Telecomunicaciones y tecnología
Entrenamiento diurno de la vejiga no ayuda a los niños a dejar de orinarse en la cama
(Reuters Health) - Enseñarle a los niños buenos hábitos parair al baño durante el día no los ayudaría a dejar de orinarse enla cama de noche, según sugiere un estudio pequeño de Suecia.
"Asumimos tácitamente que el entrenamiento diurno de lavejiga previene la enuresis porque ayuda a controlar laincontinencia durante el día", dijo vía e-mail Maria Cederblad,investigadora de la Universidad de Uppsala.
"Nuestros resultados, por lo menos si así lo muestran lospróximos estudios, indican que esa noción es falsa".
Su equipo estudió el efecto del entrenamiento de vejiga en40 niños mayores de seis años con enuresis sin tratar, pero sinincontinencia diurna. Los participantes mojaban la cama por lomenos ocho de 14 noches.
Un grupo de 20 niños recibió el entrenamiento durante unmes, seguido de ocho semanas de terapia de alarma. El otro grupode 20 niños utilizó sólo el tratamiento de alarma de ochosemanas.
En general, las alarmas, que son un sensor especial dehumedad en los pijamas de los niños que activan una campanilla ouna sirena cuando comienzan a hacerse pis, despiertan al niñopara que puedan ir al toilette.
El equipo evaluó cuántas veces los niños mojaban la cama enlas dos semanas previas al inicio del experimento y, nuevamente,en las dos semanas que duró cada intervención.
Ocho niños tuvieron que recibir un tratamiento para laconstipación antes del estudio.
Al inicio del experimento, la mitad de los niños mojaban lacama casi todas las noches (12 de 14 noches). Al mes delentrenamiento, no disminuyó demasiado la cantidad de niños quese hacían pis en la cama, aunque el promedio de "accidentes"bajó a 10,5 en 14 noches.
Los niños que complementaron el entrenamiento con la terapiade alarma se despertaron para utilizar el toilette y aprendierona orinar sin mojar la cama. A los dos meses, esos niños sehicieron pis 5,6 noches en dos semanas.
La mitad mojó la cama 4,5 noches o menos, aunque estosresultados no variaron demasiado con respecto del grupo que nohabía utilizado también el entrenamiento. Este grupo mojó lacama 4,9 noches en dos semanas y la mitad tuvo "accidentes" 2,5noches o menos.
Una limitación del estudio es que los niños que sóloutilizaron la terapia de alarma esperaron para comenzar autilizarla hasta que el otro grupo completó el entrenamiento,según publica el equipo en Journal of Pediatric Urology.
Además, los autores no controlaron las recaídas después deltratamiento.
FUENTE: Journal of Pediatric Urology, online 16 de abrildel 2015.