Un gran revuelo se desencadenó ayer tras la difusión, por parte de la agencia Efe, de que la organización terrorista ETA estaría dispuesta a entregar sus armas (armamento, explosivos, zulos, etc) antes de las próximas navidades, pero no ante el Gobierno español o vasco, sino que será verificado por organismos internacionales. Dicha entrega sería lenta, pero dentro de un proceso ordenado.Además, siempre según las informaciones a las que ha tenido acceso Efe, el colectivo de presos de la banda (EPPK) lanzará una declaración abriendo la vía para que sus reclusos se acojan a medidas individualizadas. Desde el Gobierno, el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, rechazó hacer cábalas sobre las intenciones de ETA, por que la "la única noticia que merece comentario" es que la organización terrorista anuncie "su disolución definitiva y el desmantelamiento de todas sus estructuras" de forma "constatable". Por su parte, el lehendakari Urkullu, dijo que da igual a qué organismo se entreguen las armas, siempre que sea "constatable", y aprovechó la ocasión para pedir un cambio en la política penitenciaria.