Turismo y Viajes

Cabify Lite se revela como todo un éxito en su primer año


    Mari Cruz Marina

    Más barato que un taxi y con garantías adicionales de imagen impecable, profesionalidad y exquisita atención al cliente. Así se presenta Cabify, la start-up española de movilidad urbana que celebra el primer aniversario de su propuesta más competitiva: Cabify Lite.

    Cabify Lite es un servicio de coche con chófer, que opera bajo licencia autorizada VTC (vehículos de transporte con conductor), con una cuidada flota de 300 elegantes berlinas negras que circulan por Madrid y Valencia. Tras un solo año de actividad, Cabify Lite, aporta ya el 85% del negocio de Cabify en España. La compañía también opera en A Coruña, Barcelona, Bilbao, Málaga, Tenerife y Vitoria, pero en estas ciudades no ha lanzado de momento Cabify Lite.

    Dos tercios de los clientes de Cabify Lite son empresas y eventos, aunque un particular también puede contratarlo, pagando incluso con Paypal. "En un entorno como el actual, en el que las empresas están más interesadas en ahorrar que nunca, Cabify Lite ha tenido muy buena acogida", explica Juan Ignacio García Braschi, director general de Cabify en España. El ticket medio de un servicio de Cabify Lite se sitúa en 15 euros, siendo los trayectos más frecuentes los traslados desde el centro de Madrid al Aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas, que sale por 22 euros; un trayecto entre Ifema y el aeropuerto tendría una tarifa de 10 euros. El precio siempre está cerrado de antemano; sin sorpresas.

    El pago se realiza a través de tarjeta o con cargo a la cuenta de empresa. Esto supone numerosas ventajas a la hora de gestionar de manera eficiente los traslados de toda la compañía a través del interfaz Corporate, como el control del coste, facturación mensual y recuperación del IVA. García Braschi asegura que la utilización de este servicio como solución de movilidad a nivel corporativo puede suponer un ahorro de hasta el 40% en la partida de 'taxi'; un ahorro inclusive superior en el caso de empresas que están funcionando con una flota propia de vehículos.

    Los conductores de Cabify son chóferes profesionales, muchos de ellos antiguos taxistas que han reconvertido su actividad optando por "distinguirse por la calidad de su servicio y asegurarse unos ingresos", apunta García Braschi. Actualmente son unos 500 conductores, que trabajan como autónomos para la start-up y que facturan de media unos 4.000 euros mensuales, si bien algunos de ellos puedan alcanzar los 7.000 u 8.000 euros facturados. Cabify se reserva una comisión del 20%.

    A lo largo de su segundo año, Cabify Lite confía en incorporar 200 nuevos conductores. Un crecimiento mensual del 20% en los últimos 12 avalan y 100.000 usuarios en España avalan sus expectativas. La expansión internacional también figura entre los objetivos a corto plazo, con la implantación en Bogotá (Colombia) y Monterrey y Queretano (México), que se sumarían a las otras plazas latinoamericanas donde ya opera Cabify (Santiago de Chile, México DF y Lima).

    Antes de fin de año Cabify acometerá también la renovación de su app, que hasta el momento acumula más de 300.000 descargas. El desarrollo tecnológico ha sido una de las claves del éxito de esta start-up fundada en diciembre de 2011 por un grupo de jóvenes emprendedores, entre ellos Juan de Antonio y Sam Lown, fundador a su vez de Tuenti. Varios fondos financieros internacionales y uno español apoyaron el proyecto desembolsando hasta la fecha 16 millones de dólares. Aunque Cabify no facilita cifras de facturación, sus responsables afirman que el negocio va como un cohete y que en 2014 los ingresos se han multiplicado por 9.

    El director general de Cabify en España insiste en dejar claro que no son ni taxis ni operadores del tipo de Uber. Su negocio es el servicio de vehículo con chófer y su vocación la de revolucionar la forma de moverse en las ciudades.