Tenis

Murray y las 'raras' lesiones de Djokovic: "Prefiero perder y no ser miserable"

    Djokovic, en el momento en el que fue atendido. <i>Imagen</i>: Reuters


    A Novak Djokovic, flamante campeón del Open de Australia (suma ya cinco entorchados en Melbourne) le persigue una leyenda según la cual el serbio suele sufrir lesiones inoportunas para el rival tras las cuales el actual número 1 del mundo frena el ritmo del contrario y retorna a pleno gas para ganar sus partidos. Esta suerte de 'misteriosas' dolencias se volvieron a repetir este domingo en Melbourne y provocaron un leve intercambio de reproches entre el propio Nole y Andy Murray tras la final que coronó al primero en nuestras antípodas.

    Porque en la final del Open de Australia Nole tuvo dos 'pájaras' que, lejos de mermarle, le ayudaron a derrotar a su rival. La más llamativa de todas sucedió cuando Murray, en el tercer set, (el duelo iba empate a un set) logró romper el servicio de su rival y ponerse 0-2.

    Djokovic se dejó caer en la pista con cierto grado de teatralidad aquejado de algún tipo de mal que nadie supo interpretar en ese momento. Esta suerte de problema físico se repitió un par de golpes más durante esta manga.

    Finalmente, el de Belgrado pidió la asistencia médica. Murray perdió ritmo y se relajó. Minutos después, cuando Djokovic volvió a la pista, retornó en 'modo huracán' y acabó arrasando al ahora número 4 del mundo. El último set se cerró con un 6-0 para el vencedor.

    "Está claro que pensé que tenía calambres y permití que eso me distrajera un poco. Y de eso es de lo que estoy más decepcionado, por permitir que eso me pasara", comentó Murray en sala de prensa. El escocés fue duro con su contrario sin citar directamente este gesto. "Prefiero perder en la final y ser feliz que ganar la final y volver a casa y ser miserable", analizó.

    Djokovic ofreció su versión al respecto también ante los medios. "No tenía calambres, solo fue un mareo. Perdí el equilibrio porque no tenía en las fuerzas. Fue una sensación parecida a la que tuve en 2013 también ante Murray", comentó al recordar aquella final eterna en la que ambos tenistas sufrieron mucho el desgaste físico.

    La realidad es que no es la primera vez que Djokovic frena el ritmo de sus contrarios con esta estrategia. En 2013, en la final de Shanghai, ante del Potro, también sufrió mareos similares antes de recuperar el ritmo y volver arrasar a su contrario.

    Frente a Nadal, en 2013, en la final del US Open también pidió la asistencia médica para que le masajearan la espalda por supuestos calambres en el instante en el que Rafa mejor estaba jugando.

    Cuando el partido se reanudó, Djokovic repitió los patrones antes mencionados: disparó su juego hasta vencer frente a un contrario (en aquella ocasión Rafa) perdido y desconcertado por la rápida mejoría del balcánico.