Transportes

Los tribunales retrasan el cierre parcial de una pista en Barajas en plena OPV de Aena

  • Supondría una reducción del 30% de las operaciones del aeropuerto


Aena despeja el camino para que su inminente salida a bolsa, fijada para el próximo 11 de febrero, no se vea perjudicada por el cierre parcial de la pista 18R-36L del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. En un auto fechado el pasado 19 de diciembre al que ha tenido acceso elEconomista Transporte, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid decide "suspender la ejecutividad" del auto del 2 de diciembre "en tanto se tramita los recursos de reposición contra él impuestos". Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Transportes

En la práctica, la decisión del juez supone la suspensión sine die del cierre parcial de esta pista, lo que da un respiro al hub madrileño en los próximos meses, justo el año del definitivo despegue en pasajeros tanto de Madrid como del resto de las grandes infraestructuras de la red de Aena en España tras la crisis.

De ejecutarse definitivamente esta decisión -que acordaba reducir un 30% las operaciones-,' la compañía presidida por José Manuel Vargas podría verse obligada en la práctica a anular todos los vuelos en sentido Sur de esta pista, lo que supondría poner en peligro la viabilidad de todo el aeropuerto.

El cálculo de la reducción de aproximadamente un tercio de los vuelos se debía de realizar tomando como referencia los datos del año 2004, ejercicio en el que los vecinos de Santo Domingo afectados por el ruido habían denunciado el hecho.

Sólo 14.000 operaciones

En la práctica, sólo se podrían realizar unas 14.000 operaciones de aterrizaje en configuración Sur en esa pista, una cifra insuficiente. Los controladores del primer aeropuerto español eligen esta configuración cuando se cumplen unas determinadas condiciones meteorológicas: que en configuración Norte se registre un viento de cola superior a 10 nudos o que el viento cruzado sobrepase los 20 nudos.

Uno de los axiomas del mundo de la aeronáutica es que el avión debe despegar y aterrizar con el viento de cara, por eso el Adolfo Suárez Madrid-Barajas cambia el sentido de esta pista en estos determinados casos, para evitar cualquier tipo de problemas.

El gran inconveniente es que en la práctica un aeropuerto de la entidad del hub madrileño no puede tener abierta una pista sólo para 14.000 operaciones. Primero, porque es una incógnita cuántas veces podrá utilizarla en esa configuración, ya que depende de las caprichosas condiciones meteorológicas y, segundo, porque como el cambio de dirección de la pista no se puede planificar de antemano se vería obligada a cerrarla definitivamente en esa configuración para no perjudicar la programación de las aerolíneas si se sobrepasara la cuota permitida.

La pista más larga

El problema añadido a esa clausura es que es la pista más larga del aeropuerto y es utilizada por los aviones más grandes y con más peso, que son precisamente los que cruzan el Atlántico, el gran tesoro del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Ante estas negativas perspectivas, las aerolíneas más afectadas serían Iberia y su negocio latinoamericano y, en menor medida, Air Europa, que cada vez está potenciando más estas rutas, aprovechando la incorporación de su nueva flota de aviones. En ambos casos los vuelos programados habría que trasladarlos al resto de pistas del hub -Madrid cuenta con cuatro alternativas para aterrizar y despegar-, lo que supondría que en ciertos momentos del día podría registrarse una saturación operativa. Tras la decisión temporal, tanto Iberia como Air Europa podrán respirar mucho más tranquilas.

El aeropuerto está en pleno proceso de recuperación. Si en 2013 alcanzó las 333.056 operaciones de despegue y aterrizaje, a noviembre del pasado ejercicio, último dato oficial ofrecido por el gestor de los aeropuertos, ya se había acercado a esta cifra con 314.979 movimientos. Es lógico que en diciembre se sobrepasen los datos de 2013, ya que el Adolfo Suárez empieza a crecer a cifras cercanas a dos dígitos (un 9,3%).

El cierre parcial de la pista supondría un duro golpe para Madrid y España. Según datos del Barómetro de Economía de la Ciudad de Madrid, aporta al PIB regional 3.189 millones, más del 10%, además de generar casi 60.000 puestos de trabajo. Si el análisis se realiza teniendo en cuenta el impacto en toda la economía nacional, arroja una cifra de 9.892 millones.