de la Universidad de Málaga, ha ganado varios premios económicos y ahora está tramitando unasubvención de Innocámaras. Pero el dinero para montar la empresa lo pusieron de su bolsillo Esther García, Beatriz Macías y Salvador Sancha, que son socios, dueños y únicos trabajadores en plantilla. 'EnPathia', su producto ya patentado, es un sistema que permite a las personas de movilidad reducida controlar un ordenador. En dos años, han logrado distribuirlo en España, Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda y Finlandia. Tienen claro que el éxito de su pyme pasa por diferenciarse "con productos innovadores, funcionales y a precios asequibles".