Turismo y Viajes
El combate medieval, un nuevo deporte
Si no se tiene la precaución de ir informado, se puede confundir con una teatralización, un juego o una batalla campal, pero dicen que no es ninguna de estas tres cosas, sino que es un deporte.
Cuando Rubén Blanes, uno de los organizadores de los combates que pudimos ver en el Castillo de Belmonte (Cuenca) el pasado fin de semana, contó que vio por primera vez, en televisión, esta modalidad de arrearse bien dándose hachazos a mansalva, tampoco sabía muy bien de qué se trataba. Pero, en fin, la conclusión es que resulta ser un deporte que empezó a practicarse en Rusia hace unos veinte años, donde ahora incluso algunos luchadores ya tienen la categoría de profesionales patrocinados, es decir: cobrando. Cobrando de las dos maneras (se entiende), en el metal de la armadura y en metálico. Allí, en Rusia, tienen ya establecidas Ligas de Combate Medieval a nivel federativo.
En España existen unos 40 luchadores -todavía amateurs- que 'luchan' para crear clubes de aficionados por toda la geografía española y poder profesionalizarse. De momento están ensayando golpes, llaves y tretas en plena arena del patio de armas del castillo, que se ha habilitado para estos menesteres y erigido como sede del Campeonato Mundial de Combate Medieval, que tendrá lugar del 1 al 4 de mayo de este año en el Castillo de Belmonte.
Digo yo, que ya pueden espabilarse los luchadores españoles para dejar bien alto el pabellón de la 'marca España', aunque Cristian Bernal, capitán de la Selección Española, ya bregado en estas lides, ha participado en varios torneos fuera de nuestra frontera, como en Alemania, Italia, o Polonia.
El Combate Medieval exige preparación, estrategia y audacia, pero a juzgar por la indumentaria empleada -armaduras de acero con cota de malla- y las armas -espadas, mazas y hachas-, también exige compañerismo... no vaya a ser que le partas el cuello al adversario de un furtivo mandoblazo. Una de las reglas del juego ?perdón, del deporte- es que si el luchador toca tierra con tres puntos de apoyo, automáticamente queda eliminado; así que mantener el equilibrio con una armadura de 25 kilos encima resulta más que complicado. Pero todo sea por el deporte, que cuando dos se pegan... es porque los dos quieren.
Más información en: www.medieval-combat.org y www.castillodebelmonte.com