Telecomunicaciones y tecnología
La información lenta en Japón recuerda a Chernóbil
Entre esas comparaciones está el modo en el que el público se ha quejado por estar desinformado de una situación que inicialmente las autoridades dijeron que era bastante menor y que ha llegado a tener proporciones catastróficas.
En 1986, el primer indicio de que el mundo sufría su peor desastre nuclear se produjo cuando la ropa de un trabajador de una planta de energía sueca provocó una alerta de radiación.
Durante dos días, el material radiactivo del reactor había estado propagándose por el oeste de la Unión Soviética y Europa, afectando a millones de personas. Pero las autoridades moscovitas habían intentado mantener la catástrofe en secreto.
La política del presidente soviético Mijail Gorbachev de "glasnost" -apertura- llegaba sólo hasta cierto punto. Las malas noticias se ocultaban al mundo exterior. Las verdaderas malas noticias eran un secreto de Estado.
Incluso después de que los países escandinavos informaran de niveles de radiación inusualmente altos, pasaron varias horas antes de que la agencia de noticias soviética TASS admitiera que había ocurrido un accidente en Chernóbil, al norte de Kiev, en la Ucrania soviética, el 26 de abril.
Los detalles fueron reducidos al mínimo a un informe de cinco frases que decía que se estaban tomando las medidas para "eliminar las consecuencias del accidente".
"Incidentes como este demuestran lo importante que es mantener a los vecinos informados de cualquier percance", dijo la entonces ministra de Energía sueca, Birgitta Dahl, a Reuters en ese momento. "Obviamente nos lo deberían haber dicho", añadió.
Dahl fue informada cuando 600 trabajadores fueron evacuados de la planta nuclear Forsmark, a un centenar de kilómetros al norte de Estocolmo, después de que un empleado desatara las alarmas al pasar un control de radiación en su puesto de trabajo.
Forsmark rápidamente descartó ser la fuente de la radiación y Finlandia luego informó de niveles de radiación hasta 10 veces mayores de lo normal.
Los expertos nucleares dijeron que tales niveles indicaban que había ocurrido una filtración. "Si la radiactividad alcanza unos pocos milirem a 700 millas (1.120 kilómetros) de distancia, no me gustaría para nada estar a 10 millas (16 kilómetros)", dijo Ed Zebroski, científico nuclear en California.
NEGACION
Pero Moscú siguió negando. Una información sobre Chernóbil fue sexta en el orden de un noticiario de televisión de la tarde, después de otra noticia sobre una fábrica de ropa de mujer.
Durante las celebraciones del Día del Trabajo, las autoridades habían informado de que dos personas habían muerto en las explosiones en una planta y otras 18 estaban graves.
No se hizo mención al desastre en las ceremonias de ese día, mientras que la televisión estatal incluyó en su pronóstico del tiempo unas imágenes de unos segundos de gente en Kiev disfrutando del clima primaveral, al parecer para reducir las preocupaciones de los ciudadanos.
En Chernóbil, había un escena muy distinta dados los dramáticos esfuerzos por apagar el incendio en el reactor, que se había desatado por un desastroso ejercicio de seguridad.
Las autoridades impusieron una zona de exclusión de 30 kilómetros en torno a la planta, que se mantiene hasta hoy, y el vecino pueblo de Pripyat, con una población de 50.000 personas fue evacuado a las 36 horas del accidente. A los estudiantes extranjeros que visitaban Ucrania se les dijo que no bebieran agua y leche.
"Estamos entre dos mundos", dijo un estudiante. "Los soviéticos no han dicho nada y hay un flujo de información desde Occidente, parte de ella exagerada. Nosotros estamos en el medio", agregó.
Hasta 400.000 personas fueron evacuadas inmediatamente o en los años siguientes desde la zona alrededor de Chernóbil y cerca de 150.000 kilómetros cuadrados en Bielorrusia, Ucracia y Rusia permanecen contaminados.
Bomberos, soldados y trabajadores de emergencia, conocidos como liquidadores, fueron llevados para extinguir el fuego y sus consecuencias. Veintiocho de ellos murieron en el primer mes debido a envenenamiento por radiación.
Se estima que más de 700.000 liquidadores estuvieron involucrados dentro y fuera de la zona, participando en la descontaminación y en la construcción de un sarcófago que actúa como contenedor sobre el reactor.
El impacto en la salud a largo plazo debido a la radiación de Chernóbil es difícil de evaluar, pero los expertos escribieron en el International Journal of Cancer en 2006 que estimaban que el desastre podría haber provocado 1.000 casos de cáncer de tiroides y 4.000 casos de otros tipos de cáncer en Europa, y esos totales podrían elevarse a 16.000 y 25.000 para 2065.
En 1986, Gorbachev tardó 18 días en comentar públicamente el desastre y utilizó una aparición en televisión para acusar a Occidente de contar una "montaña de mentiras" sobre "nuestra desgracia".
Los críticos del desarrollo de la industria nuclear ha cuestionado -a pesar de los enormes cambios políticos durante las últimas dos décadas- si se aprendieron todas las lecciones de seguridad.
"Después de Chernóbil, toda la fuerza de la industria nuclear estuvo dirigida a ocultar este suceso, para no dañar su reputación", dijo uno de los hombres que limpió la planta soviética, Iouli Andreev, a Reuters la semana pasada. "La experiencia de Chernóbil no fue estudiada apropiadamente", agregó.