Turismo y Viajes

En 2020 Baleares habrá invertido más de 300 millones en sostenibilidad con la recaudación del ITS

    <i> La Porta de Sant Sebastià, en el marco de la recuperación de las Murallas de Alcúdia, es uno de los proyectos de preservación del patrimonio cultural acometidos con los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible. </i>

    Mari Cruz Marina

    En julio de 2016 el Gobierno de las Islas Baleares se convirtió en la primera administración autonómica española en grabar el turismo con un impuesto al alojamiento cuya recaudación se invertiría en proyectos de sostenibilidad. Así se puso en marcha el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS), que desde entonces ha recaudado más de 200 millones de euros. El Gobierno balear prevé que en 2020 la recaudación superará los 300 millones.

    Con el fondo de 200 millones que el ITS ha obtenido de las estancias de los turistas en el archipiélago balear se han financiado hasta la fecha más de 150 proyectos de sostenibilidad, según han declarado Isabel Busquets, vicepresidenta del Gobierno de las Islas Baleares, y Jaume Alzamora, director de la Agencia de Estrategia Turística de las Islas Baleares.

    El ITS ha sido un elemento clave en la nueva estrategia de sostenibilidad turística que el Gobierno balear ha desplegado en la última legislatura. Ahora que la proximidad de las elecciones impone hacer balance de la gestión, Busquets y Alzamora han presentado en Madrid los resultados de su política de sostenibilidad y, sobre todo, en qué medida el Impuesto de Turismo Sostenible ha logrado su objetivo: contrarrestar el impacto negativo del turismo en las Islas Baleares financiando iniciativas de sostenibilidad.

    "El futuro será sostenible o, sencillamente, no habrá futuro", afirmó con rotundidad la vicepresidenta balear. Busquets resaltó la voluntad política de que "la calidad y la sostenibilidad sean el reclamo de nuestras islas" y abogó por una sostenibilidad turística entendida en un sentido integral, "el mismo que contempla la Organización Mundial del Turismo cuando reivindica una sostenibilidad medioambiental, económica y social".

    La vicepresidenta de Baleares insistió en que el alineamiento del archipiélago con una política de sostenibilidad turística implica trabajar por un nuevo modelo turístico anclado en la calidad y no en la cantidad. "Queremos que crezca el gasto turístico en Baleares, no el número de turistas", afirmó. De ahí, las políticas impulsadas para propiciar el alargamiento de la temporada turística y que ya están dejándose notar. "En 2018 ya experimentamos un ligero descenso del 1,3% en la llegada de turistas durante los meses de julio y agosto, que fue compensado por la subida en otros meses fuera de temporada", agregó.

    Un impuesto "finalista"

    El ITS se creó por Ley autonómica, la cual definía en el propio articulado las 6 finalidades a las cuales se podría destinar el fondo generado. A saber: la protección, preservación y recuperación del medio ambiente; la promoción del turismo sostenible; la recuperación del patrimonio histórico de las Islas Baleares; la diversificación del modelo económico; la formación y el empleo de los profesionales del sector turístico; y el alquiler social.

    En consecuencia, aunque más de un centenar de los proyectos ejecutados hasta el momento con su recaudación se han dedicado a la sostenibilidad medioambiental, otros proyectos se han centrado en diversificar el producto turístico, mejorar la capacitación profesional de los trabajadores del sector o recuperar y proteger el patrimonio cultural.

    La batería de acciones acometidas en pro de la sostenibilidad es muy variada, incluyendo desde mejoras de eficiencia energética en zonas turísticas -como instalación de sistemas de energía solar- a potenciar el uso de los vehículos eléctrico, limitar su tránsito en enclaves de interés natural -caso de la isla de Formentera- o aprobar un Decreto para la conservación de la Posidonia Oceánica, planta marina endémica del Mediterráneo que resulta esencial para preservar la biodiversidad en las Islas Baleares.

    El director de la Agencia de Estrategia Turística señaló que todos estos proyectos de sostenibilidad -transparentes a la ciudadanía a través de la web www.illessostenibles.travel- persiguen, en definitiva, atajar los problemas del modelo turístico clásico: la estacionalidad y la excesiva dependencia del producto de sol y playa. La campaña 'Better in Winter', impulsada por la Agencia, se enmarca también en esta línea, así como la regulación del alquiler de viviendas turísticas. Alzamora recordó que Baleares ha puesto coto a su crecimiento por ley, marcando un límite de 430.000 plazas para el alquiler turístico controladas por un Consorcio público.